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Trampolín de saltos de esquí en Bergisel
El trampolín de saltos de esquí en Bergisel es una obra de Zaha Hadid y Patrik Schumacher construida entre 1999 y 2002 tras el concurso convocado por la Federación Austríaca de Esquí para la realización de un nuevo trampolín en la montaña Bergisel, cerca de Innsbruck (Austria).
Ficha técnica
- Promotor:Federación Austríaca de Esquí
- Diseño: Zaha Hadid con Patrik Schumacher
- Arquitecto de Proyecto: Jan Huebener
- Gerente del proyecto: Markus Dochantschi
- Equipo de proyecto: Matthias Frei, Cedric Libert, Sylvia Forlati, Jim Heverin, Garin O’Aivazian, Sara Noel, Costa de Araujo
- Equipo de concurso: Ed Gaskin, Eddie Can, Yoash Oster, Stanley Lau, Janne Westermann
- Consultores:
- Arquitecto local: Baumeister Ing. Georg Malojer (Innsbruck, Austria)
- Estructura: Jane Wernick (Londres, UK),Christian Aste (Innsbruck, Austria)
- Servicios: Technishes Buro Ing. Heinz Purcher (Schlaming, Austria), Technishes Buro Matthias Schrempf (Schlaming, Austria), Peter Fiby (Innsbruck, Austria)
- Iluminación: Office for Visual Interaction (Nueva York, USA)
- Tecnología de trampolines de esquí: Bauplanungsburo franz Fuschlslueger
Descripción
La intervención, que forma parte de un más amplio proyecto de recalificación del área destinada a actividades deportivas y de competición, era ineludible por la necesidad de sustituir el viejo trampolín, que ya no estaba en línea con los estándares actuales. No se ha tratado, en todo caso, de una simple refuncionalización, ya que la estructura proyectada por Zaha Hadid ha producido un signo fuerte en el paisaje, convirtiéndose en un punto de referencia que no puede pasar inadvertido, ni siquiera en el sugestivo paisaje nevado del Monte Bergisel y de los valles que le rodean.
Cemento y acero son los materiales protagonistas de esta espectacular construcción, constituida por una torre y por un puente; en la cima: una "astronave" acristalada ofrece una vista impresionante sobre el panorama de montes y valles, a 40 metros sobre la cumbre del monte Bergisel.
Situado a pico sobre la ciudad, el nuevo trampolín permite a la mirada proyectarse a lo largo de la pendiente; dos ascensores llevan a los visitantes al Café situado a gran altura, desde donde es posible observar a los deportistas que se mueven sobre el fondo de la ciudad.
Observado desde abajo y también desde gran distancia, el trampolín da la impresión de proyectarse en el vacío, casi como si estuviese tomando impulso para envolverse sobre sí mismo. El resultado es una forma muy dinámica, en busca de libertad y de movimiento.
Al mismo tiempo, este trampolín para el esquí es también una "escultura", plasmada por el cristal, el cemento y el acero, que invita a ser observada, recorriendo con la mirada su diseño, que en algunos puntos parece querer desafiar la fuerza de la gravedad.
El movimiento comienza desde tierra, donde la superficie del trampolín se encuentra con el terreno, y luego va hacia arriba, subiendo hasta el café, a 50 metros de altura. Aquí, una viga reticular, por debajo de la rampa, contribuye a diseñar una arquitectura limpia, de formas esenciales y de líneas decididas.
El trampolín revela la naturaleza híbrida de las nuevas estructuras deportivas que, aun naciendo para una función específica, no renuncian a espacios para actividades secundarias, ni a un diseño que pueda añadir un valor arquitectónico. Hoy el trampolín está considerado el símbolo del moderno Innsbruck, que domina desde lo alto del monte Bergisel, con su fascinante ligereza.
Planos
Otras imágenes
Situación
Referencias
Referencias e información de imágenes pulsando en ellas. |
http://www.floornature.es/progetto.php?id=4746&sez=30 |