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Revestimientos de Piedra Artificial
Tanto los Aplacados de Piedra Natural como Artificial requieren de una aplicación cuidada. Para ambos casos, por lo general, los sistemas de fijación son similares, por lo cual trataremos aquí a ambos, diferenciando algún caso específico.
Superficie Base del Revestimiento
Antes de iniciar los trabajos de revestido deberá comprobarse que la superficie está en condiciones de recibir el aplacado.
La superficie tendrá que tener la preparación necesaria para que no haya que retocar con el cincel, ni que las juntas del mortero sean muy grandes (trasdosado del mortero).
Verificar que no tenga en su superficie ninguna deformación o eflorescencia (efecto producido por las lluvias y la cristalización de sales contenidas en el material que afloran en contacto con el agua).
Si la base es de hormigón, no deben quedar ni vestigios de líquido desencofrante, pues el mismo tiene una base aceitosa y no permite la adherencia del mortero de relleno.
El grosor de la capa de mortero en los revestimientos de muros de estar entre 15 y 20 mm. como mínimo, para regularizar ondulaciones e imperfecciones en la obra de fábrica o en el grueso de las mismas piezas de revestimiento.
Se debe dejar secar la base como mínimo, durante seis semanas antes de aplicar el revestimiento.
Para colocación y fijación queda descartado completamente el yeso, así sea para exteriores como para interiores.
En trabajos de exteriores, antes de colocar el revestimiento tiene que estar resuelto y decidido el sistema de aislamiento.
Medios de Sujeción
Por lo general, cualquiera sea el sistema de sujeción empleado, debe protegerse contra la posible oxidación o deterioro por efecto de sustancias químicas. Es por esta razón que se recomienda el uso de materiales inoxidables.
Para la sujeción al paramento, debe considerar lo siguiente:
Anclajes Galvanizados al Fuego
Al aplicar el revestimiento sobre capa de mortero continua, se utilizan anclajes galvanizados al fuego. Estos anclajes se galvanizan después de finalizada su fabricación.
Una vez galvanizados, ya no pueden ser templados al agua. Este tipo de anclajes no son retocables y no admiten desperfectos después de su galvanización. De lo contrario se correría el riesgo de corrosión, ya que el mismo es un proceso paulatino que modifica la composición química del hierro destruyéndolo.
Anclajes de Metal Inoxidable
En el caso en que el anclaje entre la losa de revestimiento y el firme del muro quede en contacto con el aire, es necesario utilizar anclajes de metal inoxidable.
Modos de Sujeción
Debe distinguirse entre dos tipos de anclajes:
- Anclajes Sustentables y
- Anclajes de Sujeción.
Los anclajes de sujeción no sustentan y su función se limita solo a evitar que el revestimiento no se separe de la pared.
Para exteriores no deben emplearse alambres para sujeciones de carácter sustentable, sino anclajes con patas de empotramiento u otros similares.
Los vástagos de empotramiento del anclaje deberán tener un diámetro del orden de los 4 mm. Si se trabaja con piedras blandas, y para lograr un mejor reparto de cargas, se requieren unos vástagos de anclaje de mayor escuadría, con un diámetro entre 5 y 6 mm.
Los anclajes de hierro plano, que sirven de sustentación, deben empotrarse en la pared con su máxima dimensión en posición vertical, ya que así consiguen mayor resistencia.
Colocación de los Anclajes
Todas las piezas pétreas colocadas sobre fachadas hasta la altura de la planta baja, exceptuando las pequeñas, deben anclarse firmememente al muro sujetando cada una con un anclaje, para placas se requieren cuatro por cada una.
Si se aplaca mas allá de la planta baja, deben disponerse en cada planta elementos de sostenimiento y de anclaje para que las hiladas que se dispongan por encima, no carguen ningún peso sobre las inferiores.
Los huecos donde se alojan los anclajes de sostén deben corresponder con el grueso de las placas y con las condiciones de la pared, respetando los principios de la estática.
Los anclajes de retención deben estar introducidos por lo menos en 5 a 6 cm dentro de la pared teniendo el hueco bien limpio y humedecido; luego se le aplica un buen mortero de cemento Portland que lo fija en su lugar.
Los vástagos de anclaje se ubican tomando una distancia entre el borde del hueco y el canto de la placa no menor de 10 mm.
La ubicación de los anclajes debe estar indicada en un plano de detalles o de acuerdo a instrucciones precisas donde se marquen las juntas verticales y las horizontales.
Los vástagos se introducen con cuidado en la placa, nunca a golpe de martillo. Si se desprende piedra del hueco de la placa no se coloca masilla, sino que se hace nuevamente el hueco en un lugar nuevo y adecuado.
En la placa y en la obra, los huecos de los vástagos se rellenan con mortero fino para que envuelva al vástago en forma uniforme.
Sobre calles con mucho movimiento de tráfico, sometidas a vibraciones permanentes, las placas colgadas corren el riesgo de desprenderse de los huecos de anclaje; para evitarlo es conveniente apoyar estas placas por los cantos sobre perfiles de hierro T suspendidos, garantizando su posición y previniendo posibles caídas.
También pueden sujetarse mediante tornillos con arandelas o cabezas con forma de roseta.
Formas de Colocación
De acuerdo a la altura del revestimiento, el tipo de muro sobre el cual se aplica y la clase de piedra empleada para revestir, encontramos distintas maneras de colocar las piezas pétreas:
- Colocación sobre Capa Contínua de Mortero, en Revestimientos Macizados.
- Colocación en Capa de Mortero sin anclajes, solo en casos excepcionales.
Solamente se realiza con placas pequeñas; un ejemplo: en fachadas revestidas con losetas de piedra natural hasta la altura de la planta baja.
Para esta forma de colocación se necesita que la superficie de la pared y también la de la piedra posean la adherencia suficiente para el mortero, a veces se requiere ejecutar un revoque previo con mortero lanzado.
- Colocación sobre Capa Continua de Mortero con Anclajes, en los casos de piedras porosas o piedras con la adherencia suficiente para el mortero.
- Colocación sin Macizado de Mortero, se utiliza cuando se desea una ventilación para la fachada. Este aplacado se ejecuta con tipos de piedras que posean resistencia elevada o poca adherencia al mortero.
Se indica especialmente en fachadas donde se desea realizar un revestimiento de piedra natural sobre un soporte que ya ha sido previamente revestido con una capa de material aislante. En estos casos solo se utilizan anclajes de acero inoxidable.
Colocación sobre Capa de Mortero Continua
Deben alinearse las placas pétreas con ganchos y cuñas de madera, ubicándolas en sentido horizontal y vertical.
Luego se procede a anclar las piezas al paramento con la cantidad necesaria de anclajes y se rellena la aprte posterior de las placas con mortero plástico de gran consistencia, nunca debe ser fluido.
El trasdosado del mortero se realiza por tongadas, esperando un cierto tiempo entre cada tongada para que el mortero tenga tiempo de endurecerse y fraguar.
Debe comprobarse que no queden huecos detrás del revestimiento a través de golpes (percusión) con lo cual puede detectarse si quedan huecos.
Para garantizar el relleno posterior de la pieza, deberá ayudarse con barras de hierro delgadas. Ya realizado el relleno, se limpian las piedras del revestimiento eliminando todo resto de mortero.
Por otro lado, se rasca el mortero de las juntas realizando el rehundido; ya que el mortero de cemento, al haber fraguado no puede eliminarse, la limpieza se debe efectuar inmediatamente después de su colocación.
Colocación con Toques o Franjas de Mortero
Deben disponerse los toques de mortero plástico junto a los anclajes; en caso de placaqs grandes, se irán distribuyendo entre las placas de manera que su distancia se encuentre entre los 30 y 40 cm. El diámetro máximo podrá ser de 10 cm.
Las franjas de mortero serán verticales y con un ancho que no supere los 10 cm.
Morteros a Utilizar
Solamente pueden emplearse morteros de cal y cemento Portland. El árido empleado debe ser arena de cuarzo granulada y lavada; no debe contener compuestos ferrosos.
Antes de su aplicación, debe humedecerse el muro y la superficie posterior de la piedra para que no absorban el agua contenida en el mortero.
Colocación de Placas sin Mortero
Para colocar las placas sin amorterar, se ubican en la posición definitiva, alineándolas en forma horizontal y vertical, y luego se efectúan los anclajes al muro.
Piezas Especiales
Cuando se colocan las piezas de impostas, elementos de los voladizos, cornisas u otros elementos, durante la colocación y posteriormente, se tendrá especial cuidado para que no se produzca el vuelco o desprendimiento de piezas.
Juntas Verticales y Horizontales
Las juntas deben repartirse de manera uniforme y en exteriores no deben tener menos de 4 mm. de anchura.
Para cornisas o cualquier otro elemento saliente de la fachada, las juntas verticales se realizan con un ancho mínimo de 6 mm., a fin de poder rellenarlas correctamente.
El rejuntado es muy importante , ya que de éste depende un buen acabado.
El mortero de las juntas se realiza con 1 de cal (ni muy graso ni muy húmedo), y con árido muy fino; se le puede agregar un colorante para crear un mejor efecto de conjunto, de acuerdo a las piezas empleadas.
Antes de realizar el rejuntado, se mojan las juntas y luego se aplica el mortero fijándose que haya quedado llenas y sin huecos.
Debe prestarse especial atención a las juntas en encuentros con ventanas para garantizar estanqueidad; de ser necesario puede emplearse masilla plástica.