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Casa Consistorial de Valladolid
La Casa Consitorial de Valladolid situada en el flanco norte de la Plaza Mayor de la ciudad es la sede del Ayuntamiento de Valladolid.
En un principio, el Ayuntamiento celebró sus primeras reuniones en locales ajenos, hasta 1338, año en que se construyeron unas casas propias en la antigua Plaza de Santa María (hoy Plaza de la Universidad), las reuniones se celebraron en el claustro de la Colegiata. Simultáneamente a este edificio, existió otra Casa Consistorial, situada en la actual Plaza Mayor, en unos terrenos cedidos por el desaparecido Convento de San Francisco, situados en la acera sur de la plaza.
A raíz del incendio de 1561 y la destrucción total del entorno, el Ayuntamiento decidió cambiar la ubicación del consistorio, ocupando el lugar que tiene actualmente y presidiendo la reformada Plaza Mayor. El edificio fue proyectado en 1561 por Juan Sanz de Escalante con posteriores modificaciones de Francisco de Salamanca y de Juan de Herrera y seguía el modelo impuesto por los Austrias. De su silueta destacan dos torres en los extremos y una torre campanario con reloj en el centro que se incorporó a mediados del siglo XIX con materiales procedentes del derribo del Convento de San Francisco.
Este edificio se encontraba al llegar el siglo XIX en un lamentable estado de conservación, por lo que en 1879 a propuesta del alcalde Miguel Íscar, el pleno municipal acordó el derribo de este viejo consistorio para la construcción de otro más moderno. Como anécdota, los restos de la vieja casa consistorial fueron empleados para la construcción de una cascada en el Parque del Campo Grande.
Las obras la construcción del nuevo edificio no comenzaron hasta 1892 según los planos del arquitecto local Antonio Iturralde, que había resultado ganador del concurso de ideas convocado para su construcción, aunque el proyecto recibió no gustó demasiado. El proyecto se modificó seis años después cuando al morir Iturralde se hizo cargo del proyecto el abulense Enrique María Repullés y Vargas a quien corresponde el edificio actual. Repullés derribó todo lo efectuado hasta el momento del proyecto de Antonio Iturralde y construyó un nuevo edificio ecléctico, de carácter beaux-artiano. De grandes dimensiones, tiene planta rectangular, precedida de un balcón en su fachada principal, con torres angulares y patio interior; para su diseño el arquitecto se inspiró en el palacio de Monterrey de Salamanca, aunque empleó piedra granítica y ladrillo prensado. La sala principal o sala de recepciones del Ayuntamiento da a la fachada de la plaza mientras que el salón de plenos municipal corresponde a la parte trasera. El nuevo edificio se inauguró en 1908.
El interior se diseño con pretensiones Historicistas, decorándose con pinturas del mismo género, originales del cubano Gabriel Osmundo Gómez. En los despachos y salones se conserva una notable colección de pinturas, algunas son depósito del Museo del Prado; entre ellas destacan un Florero de Benito Espinós, la Romería de San Ignacio, obra de Inocencio Medina Vera etc. Entre las propiedades municipales se encuentran un San Juan Bautista del siglo XVII obra de Jusepe Ribera y cuadros de autores vallisoletanos como Castro Cires, Aurelio García Lesmes etc.