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Monasterio de San Pedro de Montes
Fue junto con el Monasterio de Carracedo el más poderoso de los monasterios bercianos en cuanto a dominios, no correspondiéndose éstos en lo económico, sufriendo sus rentas tales usurpaciones, tanto por parte de la realeza como de distintos señores, que en distintos momentos de la historia se temió por su supervivencia.
Añadiéndose, a mayor desgracia, la desatención por parte de las superiores instancias eclesiásticas que aún hoy en día parecen extenderse al no hacerse a cargo el Obispado de Astorga ni en todo, ni en parte, de los gastos para su recuperación. Tras la desamortización de Mendizábal entró en estado de ruina, fue declarado Monumento Nacional en 1931 . Hoy se encuentra en estado ruinoso realizándose diversas intervenciones, pero a la espera de un plan director que lo rescate de la ruina.
La descripción del entorno según palabras de San Valerio, que se pueden aplicar a hoy en día, es la siguiente:
"Es un lugar parecido al Edén y tan apto como él para el recogimiento, la soledad y el recreo de los sentidos. Cierto es que está vallado por montes gigantescos, pero no por ello creas que es lóbrego y sombrío, sino rutilante y esplendoroso de luz y de sol, ameno y fecundo, de verdor primaveral…Aunque en la rígida pendiente de la montaña ni un solo rincón encontramos donde edificar, con la ayuda de Dios, el trabajo de nuestras propias manos y la precia de los artesanos, en muy poco tiempo allanamos un pequeño espacio donde pudimos edificar un breve remedo de claustro. ¡Qué delicia contemplar desde aquí los vallados de olivos, tejo, laureles, pinos, cipreses y los frescos tamarindos, árboles todos de hojas perennes y perpetuo verdor! A este inmarcesible bosque le llamamos Dafne por sus emparrados rústicos de cambroneras que brotan espontáneas y trepan por los troncos y forman amenísimos y compactos toldos, y refrescan y protegen nuestros miembros de los rigores del estío y nos proporcionan mayor frescor que los antros de las rocas o la sombra de las peñas, mientras que el oído se regala con el muelle del cantar del arroyo que a la vera corre, y la nariz se embriaga con el nectáreo perfume de las rosas, los lirios y toda clase de plantas aromáticas. La bella y acariciadora amenidad del bosque calma los nervios y el amor auténtico, puro y sin fingimientos, inunda el alma"[1]
Situación[editar]
En el valle de nacimiento del Río Oza, en la Subcomarca del Oza o Valdueza,en el municipio de Ponferrada, en la comarca de El Bierzo, provincia de León, comunidad autónoma de Castilla y León, España.
Como llegar:
Partiendo de Ponferrada en dirección sur, se atraviesa el río Boeza y se coge la carretera de San Lorenzo del Bierzo, a la altura de San Esteban de Valdueza un panel indicador nos indica desviarnos a la izquierda (este), comienza una carretera sinuosa y peligrosa en su último tramo de alta montaña. Tras dejar atrás los pueblos de San Cosme (deshabitado) Valdefrancos y San Clemente subimos un estrecho tramo que nos deja en un desvío que nos lleva a la izquierda a Santiago de Peñalba y a la derecha a San Pedro de Montes. El recorrido total se acerca a los 20 Km .
Historia[editar]
Origen. Monacato visigótico.
Fue fundado hacia el año 635[2] por San Fructuoso con la ayuda de su joven discípulo y albañil Baldario. San Fructuoso buscaba de nuevo la soledad tras la fundación del Monasterio de Compludo y se interno en los valles situados entre los Montes Aquilanos edificando un pequeño oratorio dedicado a San Pedro Apóstol frente al antiguo Castro Rupianensi (o Castro Rupianense),es por esto que a al monasterio de San Pedro de Montes se le llama también Monasterio Rupiano o Rupianensi, en las estribaciones del pico de la Guiana (o Guiana), en el lugar que actualmente ocupa la iglesia de San Pedro de Montes. Junto a este primer oratorio fundo el primigenio cenobio.
Tras la muerte de San Fructuoso sus discípulos continuaron con la vida monacal hasta la llegada de San Valerio, buscando como San Fructuoso la soledad y los pasos de este procedente igualmente del Monasterio de Compludo. Primeramente tuvo graves enfrentamientos con los monjes que allí habitaban, pero tras la interposición real, que lo convirtió en abad lo aceptaron.
Junto con su sobrino Juan amplio el cenobio y sus alrededores, plantando unas magnificas huertas y jardines. Un discípulo suyo, Saturnino, edificó sobre la roca donde solía orar San Fructuoso, marcada con una cruz, una pequeña ermita en honor de la Santa Cruz y de San Pantaleón.Probablemente de esta primitiva ermita procedan los restos visigodos que se encontraban hasta hace poco en el frontal de la ermita de la Santa Cruz en San Pedro de Montes junto con otros restos prerrománicos, entre ellos la lápida fundacional de la ermita que corresponden al año 905. Está ermita fue edificada a principios del XVIII a pocos metros de donde estaba situada la anterior y probablemente la primitiva edificada por Saturnino. Bajo la dirección de San Valerio se dio un gran impulso a la vida monástica, alcanzandose una gran actividad literaria, en parte por las obras por él manuscritas.
A principios del nuevo siglo, en el año 714, las razzias mussulmanas inavaden El Bierzo destruyendo muchos de los monasterios entre ellos el monasterio Rupiano.
De esta época nada se conserva salvo, tal vez, un capitel o imposta usado actualmente como pila de agua bendita en la Iglesia del Monasterio y parte de los restos que se conservaban en el frontispicio de la Ermita de la Santa Cruz.
Reconstrucción. San Genadio.
Hacia el año 895, San Genadio y doce discípulos que le acompañaban, llegaron, procedentes del Monasterio Ageo (situado, probablemente, en Ayoó de Vidriales, Provincia de Zamora, Diócesis de Astorga), se encontraron que poco quedaba del monasterio rupianensi, salvo ruinas y maleza. A principios del 896 ya habían conseguido realizar una primera restauración que les permitió instalarse. El Obispo de Astorga, Ranaulfo, nombra abad a San Genadio y le otorga la regla de San Benito(la primera vez que se otorga en España) que sustituirá la regla de San Fructuoso, seguida por sus anteriores ocupantes, y permanecerá hasta la exclaustración del Monasterio en 1835. Simultáneamente a su consagración como abad, el Rey de Galicia (no está claro quien era el Rey en esa época, ya que se contradicen las fechas con el nombre que figura en los documentos. Podría ser Ordoño II, cunado reinaba solo en Galicia, o Alfonso III) dona al Monasterio el Valle del Oza; el pueblo de Morales del Rey, en Zamora (posteriormente se estableció en este pueblo un priorato);objetos litúrgicos y libros.
Tras ser nombrado San Genadio Obispo de Astorga (en contra de sus preferencias), le sucede como abad Vicente.
Aún estando tan lejos, San Genadio continuo trabajando fervientemente por la restauración del Monasterio. En esta étapa, año 905, se restauro la ermita de Santa Cruz de Montes que antes ha sido nombrada,[3] se edificaron otros eremitorios cerca del Monasterio y en otros valles cercanos, se reforzo y amplió la iglesia.En el año 915 terminaron las reformas y san Genadio emitió un testamento (entiendase en el sentido de donación no con el significado actual) en el que destaca la organización de la primera biblioteca circulante de la que tenemos conocimiento.
Consagración de la Iglesia El 24 de Octubre del año 919 se consagra a San Pedro la Iglesia del Monasterio reedificado, actuando en su consagración cuatro obispos: el propio San Genadio, de Astorga; Sabarico, de Dumio; Frunimio, de León; y Dulcidio de Salamanca. Junto a la antigua entrada del claustro se conserva una lápida grabada en caracteres semi mozarabes relatando esta consagración y la historia del edificio en breves apuntes (se duda si esta lápida es coétanea a la consagración o posterior, no más allá del Siglo XI).
De esta época solo se conservan las columnillas de las ventanas del campanario, aunque esta datación es muy discutida.
Auge del Monasterio de San Pedro de Montes (siglos XI- finales del XIII). Es la época de crecimiento del Monasterio, formandose y consolidandose sus dominio en la región de El Bierzo (territorio bergidense:[4] El Bierzo, La Cabrera, Valdeorras,...), Astorga y La Bañeza. Siendo sus principales abades: F. Vicente (último tercio Siglo XI), F. Fernando y el Abad Nuño (mediados siglo XII).
Hay que reseñar la inusual falta de donaciones tanto por parte de la nobleza como parte de las autoridades eclesiásticas, entre la primera ofrecida, probablemente, por Ordoño II (914-924) y la ofrecida por Alfonso VII (1129-1157) van doscientos años en los que extrañamente no se produce ninguna donación real (algo habitual en otros cenobios). Esto no se puede achacar a destrucciones accidentales de los documentos ya que los monjes se hubieran apresurado a pedir copias y se conserva la documentación del Monasterio. A partir de mediados del siglo XII se sucede una etapa de numerosas donaciones tanto de particulares como de la nobleza y realeza.
Crisis del Monasterio (mediados siglo XIII-principios del XVI (incorporación a la Congregación de Valladolid 1505))
Finalizado el mandato del Abad Marcos el monasterio cae en una profunda crisis estando a punto de desaparecer. Es una época de gran confusión debido a los problemas de sucesión de Sancho IV y de su hijo D. Fernando, el Emplazado, aprovechándose los encargados de proteger el Monasterio (nombrados por el rey entre 1255 y 1297), llamados encomenderos.[5] Al comienzo del siglo XIV las usurpaciones de su patrimonio y rentas, sobre todo por parte de la nobleza, llegaron a ser de tal calibre. El Obispo de Astorga admite la crítica situación, que apenas permite sustentarse a los monjes temiéndose su desaparición. Tan grave es la situación que, al principio del siglo siguiente, en 1415, se pide al Nuncio de Benedicto XIII, reunir varias iglesias en una sola parroquia. Por si fuera poco, el Monasterio sigue embarcado en numerosos pleitos, entre ellos el del Conde de Benavente, el cual pretende adueñarse de las posesiones del Monasterio en tierras zamoranas.
Incorporación a la Congregación de Valladolid. Finales siglo XV-Desaparición del Monasterio en en 1835
La ruina general de los monasterios del reino llevo a los reyes a buscar una solución, que comienza a finales del siglo XV con una reforma del clero. El Monasterio de san Pedro se incorpora a la Congregación de Valladolid y comienza a resurgir de la penuria económica y la decadencia que iría progresando, acompañada de una recuperación de la vida monacal, hasta un nuevo esplendor a mediados del siglo XVIII. Pero el comienzo del siglo XVI se presenta muy duro. Las rentas llegan para mantener un edificio tan antiguo y necesita de continuos arreglos y reformas que amenaza ruina, por si fuera poco, la unión con la congregación de Valladolid ha supuesto la perdida de la casa de estudios lo que conlleva que la formación ha de realizarse en Salamanca. a todo esto hemos de añadirle los continuos pleitos, entre ellos uno de los más importantes es el que duro siglo y medio (entre 1520 y 1670) contra el pueblo de San Esteban de Valdueza por la jurisdicción de Fonlevar (Folibar)
Otras imágenes
Referencias
Referencias e información de imágenes pulsando en ellas. |
- ↑ Obras de San Valerio. Escrito transcrito en: "Peñalba, Montes y Compludo", Luis Pastrana,1987. ISBN 84-86205-29-8
- ↑ Si bien en muchos textos divulgativos se data la fundación del Monasterio sobre el 650, Fray Joaquín Herrezuelo en su obra "Historia del Monasterio de San Pedro de Montes" demuestra con numerosa documentación, su correcta datación en el 635
- ↑ La lápida fundacional fue robada en Marzo de 2007 Robo ermita Santa Cruz de San Pedro de Montes
- ↑ Es habitual referirse a El Bierzo en la documentación de la época como "Territorio Bergidense", como muestra un documento de donación de un tal Oveco Sánchez y esposa de 29 de junio de 1100:"(...)et sunt in territorio bergidense(...)"
- ↑ Yepes se equivoca al creer que eran abades comendatarios, sino como aclara Fray Joaquín Herrezuelo, simples seglares encargados de tal tarea