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Plaza Nueva (Sevilla)
La Plaza Nueva de Sevilla podría compararse a la típica Plaza Mayor que existe en cada municipio de todas las ciudades de España. Como edificio principal predomina el Ayuntamiento.
Historia
El terreno de la actual Plaza Nueva en principio estaba inundado por el río Guadalquivir (conocido como la laguna de la Pajería), como gran parte de la ciudad y que seguramente profundizando unos pocos metros bajo sus losas se puedan encontrar restos de los primeros colonizadores que la fundaron, también fue un camposanto y zona de huertas.
A finales del siglo XIII una comunidad de franciscanos se instaló en la zona que abarcaba desde la plaza existente a espaldas del Ayuntamiento (el nombre de Plaza de San Francisco viene de esta comunidad), hasta cerca del puente de Triana, desde 1605 fue ocupada por otros religiosos que a día de hoy siguen ubicados en el cercano Convento de San Buenaventura. Durante la invasión francesa el convento fue parcialmente destruido y en 1810 pasto de las llamas, quedando en tal mal estado que se decidió por modificar la zona y acondicionarlo como plaza accesible a todo el público. Aún así en 1813 se intentó abrir la iglesia para en 1815 iniciar la reconstrucción del edificio conventual completo, llegado el año 1835 y la consabida desamortización requirieron que las obras se detuvieran.
En 1840 se acuerda en pleno demoler los restos del convento y en 1849 los terrenos que ocupan son cedidos a la ciudad por Real Decreto.
De todo este enorme edificio sólo ha quedado un par de vestigios, la conocida y camuflada capilla de San Onofre y el Arquillo renacentista (junto al Ayuntamiento) que da acceso a la Plaza de San Francisco.
Historia reciente
Los intelectuales de la época coinciden que el sitio ahora libre y cedido podría convertirse en Plaza Mayor, todavía inexistente, con el apoyo del Ayuntamiento y la aprobación de la Academia de Bellas Artes el proyecto del arquitecto Ángel de Ayala casi comienza a ser una realidad en 1850 siendo rechazado en 1851 debido a la falta de fondos y de interés.
En 1852 se realizan obras en el Ayuntamiento de las que se hace cargo el arquitecto municipal Balbino Marrón que también se responsabiliza del proyecto de plaza nueva (reutilizando material del convento recientemente demolido) que es inaugurada sin ser terminada en ese mismo año.
En 1854 es presentado por este mismo arquitecto otro proyecto con una nueva disposición de la plaza, es creada definitivamente en 1856 cuando las edificaciones que la circundan son levantadas a falta de la fachada del Ayuntamiento.
Su primer nombre fue el de Plaza de San Francisco, en recuerdo al convento que estuvo allí ubicado, en 1857 la renombraron como Plaza de la Infanta Isabel. Las desavenencias políticas llevaron a cambiarle el nombre el 22 de septiembre de 1868 por el de Plaza de la Libertad siendo esa misma razón por la que en 1873 pasó a ser conocida como Plaza de la República y también el 9 de diciembre de ese mismo año Plaza de la República Federal. Llegado el año 1875, el 30 de enero, el nombre fue cambiado por el de Plaza de San Fernando.
La plaza era un espacio diáfano con un único elemento en el centro, una farola, que posteriormente sería reemplazada por un quiosco para banda musical, su duración fue muy breve, en 1877 fue colocada la primera piedra del monumento al rey San Fernando en el centro del solar, pero no sería inaugurado hasta el 15 de agosto de 1924 y en cuyo diseño colaboró Juan Talavera y Heredia.
En tiempos de la Segunda República vuelve a ser rebautizada como Plaza de la República siendo en 1936 cuando es rotulada como Plaza Nueva. Hay que decir que todos estos cambios de nombre sólo lo eran de manera oficial pues el pueblo siempre la conoció como Plaza Nueva, debido a su carácter de una plaza recién construida.
Además del contínuo cambio de nombre con el que fuera conocida, también ha sido reformada en bastantes ocasiones pero siempre guardando la forma inicial con que fue diseñada. El cambio más evidente ha sido respecto a las fachadas de sus edificios quedando sólo unos pocos restos de su inicial configuración.
La vegetación que da color a la plaza también ha sufrido recortes, siendo en principio una triple hilera de árboles en cinta que quedó reducida a doble para hacer posible la circulación de vehículos, que a su vez ha pasado de rodar sobre una calzada empedrada a hacerlo por una adoquinada (desde 1880) hasta que fue asfaltada en 1961.
Las palmeras que ondean al viento lo hacen desde que en 1880 y tras mucho tratar de comprar a poseedores sevillanos de tan bellos ejemplares de árboles, trajeran desde Elche aproximadamente veinte de ellas, siendo así la plaza pionera en este sentido de poseer un elegante paisaje adornado de palmeras, con los años existen varios miles repartidos por toda la ciudad en distintos parques y jardines. Es a principios del siglo XX cuando se plantan árboles de sombra como plátano oriental, naranjos amargos y Ailantos (hoy desaparecidos).
Con el transcurrir de los años y la evolución de la tecnología se utilizaba como zona de prueba de nuevos medios de iluminación como puede ser por gas, eléctrica, báculos con luminarias fluorescentes, halógenas, después la decoraron con farolas de hierro forjado y algunas simulando otras épocas.
A partir de 1911 se añaden a la plaza como elemento decorativo, arriates para jardines, convirtiéndose en plaza ajardinada y arbolada. En 1920 algunos de éstos árboles fueron cambiados de lugar teniendo que anularse una hilera de bancos, permitiendo así el acceso de vehículos de mayores dimensiones. Llegado 1924 se inauguró el monumento a San Fernando, existente en el centro. Este mismo año son instaladas 12 farolas de fundición en pedestales de jaspe y con asientos semicirculares de mármol.
Durante muchos años existieron en la plaza distintos servicios, como quioscos de prensa, golosinas, flores..., también algunos urinarios, pero ya los hicieron desaparecer.
Entrada la década de 1930 se volvieron a añadir parterres más hacia el centro, estos fueron delimitados con balaustrada de piedra y una década más tarde volvieron a eliminar las balaustradas y los bancos de piedra blanca para reemplazarlos por bancos y pavimento de mármol, posteriormente durante la década de 1970, en un intento fallido de realizar el metro por vez primera volvieron a eliminarse dichos bancos.
Siempre se utilizó como lugar de encuentro, cuando el tráfico era accesible estaban centralizadas casi todas las líneas de autobús en este mismo lugar, con los últimos cambios realizados por parte de los distintos organismos, ha sido totalmente peatonalizada excepto para algunos vehículos ya sean de urgencias u oficiales.
A principios de diciembre de 2006, el día 6, después de aproximadamente ocho meses de trabajo, se dieron por finalizadas las últimas obras de remodelación que se realizaron en la plaza y fue inaugurada por el alcalde.
Las obras realizadas en esta ocasión consistían, además de acondicionar el espacio como área para peatones suprimiendo el tráfico rodado, en pavimentar todo el suelo con granito y mármol, colocar bancos de granito recubiertos de madera, añadidura de macetones para flores, distintos tipos de farolas, árboles, una fuente, quioscos, aparcamiento de bicicletas y terminar de colocar los últimos raíles y el apeadero del Metrocentro que será el único transporte público que puede acceder al lugar además de los taxis.
Arquitectura
- Edificio del Ayuntamiento de Sevilla, diseñado por Diego de Riaño en el siglo XV, fue reformada, tras el derribo del convento de San Francisco, en el s. XIX por Demetrio de los Ríos y Balbino Marrón, que trazaron la nueva fachada principal, orientada a la Plaza Nueva, de corte neoclásico.
- Edificio Telefónica, obra de Juan Talavera y Heredia (1926-1928)