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Templo romano
Templo de Augusto en Pula, Croacia.
El templo romano, eran los lugares de culto de la Antigua Roma. En su origen resultan de la combinación entre el tipo de cella etrusco-itálico y el Pórtico de columnas del templo griego, con planta rectangular y ligeras diferencias en lo que Vitrubio llamó orden toscano, casi cuadrado sobre zócalo accesible por una escalera anterior (podium). No obstante, los esquemas varían mucho y adoptan singularidades, sobre todo en Oriente. Los de planta rectangular son los normales; así, el de Templo de César en el Foro de Roma, edificado donde se incineró su cuerpo, tenía un podium recubierto de placas de piedra, cuya parte delantera avanzaba hacia el foro y formaba una tribuna (rastra Julia), en cuyo centro un semicírculo dejaba lugar para el altar, y a los lados estaban los espolones de las naves capturadas en Accio; por dos escaleras se subía al templo hexástilo y próstilo; otro ejemplo, muy bien conservado, es la Maison carrée en Nimes, hexástilo y pseudo-períptero corintio, construido por Augusto en honor de sus hijos adoptivos Agripa, Cayo y Lucio.
La planta circular se aplicó a los templos de Vesta, en memoria de la cabaña romana; según Vitrubio, podía tener o no cella interior, siendo el primero un tholos con pórtico, como el de Tívoli, de tiempos de Sila, o el del foro romano. Notable también el Templete de Baalbek, precedido de un pronaos tetrástilo, y sobre todo el Panteón de Agripa, fundado por Augusto y rehecho por Adriano, cubierto por una enorme bóveda y precedido por un pronaos octóstilo. Una planta especial es la de los capitolios, dedicados a la Tríada Capitolina, con tres cellas contiguas y paralelas en sentido longitudinal, situándose a Júpiter en el centro, a la derecha Juno y a la izquierda Minerva; los sacrificios se ofrecían en la puerta de la capilla de quien se quería honrar; otros capitolios se han hallado en Timgad (Argelia), Pompeya, Sbeitla (Túnez), y otros lugares hasta donde se extendió el Imperio.
Hay otras plantas resultantes de la introducción de cultos orientales con unos ritos determinados; así los de Cibeles, Isis y Sarapis. En el Mediterráneo fueron numerosos los templos dedicados a Mitra, primeramente en criptas y luego en cámaras rectangulares con ventanas e instalaciones para el Sacrificio del toro y las lustraciones, con un altar en el que se representaba invariablemente la muerte del toro por el dios. En el Norte de África hay muchos ejemplos de t.emplos de forma particular, como el de Juno Celestis (Tanit) en Dugga (Túnez), dispuesto en un patio semicircular.
Referencias
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