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Monasterio de Sant Miquel del Fai
El monasterio de Sant Miquel del Fai es un antiguo cenobio benedictino situado en la localidad de Riells, en la comarca del Vallés Oriental.
Historia[editar]
El monasterio fue fundado por Gombau de Besora, señor entre otras tierras del castillo de Montbui en Caldas. En 997, Gombau compró las tierras a Ramón Borrell. Se desconoce la fecha exacta de la fundación del monasterio pero en 1006 ya estaba instalada una comunidad de frailes, siendo su primer abad Guillemund.
Tanto los Condes de Barcelona como el propio Gombau dotaron al monasterio de importantes bienes. En 1042, Gombau unió, en calidad de priorato, el monasterio catalán con el de San Víctor de Marsella con el fin de garantizar la continuidad del cenobio después de su muerte.
La comunidad residente en Sant Miquel fue siempre pequeña, entre cinco y seis monjes. Entró en declive a partir del siglo XIV cuando la comunidad quedó reducida a tres monjes. La vida religiosa en el cenobio finalizó en 1567 cuando se convirtió en una dependencia de la archidiócesis de Gerona quien se encargó de mantener el culto en el recinto mediante sacerdotes beneficiados. El antiguo monasterio se fue transformando en un santuario al que acudían los vecinos de las localidades cercanas. Tras la desamortización quedó en manos de particulares. Las actividades religiosas se mantuvieron hasta 1936.
A pesar de ser un monasterio de pequeñas dimensiones contó con importantes donaciones. En el Museo Diocesano de Barcelona se conserva una cruz románica de plata repujada, obra única de la orfebrería románica, procedente de Sant Miquel. En el museo se encuentran también lápidas, sarcófagos y otros artículos de menaje que demuestran la riqueza que un día tuvo este cenobio.
Arquitectura[editar]
La iglesia se construyó en una cueva, sirviéndole de techo la propia piedra. Se trata de la mayor iglesia troglodita del país. Tiene una portalada románica formada por un arco de medio punto. Completa la portalada una arquivolta apoyada sobre un par de columnas, rematadas con capiteles decorados con motivos vegetales. Tan sólo quedan algunos restos del altar mayor.
Tiene una pequeña cripta a la que se accede a través de una escalinata situada cerca de la entrada. En el suelo de la iglesia son visibles las lápidas de los antiguos abades. En las capillas laterales, prácticamente desaparecidas, se encuentran dos tumbas. La primera, del siglo XIII, se cree corresponde a Guillem, conde Osona y hermano de Ramón Berenguer I, quien, tras renunciar a sus derechos, fue monje de Sant Miquel. La otra tumba se supone que es la de Andrés de Arbizu, monje de origen navarro que aportó numerosos bienes al cenobio.
La antigua casa del priorato es de estilo gótico y fue construida en el siglo XV. Durante muchos años funcionó como hostal, aunque conserva su disposición original.
Referencias
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