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Diferencia entre revisiones de «Castillo de La Mota»

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Después de la [[Primera Batalla de Olmedo|batalla]] de [[Olmedo (Valladolid)|Olmedo]] de 1445, La Mota quedó definitivamente en manos reales y hacia 1460 ordenó [[Enrique IV]] la construcción de ''“una torre que luego fue la causa de multitud de desgracias”''. En 1464 entrega la tenencia de La Mota al arzobispo de Toledo, [[Alonso Carrillo]], que poco después le traiciona y apoya al rebelde príncipe Alfonso. El rey fue entonces sobre Medina ''“y llego antes de que amaneciese, donde Alonso de Vivero, que era alcaide della y tenía la Mota, que es la fortaleza, por el arzobispo de Toledo no le quiso recibir y el rey mando quedar gente de guarda sobre ella que la cercasen y por capitán'' (puso) ''a su contador mayor Pedrarias Dávila”'', que la tomó. En 1467 La Mota estaba otra vez en manos de los partidarios del príncipe don Alfonso, apoyando la villa a Enrique IV, pero finalmente toda la villa cayó en manos del príncipe. Muerto éste en 1468, la rebelión la encabeza su hermana la princesa [[Isabel la Católica|Isabel]], que ese mismo año firma con el rey el acuerdo de los [[Toros de Guisando]]. En él se estipula que Isabel reciba la ''“villa de medina del campo e alcazar e fortalezas della e con la torre de la mota”''. Sin embargo, en 1470 el rey le quita Medina a su hermana Isabel para dársela a su hija, la princesa [[Juana la Beltraneja|Juana]]. La Mota quedó entonces en manos de un partidario del rey, el arzobispo de Sevilla, [[Alonso Fonseca]], hasta su muerte en 1473.
Después de la [[Primera Batalla de Olmedo|batalla]] de [[Olmedo (Valladolid)|Olmedo]] de 1445, La Mota quedó definitivamente en manos reales y hacia 1460 ordenó [[Enrique IV]] la construcción de ''“una torre que luego fue la causa de multitud de desgracias”''. En 1464 entrega la tenencia de La Mota al arzobispo de Toledo, [[Alonso Carrillo]], que poco después le traiciona y apoya al rebelde príncipe Alfonso. El rey fue entonces sobre Medina ''“y llego antes de que amaneciese, donde Alonso de Vivero, que era alcaide della y tenía la Mota, que es la fortaleza, por el arzobispo de Toledo no le quiso recibir y el rey mando quedar gente de guarda sobre ella que la cercasen y por capitán'' (puso) ''a su contador mayor Pedrarias Dávila”'', que la tomó. En 1467 La Mota estaba otra vez en manos de los partidarios del príncipe don Alfonso, apoyando la villa a Enrique IV, pero finalmente toda la villa cayó en manos del príncipe. Muerto éste en 1468, la rebelión la encabeza su hermana la princesa [[Isabel la Católica|Isabel]], que ese mismo año firma con el rey el acuerdo de los [[Toros de Guisando]]. En él se estipula que Isabel reciba la ''“villa de medina del campo e alcazar e fortalezas della e con la torre de la mota”''. Sin embargo, en 1470 el rey le quita Medina a su hermana Isabel para dársela a su hija, la princesa [[Juana la Beltraneja|Juana]]. La Mota quedó entonces en manos de un partidario del rey, el arzobispo de Sevilla, [[Alonso Fonseca]], hasta su muerte en 1473.
[[Imagen:Escudos castillo de La Mota.jpg|thumb|left|250px|Escudos sobre la puerta principal, 1483.]]
[[Imagen:Escudos castillo de La Mota.jpg|thumb|*|250px|Escudos sobre la puerta principal, 1483.]]


En esta fecha los ''medinenses'', con la ayuda del alcaide de Castronuño, habían cercado La Mota y pretendían derribarla. El sobrino del Arzobispo, que la defendía, viendo la imposibilidad de mantenerla pactó con los medinenses su entrega al duque de Alba. El duque la retuvo hasta 1475 y debió de hacer algunas pequeñas obras en el interior, gastando en ellas algo más de 45.000 [[maravedí]]s. En 1475 la corona reclamó La Mota y el 20 de febrero le ordenan a [[Francisco Girón]], el alcaide, que la entregue a [[Alfonso de Quintanilla]], enviado por los reyes. Es a partir de esa fecha cuando se construye la barrera artillera, ''“en tiempos de las guerras del rey de Portugal, ocho o nueve años poco más o menos tiempo mientras duró la obra de la barrera”'', según la declaración de un testigo preguntado en 1505. Se conservan algunas cuentas de estos años con pagos al maestro de Abdalla, posiblemente el principal alarife de la obra, al maestro [[Alí de Lerma]] ''“ingeniero”'' y al maestro Fernando. También se conservan cuentas de las obras en los últimos cuatro años (1479-[[1482]]), cuyo montante se aproxima a los tres millones de maravedís. La barrera debía de estar acabada en 1483, figurando esa fecha en el escudo que se conserva sobre la puerta principal de ésta y en el que aparecen las armas de los Reyes Católicos sin la granada y el yugo y las flechas, sus divisas.
En esta fecha los ''medinenses'', con la ayuda del alcaide de Castronuño, habían cercado La Mota y pretendían derribarla. El sobrino del Arzobispo, que la defendía, viendo la imposibilidad de mantenerla pactó con los medinenses su entrega al duque de Alba. El duque la retuvo hasta 1475 y debió de hacer algunas pequeñas obras en el interior, gastando en ellas algo más de 45.000 [[maravedí]]s. En 1475 la corona reclamó La Mota y el 20 de febrero le ordenan a [[Francisco Girón]], el alcaide, que la entregue a [[Alfonso de Quintanilla]], enviado por los reyes. Es a partir de esa fecha cuando se construye la barrera artillera, ''“en tiempos de las guerras del rey de Portugal, ocho o nueve años poco más o menos tiempo mientras duró la obra de la barrera”'', según la declaración de un testigo preguntado en 1505. Se conservan algunas cuentas de estos años con pagos al maestro de Abdalla, posiblemente el principal alarife de la obra, al maestro [[Alí de Lerma]] ''“ingeniero”'' y al maestro Fernando. También se conservan cuentas de las obras en los últimos cuatro años (1479-[[1482]]), cuyo montante se aproxima a los tres millones de maravedís. La barrera debía de estar acabada en 1483, figurando esa fecha en el escudo que se conserva sobre la puerta principal de ésta y en el que aparecen las armas de los Reyes Católicos sin la granada y el yugo y las flechas, sus divisas.
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== El Poder de la Artillería: Fortaleza Artillera de Transición ==
== El Poder de la Artillería: Fortaleza Artillera de Transición ==
[[Imagen:Cannon pic.jpg|thumb|left|300px|Pequeño cañón.]]
[[Imagen:Cannon pic.jpg|thumb|*|300px|Pequeño cañón.]]
El efecto que tenía el uso de la artillería en un asalto era la destrucción casi inmediata de los [[almena]]jes del [[castillo]]. Esto impedía a los defensores cualquier respuesta al ataque enemigo, dejando la base de sus muros sin defensa, bien contra el disparo continuo de la propia artillería, que batía sin ser molestada, bien contra las labores de [[mina]] o zapa que los asaltantes podían hacer con toda comodidad. Como los cañones tenían, dada la holgura de sus calibres, cierta dificultad para disparar hacia abajo y como los [[adarve]]s de las murallas eran muy estrechos para emplazar las piezas, se optó por la construcción o la adaptación de recintos bajos perimetrales a las fortalezas –las barreras- que mediante cámaras alojadas en sus gruesos muros permitían el emplazamiento de piezas  de artillería que batían con tiro rasante el campo circundante. La barrera impedía a su vez que pudieran batirse o zaparse las bases de los muros principales del castillo, aunque los parapetos altos estuvieran destruidos. Estas barreras disponían de torres en sus esquinas y escoltando las puertas, donde se alojaban cañones que cubrían con tiro flanqueante los lienzos rectos. Como el enemigo podía disparar con sus morteros ''“bolaños”'' en tiro parabólico sobre estas torres, que no eran muy altas, se desarrollaron bóvedas de casquete esférico –''casamatas''- capaces de resistir los impactos sin abrirse.
El efecto que tenía el uso de la artillería en un asalto era la destrucción casi inmediata de los [[almena]]jes del [[castillo]]. Esto impedía a los defensores cualquier respuesta al ataque enemigo, dejando la base de sus muros sin defensa, bien contra el disparo continuo de la propia artillería, que batía sin ser molestada, bien contra las labores de [[mina]] o zapa que los asaltantes podían hacer con toda comodidad. Como los cañones tenían, dada la holgura de sus calibres, cierta dificultad para disparar hacia abajo y como los [[adarve]]s de las murallas eran muy estrechos para emplazar las piezas, se optó por la construcción o la adaptación de recintos bajos perimetrales a las fortalezas –las barreras- que mediante cámaras alojadas en sus gruesos muros permitían el emplazamiento de piezas  de artillería que batían con tiro rasante el campo circundante. La barrera impedía a su vez que pudieran batirse o zaparse las bases de los muros principales del castillo, aunque los parapetos altos estuvieran destruidos. Estas barreras disponían de torres en sus esquinas y escoltando las puertas, donde se alojaban cañones que cubrían con tiro flanqueante los lienzos rectos. Como el enemigo podía disparar con sus morteros ''“bolaños”'' en tiro parabólico sobre estas torres, que no eran muy altas, se desarrollaron bóvedas de casquete esférico –''casamatas''- capaces de resistir los impactos sin abrirse.
[[Imagen:Foso del Castillo de La Mota.jpg|thumb|right|250px|Mediante la creación de un foso, el castillo podía defender su base de los efectos de la artillería.]]
[[Imagen:Foso del Castillo de La Mota.jpg|thumb|right|250px|Mediante la creación de un foso, el castillo podía defender su base de los efectos de la artillería.]]
La barrera, sin embargo, era a su vez muy vulnerable por cuanto no tenía mucha altura y sus cámaras de tiro estaban muy expuestas al asalto de la [[infantería]] enemiga. Por esta razón se rodearon de grandes [[foso]]s, de forma que desde el campo exterior las barreras apenas levantan unos metros, pero alcanzan alturas cercanas a los 20 metros desde el lecho de sus fosos. Para evitar que pudieran ser destruidas las partes inferiores de sus muros, por zapa o bombardeo, desarrollaron grandes taludes –''alambores''- y sus torres y lienzos disponían de cámaras de tiro o galerías intramuros a las cotas inferiores del foso, resultando en la práctica fortalezas con tres o cuatro niveles de tiro, construidas literalmente desde el interior del foso –''[[alamborada]]s''-. El disparo de la artillería dentro de salas abovedadas o galerías intramuros obligó a los ingenieros a diseñar eficaces sistemas de ventilación que eliminasen el abundante humo de los cañones que de otra forma hubiera impedido la permanencia de estos recintos. Se desarrollaron chimeneas con conductos que hacían las veces de cebadores para la corriente de aire, como en La Mota, o se abrían huecos en la clave de las bóvedas esféricas para permitir la salida de humo.
La barrera, sin embargo, era a su vez muy vulnerable por cuanto no tenía mucha altura y sus cámaras de tiro estaban muy expuestas al asalto de la [[infantería]] enemiga. Por esta razón se rodearon de grandes [[foso]]s, de forma que desde el campo exterior las barreras apenas levantan unos metros, pero alcanzan alturas cercanas a los 20 metros desde el lecho de sus fosos. Para evitar que pudieran ser destruidas las partes inferiores de sus muros, por zapa o bombardeo, desarrollaron grandes taludes –''alambores''- y sus torres y lienzos disponían de cámaras de tiro o galerías intramuros a las cotas inferiores del foso, resultando en la práctica fortalezas con tres o cuatro niveles de tiro, construidas literalmente desde el interior del foso –''[[alamborada]]s''-. El disparo de la artillería dentro de salas abovedadas o galerías intramuros obligó a los ingenieros a diseñar eficaces sistemas de ventilación que eliminasen el abundante humo de los cañones que de otra forma hubiera impedido la permanencia de estos recintos. Se desarrollaron chimeneas con conductos que hacían las veces de cebadores para la corriente de aire, como en La Mota, o se abrían huecos en la clave de las bóvedas esféricas para permitir la salida de humo.
[[Imagen:Entrada del Castillo de La Mota.jpg|thumb|left|250px|Entrada del castillo con las puertas desenfiladas.]]
[[Imagen:Entrada del Castillo de La Mota.jpg|thumb|*|250px|Entrada del castillo con las puertas desenfiladas.]]
El punto más vulnerable de la barrera lo constituían las puertas, incapaces de resistir el impacto directo de la artillería. Aparecieron entonces las defensas internas como los [[patillo]]s de La Mota o Puebla de Sanabria, con una segunda puerta desenfilada o en codo respecto a la primera, inalcanzable para la artillería asaltante, y un muro, dotado de troneras, que cortaba y repelía el tiro frontal que hubiese derribado la primera puerta. También se desarrolló una defensa externa, normalmente una torre o pequeño recinto exento de menor altura que la barrera, que se colocaba justo delante de la puerta principal y la protegía del tiro directo. Esta torre recibía en Castilla, en aquella época, el nombre de ''“[[baluarte]]”'', y alojaba cámaras para artillería que batían frontalmente el campo o cubrían desde sus flancos los fosos y ángulos muertos de la barrera. El acceso a este baluarte se realizaba lateralmente de forma que su puerta y la de la barrera no estuvieran en línea, evitando que la artillería enemiga pudiera enfilar ambas desde una misma posición, viéndose ésta obligada a demoler prácticamente todo el baluarte antes de poder batir la puerta de la barrera.
El punto más vulnerable de la barrera lo constituían las puertas, incapaces de resistir el impacto directo de la artillería. Aparecieron entonces las defensas internas como los [[patillo]]s de La Mota o Puebla de Sanabria, con una segunda puerta desenfilada o en codo respecto a la primera, inalcanzable para la artillería asaltante, y un muro, dotado de troneras, que cortaba y repelía el tiro frontal que hubiese derribado la primera puerta. También se desarrolló una defensa externa, normalmente una torre o pequeño recinto exento de menor altura que la barrera, que se colocaba justo delante de la puerta principal y la protegía del tiro directo. Esta torre recibía en Castilla, en aquella época, el nombre de ''“[[baluarte]]”'', y alojaba cámaras para artillería que batían frontalmente el campo o cubrían desde sus flancos los fosos y ángulos muertos de la barrera. El acceso a este baluarte se realizaba lateralmente de forma que su puerta y la de la barrera no estuvieran en línea, evitando que la artillería enemiga pudiera enfilar ambas desde una misma posición, viéndose ésta obligada a demoler prácticamente todo el baluarte antes de poder batir la puerta de la barrera.


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De las obras que al parecer hizo el infante don [[Juan II de Aragón|Juan]] [[Categoría:Aragón]], hacia 1433, sólo se conservaría el relevante de una de las torres rectangulares de la muralla vieja, cuyo arco posterior ciega el muro del castillo de [[Enrique IV]]. La obra de este rey, identificada con la [[torre del Homenaje]], que le atribuyen hacia 1460, debía estar acabada en 1468, cuando explícitamente es citada en la donación a su hermana Isabel.
De las obras que al parecer hizo el infante don [[Juan II de Aragón|Juan]] [[Categoría:Aragón]], hacia 1433, sólo se conservaría el relevante de una de las torres rectangulares de la muralla vieja, cuyo arco posterior ciega el muro del castillo de [[Enrique IV]]. La obra de este rey, identificada con la [[torre del Homenaje]], que le atribuyen hacia 1460, debía estar acabada en 1468, cuando explícitamente es citada en la donación a su hermana Isabel.
[[Imagen:Enrriqvs 4º.jpg|thumb|left|150px|Enrique IV de Castilla]]
[[Imagen:Enrriqvs 4º.jpg|thumb|*|150px|Enrique IV de Castilla]]
El castillo así construido era realmente un atajo en una esquina del vasto recinto de ''La Mota'', formado por dos lienzos perpendiculares y una gran torre del Homenaje en su esquina. Pese a la irregularidad, provocada por aprovechar parte de la muralla, el edificio resultante responde a las características de los castillos de la Escuela de [[Valladolid]]. Resulta singular, sin embargo, que el muro que arranca desde la torre del Homenaje en dirección a la puerta mudéjar se trazó con la intención de que el nuevo recinto englobase un [[pozo]] preexistente, sobre el que el muro pasa, practicándose una [[chimenea]] en su interior, para permitir su uso. Un brusco giro del muro, apenas sobrepasado el pozo, permitía que la puerta primitiva continuara en servicio al exterior del castillo, integrándose sin embargo las torres de la puerta en las defensas del castillo y otorgándole a éste el control del paso. Interiormente el castillo tenía un [[patinillo defensivo]] alrededor de la torre del Homenaje, y sobre él volaba un [[puente levadizo]], hasta un acceso elevado de la torre, a la manera del [[castillo de Mombeltrán]]. Las escaleras empotradas en los muros por las que actualmente se accede a la torre del Homenaje son falsas y se construyeron en las restauraciones de 1913 y 1940.
El castillo así construido era realmente un atajo en una esquina del vasto recinto de ''La Mota'', formado por dos lienzos perpendiculares y una gran torre del Homenaje en su esquina. Pese a la irregularidad, provocada por aprovechar parte de la muralla, el edificio resultante responde a las características de los castillos de la Escuela de [[Valladolid]]. Resulta singular, sin embargo, que el muro que arranca desde la torre del Homenaje en dirección a la puerta mudéjar se trazó con la intención de que el nuevo recinto englobase un [[pozo]] preexistente, sobre el que el muro pasa, practicándose una [[chimenea]] en su interior, para permitir su uso. Un brusco giro del muro, apenas sobrepasado el pozo, permitía que la puerta primitiva continuara en servicio al exterior del castillo, integrándose sin embargo las torres de la puerta en las defensas del castillo y otorgándole a éste el control del paso. Interiormente el castillo tenía un [[patinillo defensivo]] alrededor de la torre del Homenaje, y sobre él volaba un [[puente levadizo]], hasta un acceso elevado de la torre, a la manera del [[castillo de Mombeltrán]]. Las escaleras empotradas en los muros por las que actualmente se accede a la torre del Homenaje son falsas y se construyeron en las restauraciones de 1913 y 1940.


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