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Catedral de la Asunción de Jaén
La Santa Iglesia Catedral de la Asunción de la Virgen de Jaén es una catedral de estilo principalmente renacentista, concebida en el siglo XVI tal y como se observa en la actualidad. Se ubica en la Plaza de Santa María, frente al Ayuntamiento de Jaén y el Obispado. En su interior se custodia, entre otras obras de arte y objetos religiosos, la reliquia del Santo Rostro o "La Verónica", alojada en la capilla mayor, y que se expone ante el público todos los viernes. La Catedral de Jaén aspira en la actualidad a convertirse en Patrimonio de la Humanidad.
Construcción
Sobre una antigua mezquita aljama,[1] fue convertida en iglesia mayor, cuando Fernando III el Santo en el año 1249, reconquistó la ciudad de Jaén y mandó consagrarla a don Gutierre Ruiz (1245-1249), obispo de Córdoba, a la vez que trasladaba la sede episcopal de Baeza a Jaén. Se proyectó inicialmente en estilo gótico. Tras sufrir graves desperfectos por la incursión árabe en el año 1368, se tiene que derribar para continuar otra nueva bajo el mandato del obispo Nicolás de Biedma.
Hay que volver a reconstruir a partir de 1494, bajo el mandato del obispo Luis Osorio, debido a la inconsistencia de sus muros (en el año 1500 fue requerido Enrique Egas para hacer una tasación) con tan mala fortuna que en 1525 el cimborrio sufre un derrumbe, es cuando se vuelve a emprender la gran reforma para cambiar a la actual construcción renacentista.
Esta adaptación se fue realizando en diferentes fases, de ahí los diferentes estilos visibles. De hecho, restos de la catedral gótica pueden observarse principalmente en la parte baja de su cara oriental, perteneciendo a ellos la famosa "Mona" o Bafumet, que, tocada con un turbante, se observa sentada sobre una esquina del friso gótico.
Aunque la obra renacentista duró 164 años ( desde 1540 hasta 1724) y fueron muchos los arquitectos que dirigieron su construcción, presenta una excepcional armonía en sus diferentes estilos. Uno de los arquitectos que más influyeron en la obra fue el renacentista Andrés de Vandelvira, nacido en 1509; en su proyecto de la catedral, dirigió personalmente las obras de la sacristía, Sala Capitular y cripta o panteón, ya que la construcción de la catedral renacentista se empezó por la cabecera. La sacristía está considerada como una de las arquitecturas más originales dentro del renacimiento español, cuya composición de columnas y arcos resuelve perfectamente todos los problemas de luz y espacio. A pesar de haber tenido a su lado al escultor Esteban Jamete para la realización de la parte escultórica de sus obras por la provincia, se le atribuye en la Catedral de Jaén la realización del Ecce Homo, que se encuentra en el testero de la parte derecha del crucero.
A partir de su muerte en 1575, se hizo cargo su ayudante Alonso Barba,
Como el propio Vandelvira nos dice en su testamento el 16 de abril de 1575 “…hago saber al Ilrmo señor obispo de Jaén y a los muy Il sr Deán y Cabildo de la Santa Iglesia que la persona de que yo tengo mas satisfacción que podrá hacer la dha obra y proseguirla y acabarla como de suso se contiene es alº barba el cual a veinte años y mas que en mi compañía a entendido y entiende en la dicha obra y con el tengo mucho comunicado los secretos de la dha obra y le dexo el modelo della y concurriendo en su persona como concurren la dhas calidades mexor en él qe en otro estará la dha maestría decláralo por descargo de mi conciencia…”. (tomado de Vandelvira. Fernando Chueca. La referencia original es de la Revista de “Don Lope de Sosa”.)
siendo fiel seguidor del proyecto de Vandelvira. Todo el interior de la catedral, a pesar de los diversos arquitectos que pasaron por su construcción, se realizó siguiendo las trazas que dejó Vandelvira. El catedrático de Historia del Arte Pedro Galera Andreu, en su obra acerca de este templo, afirma que "pocas catedrales españolas ofrecen una mayor unidad estilística que la de Jaén".
Fachada Principal
En la fachada principal (terminada a finales del siglo XVII), se observan varios balcones desde los que se exponía el Santo Rostro para bendecir tierras y gentes. Mide 32 metros de altura por 33 de anchura, sin incluir las torres. Y son precisamente estas dos torres las que le dan el aspecto renacentista al conjunto, aunque fueron acabadas a principios del siglo XVIII. Se elevan en principio sin adornos especiales y al llegar al primer cuerpo se abren doce huecos rematados por una balaustrada, el segundo cuerpo es octogonal con ocho aberturas terminadas con arcos de medio punto, encima la cúpula esférica y sobre ella una cruz de hierro. La torre de la izquierda es la llamada de las Campanas, por estar en ella las nueve campanas que dispone la Catedral.
La fachada, realizada por Eufrasio López de Rojas entre 1667 y 1688, destaca especialmente por la puesta en escena de un gran muestrario iconográfico, casi todo él magníficamente esculpido por Pedro Roldán, en el que se encuentran desde significados universales (Padres de la Iglesia, Salomón, San Pedro y San Pablo, la Asunción de la Virgen, etc.) hasta particulares devociones locales (San Fernando, Santa Catalina y, sobre todo, el Santo Rostro).
Puertas
En la fachada principal se encuentran tres puertas de entrada:
- Puerta del Perdón o central. Con relieve en su parte superior de la Virgen de la Asunción realizada por Julián Roldán y por la parte interior hay el relieve del Niño Jesús entre los doctores de Pedro Roldán.
- Puerta de los fieles. Sobre la puerta,una escultura de San Miguel de Julián Roldán. En su parte interior con el relieve de las Bodas de Caná de Lucas González.
- Puerta del clero. Lucas González es el autor de la imagen de Santa Catalina en la sobrepuerta. En su interior se encuentra la Huida a Egipto de Pedro Roldán.
Además hay otras dos puertas:
- Portada del sur. Realizada por Vandelvira, sobre el friso de la puerta se encuentra un altorelieve de la Asunción, la puerta tiene como remate un frontón triangular. En su interior hay los relieves de la Circuncisión de Jesús y la Presentación de Jesús en el Templo.
- Portada del norte. Realizada por Juan de Aranda Salazar, con una Inmaculada Concepción en la hornacina central sobre la puerta y con las imágenes de Salomón y David a ambos lados. También hay los escudos de la Catedral y del obispo Baltasar Moscoso y Sandoval (1619-1646). La puerta se encuentra flanqueada por columnas de su misma altura. En la parte interior que da al templo, se representa con relieves el Nacimiento y la Adoración de los Magos, éstos realizados por Luis de Aguilar en el año 1564. Se inauguró en el año 1640 con gran solemnidad, ya que por entonces estaba muy arraiga la devoción a la Inmaculada. En el suelo de esta entrada está enterrado el Deán de la catedral, Iñigo Fernández de Córdoba, muerto en 1624, que así lo quiso para "ser pisado por todo el que la cruzare".
Interior
En el interior se pueden observar diferentes estilos que van desde el renacentista al churrigueresco, pasando por el Neoclásico o el barroco.
Presenta planta de "salón" y consta de tres naves divididas por esbeltos y elegantes pilares cruciformes corintios bastante separados, coronados por bóvedas vaídas.
La esbelta cúpula del crucero es obra del arquitecto Juan de Aranda Salazar, formada por una circunferencia adornada de 12 metros de diámetro, debajo de la cual en sus pechinas, se encuentran los relieves de San Miguel, San Eufrasio, Santiago y Santa Catalina. De la parte superior de la circunferencia se eleva la bóveda con ocho ventanas, remata con una circunferencia de dos metros y medio de diámetro de la cual surge la linterna que tiene cinco metros de altura con ocho ventanales y rematada por una semiesfera con una cruz de hierro por el exterior.
Altar Mayor
El presbiterio elevado por cinco escalones del resto del templo, está cerrado por una reja realizada por Clemente Ruiz, herrero de Málaga, en el año 1658. En cada uno de sus cuatro ángulos se encuentra colocado un ángel sosteniendo una lámpara de plata.
El altar actual sustituyó al del año 1660 y fue mandado hacer y costeado por el obispo Agustín Rubín de Ceballos (1789-1793).
Situado el altar en el tercio posterior del presbiterio, es de mármol rojo formando un cuadrado de cinco metros de lado. Sobre éste, a unos 70 centímetros del borde, se levanta otra plancha de mármol de 25 centímetros de grueso, con remates de bronce. En su centro está el sagrario enmarcado con adornos de racimos y flores. El templete es del arquitecto Juan Pedro Arnal y fue elaborado en Madrid, consta de ocho columnas de Serpentina de estilo corintio. En el remate de la cúpula hay una cruz de cristal de Jaspe enmarcada en bronce. Rodean a este templete las figuras de seis ángeles de mármol blanco, realizados: los del lado de la Epístola por Alfonso Giraldo Bergaz y los del lado del Evangelio por Juan Adán.
Capilla Mayor
La capilla Mayor o del Santo Rostro (nº 9 en el plano) fue construida por primera vez bajo el mandato del obispo Alonso Suárez de la Fuente del Sauce en el siglo XVI, después tuvo que ser demolida y las nuevas obras fueron hechas por el arquitecto Juan de Aranda en el siglo XVII.
El retablo mayor consta de tres cuerpos en el que se combinan los estilos dórico, jónico y corintio y cubre toda la cabecera de la capilla. Fue realizado por los hermanos Sebastián y Francisco Solís.
En el primer cuerpo, en su parte central, se guarda el relicario de orfebrería cordobesa que conserva el Santo Rostro, cubierto con una tabla pintada por Sebastián Martínez y detrás de la tabla hay una puerta que se abre con dos llaves que da acceso a la caja fuerte custodiada por tres llaves. Dentro de la caja fuerte hay una urna de plata y oro que también necesita de dos llaves para abrir y ver la reliquia del Santo Rostro.[2] Encima de esta cámara hay una hornacina en la que se encuentra la Virgen de la Antigua, talla gótica que según la tradición fue donada a la ciudad por Fernando III el Santo. Se encuentran también en este piso del retablo las imágenes de San Pedro, San Pablo, San Bernardo y San Antonio Abad, todas de grandes dimensiones. En sus calles laterales se encuentran los lienzos representando, el primero, Encuentro de Jesús con la cruz y María camino del Calvario, y el otro, Jesús despojado de sus vestiduras.
En el segundo cuerpo de orden jónico, en su parte central, se encuentra un altorrelieve de la Virgen de la Asunción, obra de Sebastián Solís. En las otras dos calles están colocados los lienzos del Descendimiento de Jesús y el Señor atado en la Columna.
El tercer cuerpo es de estilo corintio, y está formado por cuatro columnas de Serpentina. En él hay un grupo del Calvario, también del escultor Sebastián Solís. En sus laterales las imágenes de la Virgen y San Juan, y a los lados de éste último cuerpo hay alegorías escultóricas de las virtudes teologales, Fe, Esperanza y Caridad.
En el ático del retablo encontramos una imagen del Padre Eterno con la esfera en la mano, coronada por una cruz.
Capillas menores
Situadas en las naves laterales hay catorce capillas, teniendo que añadir dos más en el centro al lado de la capilla mayor.
Capilla del Cristo de la Buena Muerte (nº 1 en el plano). Contiene la talla del Cristo de la Buena Muerte del escultor Jacinto Higueras, y en el lateral izquierdo un retablo de estilo plateresco con una pintura central de Santo Domingo de Guzmán, realizada por Pancorbo.
Capilla de San Sebastián (nº 2 en el plano). Imagen de San Sebastián pintada por el artista Sebastián Martínez. En el lateral retablo plateresco con una escultura de San Juan Nepomuceno.
Capilla de San Jerónimo (nº 3 en el plano). Lienzo del santo titular de la capilla pintado por José Antolínez. En el lateral izquierdo había un relieve de la Asunción del escultor Mariano Benlliure que actualmente se encuentra en el Museo de la Catedral.
Capilla de la Virgen de los Dolores y Santo Sepulcro (nº 4 en el plano). Decorada por Francisco Pancorbo con representaciones de la Transfixión de la Virgen, del Descendimiento de Cristo, Evangelistas y Profetas. En una urna se encuentra la imagen de Jesus en el sepulcro.
Capilla de la Virgen de las Angustias (nº 5 en el plano). La imagen de la Virgen es una talla de José Mora. Por encima se encuentra un óleo de San Pedro Pascual ya que en origen, esta capilla estaba dedicada a este santo. Se encuentra enterrado en esta capilla el obispo Fray Jerónimo de Valderas (1669-1671).
Capilla de Santa Teresa (nº 6 en el plano). Presenta un retablo barroco donde están las imágenes de Santa Teresa de Jesús, San Juan Bautista y San Roque. La decoración es de Pancorbo.
Capilla de San Benito (nº 7 en el plano). Contiene un retablo barroco. En su centro la imagen de San Benito. En su parte inferior hay una pintura de la cara de Cristo y en la superior una imagen también barroca de la Inmaculada. En esta capilla está la sepultura del obispo Fray Benito Marín (1750-1769).
Capilla de Santiago Apóstol (nº 8 en el plano). Situada en la parte izquierda de la capilla mayor. En el retablo que es de Manuel López, están las esculturas de San Judas Tadeo, San Andrés, Santo Tomás de Villanueva y San Ambrosio y en su coronación hay un lienzo de la Virgen del Pilar.
Capilla de San Fernando (nº 10 en el plano). Situada a la derecha de la capilla mayor. El retablo es de Manuel López, y el cuadro de San Fernando, vestido de rey, se atribuye a Valdés Leal. También se encuentra una imagen de la Virgen de la Cabeza.
Capilla de San Eufrasio (nº 11 en el plano). Retablo de estilo Neoclásico de Manuel López de 1790 y el conjunto escultórico realizado por Juan Adán y con colaboración de Miguel Verdiguier. Urna con el cuerpo de San Pío mártir, dado por el papa Pío VII al obispo Rubín de Ceballos (1780-1793) que también se encuentra enterrado en esta capilla.
Capilla de La Inmaculada (nº 12 en el plano). Retablo con una pintura de la Inmaculada en el centro. Se encuentra sepultado aquí el obispo Manuel María González y Sánchez (1877-1896).
Capilla del Niño Jesús (nº 13 en el plano). Imagen del Niño Jesús en el centro y sobre él un cuadro de la Circuncisión de Jesús obra de Zacarías González de Velázquez. Se encuentra en esta capilla la sepultura del obispo Salvador Castellote y Pinazo (1901-1906).
Capilla de San Miguel (nº 14 en el plano). De estilo barroco con pintura de San Miguel realizada por Francisco Pancorbo. Se encuentra también un cuadro de la Virgen del Alcázar, patrona de Baeza.
Capilla de San Pedro Pascual (nº 15 en el plano). Pintura de José Carazo.
Capilla de la Virgen de la Correa (nº 16 en el plano). Se encuentra un Cristo crucificado y a sus pies la Virgen con la corona de espinas en sus manos.
Capilla de San José (nº 17 en el plano). Retablo de tres calles con la figura de San José en el centro, un Cristo crucificado en la parte superior y diversas pinturas de santos en los laterales. Contiene también, unas tallas policromadas representando los Evangelistas. En los intercolumnios están los cuadros de San José, San Juan Bautista, San Agustín, San Francisco, Santa Catalina y San Cristóbal.
Coro
La obra del coro se comenzó en el año 1730 bajo la dirección de José Gallego y Oviedo, terminándose en 1736. Está separado por una reja, del crucero.
La bóveda es abundante en imágenes y alegorías, tiene relieves de los cuatro Evangelistas en sus pechinas, que a su vez sostienen un doble anillo a partir del cual se encuentran ocho figuras de ángeles-músicos, separados por un doble radio que rematan en el casquete, donde hay un gran altorrelieve de la Asunción de la Virgen.
La sillería, en madera de nogal, fue empezada bajo el mandato del obispo Alonso Suárez de la Fuente del Sauce y ejecutada por los tallistas López de Velasco, Jerónimo Quijano y Gutierre Gierero durante el siglo XVI; se amplió el número de sillas en el año 1736, siendo sus autores Julio Fernández y Miguel Arias, con un estilo tan igual que resulta muy difícil distinguir dicha continuación de obra.
La sillería baja tiene 53 asientos con la vida de los Santos esculpida en los respaldos.
El coro alto consta de 69 sitiales, incluida la silla episcopal central con el escudo del obispo Alonso Suárez de la Fuente. Las tablas representan escenas de la vida de Cristo.
Sobre los asientos de la sillería alta, se encuentran escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, Profetas, etc., repartidas en 62 tablas y rematando todo una crestería de talla delicada que en su parte central, coincidiendo con la silla episcopal, se encuentra el escudo del obispo Andrés Cabrejas Molina, bajo cuyo pontificado (1738-1746) quedó finalizada la obra.
Dentro del coro destaca el monumental órgano, cuya caja barroca es obra de José García y de Manuel López (1780). Durante la Guerra Civil Española los tubos del órgano fueron saqueados por lo que tuvo que ser reconstruido e inaugurado en 1943 y mejorado posteriormente.
Entre sus maestros de capilla, cabe destacar al polifonista Francisco Guerrero, que fue nombrado cuando tenía 17 años de edad y estuvo durante los años 1545 a 1548.
En el museo catedralicio se encuentran del orden de un centenar de libros corales, así como numerosas partituras originales de los difentes maestros de capilla que ha tenido la catedral.
Trascoro
El Trascoro es una obra realizada según el proyecto de José Gallego y Oviedo de Portal, en el año 1791.
Construido con diversos mármoles: blanco de Carrara, rojo de Cabra y negro de Jabalcuz. De éste último se forma en el centro del retablo un gran arco donde está colocada una pintura del valenciano Mariano Salvador Maella, representando la Sagrada Familia fechada en 1793. En los laterales están las esculturas de San Lorenzo y Santo Toribio de Asturias y se corona con un medallón en forma de triángulo donde está grabado el nombre de Dios en letras hebreas.
Sala Capitular y Sacristía Mayor
Ambas estancias fueron proyectadas y dirigidas por Andrés de Vandelvira y se encuentran sobre el antiguo Panteón, actualmente Museo de la catedral.
- Sala capitular. A la izquierda del altar de la capilla de Santiago hay una puerta por la que se accede a la sala capitular, también llamada capilla de San Pedro de Osma. En ambos lados de la estancia, de planta rectangular, se encuentra el archivo de actas capitulares. Al frente hay un retablo del siglo XVI de Pedro Machuca, discípulo de Miguel Angel. Está compuesto este retablo por tres calles de tres cuadros cada uno, separados por marcos tallados con racimos de parra en cuyos cruces hay medallones de efigies de santos, en los largueros divisorios también hay pinturas de santos. En las tablas se representan, en el primer cuerpo Pontífices escribiendo; en el segundo, en su parte central, San Pedro de Osma y a sus lados San Pedro y San Pablo y en el tercer cuerpo, se halla la Virgen con el Niño y a sus lados los evangelistas San Juan y San Lucas. En la coronación del retablo, en forma de óvalo, hay una tabla con la pintura de la Verónica llevando el lienzo del Santo Rostro.
- Sacristía. Se entra a ella desde el crucero de la parte del Evangelio. En la antesacristía se encuentra el escudo del obispo Diego Tavera (1555-1560), bajo cuyo mandato se realizaron estas obras. Las medidas de la sala son de 25 por 14 metros. Tiene ochenta columnas corintias, de las cuales 36 son exentas y 44 semientregadas, todas en grupos de cuatro sobre 18 pedestales. Tiene una doble arquería con cubierta de Bóveda de Cañón decorada. En el muro derecho tiene cinco ventanas entre los intercolumnios, que le proporcionan luz natural. En el lado izquierdo se encuentran lienzos que son copias de cuadros de Rafael de Urbino. Los ornamentos que se emplean en las liturgias están guardados en unas enormes cajoneras que hay alrededor de toda la sacristía, entre las bases de las columnas. Apoyado en la cabecera central hay un retablo-relicario de Alonso de Mena.
Iglesia del Sagrario
Es una edificación adosada a la fachada norte de la Catedral. El proyecto de esta obra fue realizado por el arquitecto madrileño Ventura Rodríguez en el año 1764.
La portada, de estilo corintio, está formada por dos grandes columnas cuyos capiteles sostienen el entablamento sobre el que está el ático. Las esculturas que están sobre la portada son de San Miguel, San Pedro y San Pablo obra del escultor Miguel Verdiguier. La puerta da a una estancia donde se encuentran las que comunican con la Catedral y con la cripta. Al frente hay otra puerta amplia por la que se entra al Sagrario, de planta elíptica, cubierta con cúpula y circulada por 16 columnas también de estilo corintio.
En el altar mayor se encuentra una pintura de La Asunción del artista Mariano Salvador Maella y en los altares laterales, la Crucifixión y el Martirio de San Pedro Pascual, de Zacarías González de Velázquez. Bajo el Sagrario, en la cripta, hay el Cristo expirante del escultor Jacinto Higueras.
En la fachada oriental, el escultor Miguel Verdiguier realizó las imágenes de Melquisedec, Sansón, Isaac y David, así como las del lado norte que representan la Caridad, la Gracia, la Inocencia y la Sabiduría.
Referencias
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