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Arquitectura Radical
Arquitectura Radical es un término usado en los años 1960 y 1970 que sugiere de una forma exaltada el aspecto, la construcción, o también la posición política de izquierdas de sus creadores. La idea fue propuesta en gran medida por la revista Casabella. El fenómeno Arquitectura Radical es completamente europeo y en realidad fue a menudo una presentación de proyectos, dibujada o mediante collage, por parte de grupos que cuestionaban lo que constituye la arquitectura, atacando por lo general a la arquitectura concebida como un lenguaje formal.
A lo largo de la década entre 1965 y 1975 un centenar de arquitectos italianos, austríacos, británicos, americanos, holandeses, franceses cuestionaron las formas de la arquitectura, inscrita en un contexto cultural dominado por la definición de una nueva sociedad industrial. Tanto los impulsos creativos y existenciales de las experiencias californianas de los sesenta, como las experimentaciones del Londres Pop, contribuyeron a la motivación del nacimiento de este fenómeno que recoge experiencias teóricas y experimentales heterogéneas. Como define Andrea Branzi, “la arquitectura radical se sitúa en el interior de un movimiento más amplio de liberación del hombre de las tendencias de la cultura contemporánea" e indica más que un movimiento unitario, un “lugar cultural”, una tendencia energética.
Los primeros signos de un cambio radical en la arquitectura europea y de la aparición de una nueva generación de arquitectos inquietos datan de 1961, con el grupo Archigram y Cedric Price en Inglaterra, las obras de Walter Pichler y Hans Hollein en Viena y Ettore Sottsass Jr. en Italia. Estas primeras realizaciones testimonian ya la influencia del naciente pop art, de las tecnologías efímeras, y también del misticismo de las técnicas primitivas: es el comienzo de un distanciamiento en relación a la modernidad clásica y de la voluntad de introducir la arquitectura en el corazón de la cultura y de los comportamientos.
A la manera de la nueva música (Beatles y Rolling Stones), de la nueva moda (Mary Quant) o de la nueva literatura (Alien Ginsberg y Jack Kerouac), la arquitectura se renueva: la primera ola de la arquitectura radical data de 1966, cuando se forman grupos experimentales, tales como Archizoom Associati, Superstudio, UFO, 9999 y Ziggurat en Italia, Haus-Rucker-Co y Coop Himmelblau en Austria, Ant Farm y Missing Link en Inglaterra. Esta ola liberadora se desencadena en una época fuertemente politizada: los acontecimientos de mayo de 1968 en Nanterre se extienden por toda Europa y por América. La oposición a la guerra del Vietnam acarrea un rechazo global a la sociedad de consumo y prefigura una sociedad anarquista, ecológica y libertaria, pero la supremacía de lo político sobre lo cultural hace muy difícil la supervivencia de los jóvenes movimientos y con los primeros años setenta, casi todos los grupos de arquitectura radical desaparecen, salvo los italianos.
Italia
Los orígenes de este movimiento se remontan a la mitad de los años sesenta, con los primeros proyectos realizados en algunos cursos de composición de la facultad de Arquitectura de Florencia.
Los primeros proyectos “radicales" asumen el papel de imponer una visión distinta y de traducción, en términos visuales, de la viva elaboración conceptual desarrollada en la facultad. Los arquitectos emprenden una vasta serie de utopías críticas que, sin renunciar a la forma del proyecto, afrontan por primera vez el tema de la desaparición o de la transformación de la arquitectura en el seno de las metrópolis internacionales. Los Archizoom Associati elaboran la NO-Stop City (1968- 1972), primera metrópoli sin arquitectura, y el Superstudio propone las «12 villas ideales», que describen el desarrollo industrial productor de monstruos urbanos. Con Ettore Sottsass, estos grupos trabajan por consolidar el movimiento radical italiano y favorecen la reflexión de la sociedad postindustrial naciente: se funda, así, una especie de laboratorio, llamado Global Tools (1973).
El debate teórico y experimental y la fértil producción de escritos, determinan una multiplicidad de realizaciones, fotomontajes y visualizaciones de las respectivas propuestas teóricas en forma de cosmologías personales, a las cuales poder reducir cada fenomenología de lo real.
El momento más interesante en la producción de los Archizoom es el de la invención de las series de muebles (camas y cenadores) con una fuerte connotación irónica, para pasar después a producir una suma de visiones de lo real conducida según metodologías de interpretación marxista: la NO-Stop City que, si por un lado revela la fascinación turístico-cultural hacia culturas poco conocidas, por otro lado registra una interpretación de una realidad rechazada o llevada a límites de absurda dilatación.
Para Superstudio, el cuadriculado de cada condición física se hace soporte de un discurso de proyecto global que en el “momento continuo”, en los “histogramas”, "en la arquitectura refleja” y en la “arquitectura interplanetaria”, expresa, no tanto una progresión en la elaboración, sino una estática e irónica proposición de afirmaciones al límite de la comprensibilidad.
Revistas como Casabella, Modo y Domus, dirigidas por Alessandro Mendini; Alchimia, dirigida por Alessandro Guerriero; Memphis, dirigida por Ettore Sottsass; y Domus Academy, dirigida por Andrea Branzi, fueron el laboratorio de ideas y proyectos. Un gran número de protagonistas del diseño y la arquitectura actual han salido de este período radical entre los que cabe destacar a Ettore Sottsass, Hans Hollein, Cedric Price, Coop Himmelblau, Haus-Rucker-Co, Andrea Branzi, Gaetano Pesce, Rem Koolhaas, Bernard Tschumi, Peter Wilson, Nigel Coates, los SITE, e incluso los deconstructivistas Daniel Libeskind, Frank Gehry, o Arata Isozaki.
Referencias
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