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Castillo de Burgalimar
El Castillo de Burgalimar o Castillo de Baños de la Encina (Burgalimar deriva de Bury Al-Hamma que significa Castillo de los Baños), es una fortaleza Omeya, construida en el siglo X, que se alza sobre un pequeño cerro en la localidad de Baños de la Encina, al norte de la provincia de Jaén, Andalucía, España.
Rodeado y flanqueado por una robusta y almenada muralla con catorce torres, más una decimoquinta o torre cristiana del Homenaje, el castillo apenas ha sufrido daños ya sean causados por el tiempo o los hombres. Representa por tanto un ejemplo perfecto de fortaleza musulmana del siglo X, y constituye el conjunto fortificado mejor preservado de la época del Califato Omeya de Córdoba, al mismo tiempo que es uno de los castillos musulmanes mejor conservados de toda España. Su inestimable valor histórico y artístico, es la razón por la que este castillo llegó a ser clasificado como Monumento Nacional en 1931, y Conjunto histórico-artístico en 1969.
El castillo
El enclave
El castillo de Baños de Encina se levanta sobre una pequeña colina rocosa que le permite dominar el pueblo y, por tanto, todo el paisaje que le rodea. La fortaleza se encuentra a su vez acogida por otros importantes emplazamientos históricos, como así lo son las ruinas de la ciudad romana de Cástulo, varias casas señoriales de los siglos Siglo XVI y XVII, o varias ermitas donde entra la Iglesia Parroquial de San Mateo (del siglo XV).
Características
De apariencia sobria, se presenta bajo la forma de un perímetro con forma oval (100 metros en su eje mayor y 46 m en su eje menor, con una superficie total de 2700 m2), punteado de catorce torres cuadrangulares de estilo califal y de igual altura sobrepasando apenas la de la muralla. El conjunto de estas catorce torres, severas y próximas entre sí, le confieren o afirman el carácter defensivo del catillo. Una torre adicional, la torre del homenaje (también llamada almena gorda), sería edificada en el siglo XV, y constituye en realidad una modificación cristiana de una de las torres originales. Esta torre, imponente, que resalta sobre las otras por sus dimensiones, no es característica de la arquitectura musulmana hispánica, sino que responde a canones arquitecturales cristianos. La torre del homenaje representa el poder de su ocupante. Así, su posición lo demuestra, pues no se dirige hacia el paisaje, sino hacia el pueblo, revelando por tanto su utilización simbólica, fiel a la costumbre feudal.
Tanto murallas como torres, están dotadas de almenas o merlones, y perforadas por aspilleras. Las torres disponen de tres pisos e incluso de cuatro si estas se situan en un terreno más bajo. Las murallas presentan dos entradas que permiten el acceso. La primera es una puerta soberbia situada en el costado meridional entre dos altas torres. Presenta dos grandes arcos de herradura, sobre los cuales se dispone un matacán. El segundo acceso, más modesto, está situado sobre el costado norte de la muralla.
Interior del recinto
Las murallas rodean el patio de armas, en el que se halla un aljibe cubierto por una bóveda de medio cañon, y que está dividido en dos naves separadas.
Además de la torre del homenaje, también se observa otra modificación de la época cristiana dentro del recinto, vestigios de un pequeño fortín. Existía un alcazarejo circular o torreón imponente rodeado de una muralla interior, unida al recinto exterior por dos lienzos de pared. De esta obra, que dividía en dos partes la plaza de armas, sólo subsinten las bases del fortín y fragmentos de una de las paredes de defensa.
Materiales de construcción
Los materiales de construcción son bastante elementales. La materia prima es una mezcla denominada tapial, similar al Adobe, que está hecha a base de arcilla, arena, cal y piedra cruda, con la que se confeccionaron los ladrillos que finalmente irán superpuestos unos sobre otros. La cal garantiza la robustez del edificio. Esta técnica responde a la necesidad básica de levantar con rapidez las fortificaciones, y explica el color específico del recinto, que oscila entre el pardo y el rojo. Sólo la torre del homenaje, más tadía, se construyó con otros métodos, siendo edificada en piedra con un estilo que se asemeja más al de las fortificaciones góticas.
Referencias
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