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Panteón de los Reyes
El Panteón de los Reyes de León se trata de una construcción adosada a los pies de la Basílica de San Isidoro de León, en León (España), en el nártex del primitivo tempolo románico; es un espacio rectangular con pórtico, de aproximadamente ocho metros de lado. Dos robustas columnas, sobre las que se apoyan siete arcos, dividen el espacio en tres naves.
Reyes enterrados en el panteón
En él se albergan los sepulcros (de piedra, sin decoración) de diversos reyes de León y miembros de la familia real. Se han identificado los siguientes:
Reyes de León
- Alfonso IV 925-930
- Ramiro III 966-984
- Bermudo II el Gotoso 985–999, y su esposa Elvira
- Alfonso V 999- 1027, y su esposa Elvira
- Bermudo III 1027-1037 y su esposa Jimena
- Leonor, hija de Alfonso IX
- Urraca, señora de Zamora
- Elvira, señora de Toro
Reyes de León y Castilla
- Fernando I el Grande, 1037-1065, Rey de León y de Castilla, y su esposa Sancha
- Urraca I 1109-1126.
- Isabel y Zaida, esposas de Alfonso VI
- Teresa, esposa de Fernando II y su hijo García
- Estefanía, hija de Alfonso VII
- María, hija de Fernando III
Reyes de Navarra
- Sancho III Garcés el Mayor, 1004-1035, aunque no se sabe con certeza si se enterró aquí o en Monasterio de San Salvador de Oña.
Reyes de Galicia
- García
Condes de Castilla
- García Sánchez de Castilla (+1029), último conde de Castilla, aunque su sepulcro como en el caso de Sancho el Mayor también esta en Oña.
La decoración pictórica
A lo largo de los muros y de las seis bóvedas resultantes, se desarrollan los tres ciclos litúrgicos, Navidad, Pasión y Resurrección, formando un itinerario que tiene su inicio en el muro meridional y que, siguiendo el sentido de las agujas del reloj, culmina en la puerta que le da acceso a la Iglesia.
Las escenas, que según algunos autores siguen el desarrollo de la Misa mozárabe, se estructuran en relación con los tres ciclos litúrgicos:
- La NAVIDAD: Anunciación, Visitación, Epifanía, Natividad, anuncio a los pastores, Huida a Egipto, circuncisión y Degollación de los Inocentes.
- la PASIÓN: Última Cena, escenas de la Pasión y Crucifixión.
- y la RESURRECCIÓN: Gloria de Cristo según el Apocalipsis de San Juán, Maiesatas Domini y entronización del año.
El conjunto es completado con representaciones de los signos del zodíaco y del calendario agrícola.
La pintura leonesa
Durante mucho tiempo los frescos de San Isidoro fueron adscritos al estilo francorrománico, que penetró en España gracias a los caminos de peregrinación y a los contactos políticos con Francia, y que se estableció en las tierras leonesas, en clara oposición con la corriente que llegaba de Italia, que permaneció en el Nordés.
Su desarrollo significó, en su zona de influencia, la erradicación definitiva de los restos de bizantinismo, el simbolismo excesivo y la riqueza de los atavíos) y el comienzo de los grandes ciclos historiados hispanos. Algunos expertos ven esta huella francesa en el predominio de fondos blancos, en la predilección por pocos colores fundamentales aplicados en superficies lisas y en su rudeza y gran expresividad.
Frente a la línea de un artista extranjero, actualmente coge fuerza la teoría de que la decoración de Santo Isidoro es la obra de un taller leonés, más conocidos por sus ilustraciones de libros miniados que por su pintura mural. Santo Isidoro, para lo que respecta a su cronología tampoco hay acuerdo, no es solo importante por el gran valor artístico de sus frescos, sino también porque es testigo de la pintura que se realizaba paralelamente a la escultura de peregrinación, no en una pequeña iglesia rural, sino en un rico edificio, monárquico y urbano.