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Andrés de Ribera
Andrés de Ribera nace en Jerez de la Frontera y se forma en Salamanca, convirtiéndose pronto en el artista de referencia de su ciudad, Jerez, donde introduce las formas platerescas y renacentistas que surgen de los tratados de Serlio.
Maestro Mayor de las obras de Jerez de la Frontera en un momento de expansión social y económica de la ciudad, trabaja en distintos puntos de la población, dejando muy buenos ejemplos de la mejor arquitectura de su época, tanto en el apartado religioso como en el civil.
Interviene en las obras de la Cartuja de Jerez de la Frontera, donde deja importantes testimonios de su dominio de los cánones clásicos; en especial, firmada por él y fechada en el año 1571 es la gran Portada exterior de acceso a este recinto, compuesta a la manera de un enorme arco triunfal que se levanta según un diseño que responde a un cuidado purismo en las proporciones y en la decoración, y donde destaca el orden de las columnas dóricas pareadas que centran el doble arco de ingreso al monasterio.
En el Convento de Santo Domingo de esta misma ciudad se le atribuyen por algunos autores la bóveda casetonada del coro, así como la elaborada portada plateresca de la Capilla de la Consolación; y para el Convento del Espíritu Santo, la también bella portada plateresca que da acceso a la iglesia. Otra de las obras de tema religioso que se relacionan con el trabajo de Ribera en la ciudad de Jerez es la Sacristía de la Iglesia de Santiago.
También relacionados con el quehacer de Andrés de Ribera son algunas de las intervenciones realizadas en el Palacio Ponce de León, donde trabajaría para el patio gótico-renacentista con dos galerías de arcos de medio punto peraltados que descansan sobre columnas de mármol, de influencias italianas, así como algunas ventanas gemelas que presentan una elaborada decoración plateresca.
Y asimismo se le atribuyen trabajos en la gran portada del Palacio Riquelme, donde aparece un amplio despliegue arquitectónico y decorativo que incluye columnas corintias pareadas, grutescos y figuras mitológicas, medallones y escudos, todo ello de fuerte sabor pateresco.
Pero sin duda su obra más importante es la realizada para el Antiguo Ayuntamiento o Cabildo municipal, bien documentada y realizada por Ribera conjuntamente con Bartolomé Sánchez y Diego Martín de Oliva, asimismo maestros mayores de obra de la ciudad de Jerez de la Frontera. Acabada en el año 1575, el edificio se desarrolla en una sola planta con fachadas a tres frentes y dos cuerpos arquitectónicos muy diferentes a la Plaza de la Asunción, adosando una delicada logia formada por arcos de medio punto sobre esbeltas columnas a un cuerpo principal con huecos adintelados donde se despliega un minucioso programa simbólico y decorativo, dando lugar a una de las mejores fachadas renacentistas de la ciudad.
Bibliografía
- Historia de la Arquitectura Española. Tomo 3: Arquitectura renacentista. Editorial Planeta, año 1986.
- El Renacimiento en Andalucía. Jornadas Europeas de Patrimonio, año 2006. Editado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
- Monumentos de la Provincia de Cádiz, pueblo a pueblo. Editado por Diario de Cádiz, Diario de Jerez y Europa Sur, año 1984.
