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Santuario de Nuestra Señora de Arantanzu
La ubicación e historia de Santa Maria de Aránzazu comenzó a forjarse desde el siglo XV, tras la leyenda que narra cuando el pastor Rodrigo Balztegi fue sorprendido por la aparición de una talla de la Virgen de Arantzazu, protegida entre espinos blancos en 1469. Fue en este momento cuando comienza la peregrinación a esta zona.
Su localización, en el Parque Natural Aizkarri-Aratz, caracterizado por espinos blancos y y entornos rocosos de difícil acceso, le otorga un valor añadido, pues la basílica está prácticamente colgada de uno de sus acantilados.
Es en 1950, el Ministro Provincial de los franciscanos, Pablo de Lete, abre un concurso de ideas para la construcción de una nueva basílica -tras el tercer incendio que devastó la antigua-. Así, fue seleccionado el proyecto de Sáenz de Oiza y Luis Laorga, junto a un grupo de artistas y artesanos. Este proyecto buscaba la representación y mimetización con el entorno, aludiendo a su vegetación y su morfología tosca, así como la identificación de la personalidad vasca. El 9 de septiembre de ese mismo año, se coloca la primera piedra y los arquitectos elegidos dicen:
El proyecto supone, como parte integral del mismo, el marco de Aránzazu, con la rica pincelada de su vegetación y la maravillosa disposición de luz y sombras en sus rudos peñascos e impresionantes barrancos. La nueva Basílica revestirá los caracteres de robustez y de sencillez del pueblo vasco. […] Será robusta, francamente agreste; la torre del campanil irá tachonada de piedras en punta, símbolo del espino. El hecho de una construcción en la montaña nos ha movido a desechar materiales valiosos y decorativos, pero extraños, como el mármol y el bronce. La riqueza se conseguirá con el uso de materiales lósales, piedra, cal, madera, hierro forjado...
Es el 23 de abril de 1951 cuando comienzan las labores de preparación de la obra, la cual avanzó casi ‘sobre la marcha’, por una serie de polémicas y problemas en la construcción.
La basílica consta de tres partes diferenciadas: El exterior, el interior y la cripta. Cada uno de estos elementos tiene su propio simbolismo y característica, sin dejar de estar identificados, creando una visita agradable y de fácil lectura. Sus materiales, texturas y colores hacen que el importante volumen se integre en el paisaje mimetizándose con los colores, las rocas y los espinos.
Ficha técnica
- Arquitectos: Francisco Sáenz de Oiza y Luis Laoga
- Colaboradores: Jorge de Oteiza, Lucio Muñoz, Eduardo Chillida, Fray Javier María Álvarez de Eulate, Néstor Basterretxea y Xabier Egaña.
- Estructura: Hormigón armado
- Fachada: Revestida en piedra caliza en forma de pirámides
- Iluminación: Vidrieras
Morfología, sistema constructivo y proporciones
Nuestra Señora de Arantzanzu guarda una morfología de nave atravesada por crucero con un ábside semicircular. Esta
forma guarda una proporción exacta de 33 metros de crucero sobre 66 metros de nave, siendo la nave dos veces el crucero,
o siendo el cuerpo de la basílica 3 cruceros. La anchura de la nave es de 20 metros, lo que libera unos 1320 m2 para visitantes y peregrinos. Su construcción de hormigón permite la apertura de este importante espacio y una altura de 15 metros abiertos en su interior. Así, sus tres torres, dos enmarcando la entrada con 22 metros de altura y la tercera; el campanario, llega hasta los 44 metros, siguiendo la proporción uno es a dos que guarda la morfología de la basílica. La torre del campanario, cimentada con zapata corrida sobre roca y muro autoportante que comienza 6 metros por debajo del nivel de la base, y un grosor del muro de 7,5 en su base hasta 1,25 en su parte superior, para aguantar así los empujes horizontales del viento.
El exterior
El revestimiento en piedra caliza en forma de pirámides con base cuadrada de 50x50 cm, pretenden imitar la planta del espino que caracteriza la zona, así como unir los caracteres de robustez y sencillez del pueblo vasco, tal y como afirmaron los arquitectos el día de la puesta de la primera piedra (9 de septiembre de 1950). Este revestimiento enmarca la fachada, y sostiene la escultura de Oteiza de 14 metros por 3 de largo. Dicha escultura, que representa 14 apóstoles, ya que según el autor; ‘he puesto los que cabían’, aunque en alguna entrevista también menciona que puede interpretarse de dos formas; una, como dos barqueros que traen a los apóstoles y otra, como la representación de un sólo apóstol y sus 14 movimientos. Además, trató de representar las caras del pueblo vasco; cabeza grande y nariz tosca. Pero esta obra queda anulada por parte de la recién creada comisión de arte sacro de Donostia, que, analizando las obras de Aránzanzu, decide consultar a Roma y ésta consluye que la obra ‘se aleja de lo considerado arte religioso’. Quedan así 3 apóstoles tallados, 2 a medio tallar, y el resto en bloques de piedra, abandonados al borde de la carretera durante casi 15 años. Finalmente en 1966. el obispo Bereziartua autoriza la colocación de la escultura.
El interior
El interior está formado por tres zonas importantes; los coros, la nave y el atrio. Su disposición de pórticos en forma de ‘barco invertido’ o cuadradas con esquinas rematadas en curva, soportan 17,5 metros de luz, por 17,5 metros de altura. El juego de luces y sombras, conseguida por fray Javier Álvarez, religioso y vidrista, invita al recogimiento, al silencio, a la reflexión. Los coros, en la primera planta por encima de la entrada, debido a su disposición y a la morfología del techado de madera, permiten una perfecta acústica. Esta combinación de elementos materiales e inmateriales, guían nuestra mirada hacia el retablo de Lucio Muñoz. El autor, lejos de representar historias como se ha hecho tradicionalmente en este tipo de edificios, quiso representar el lugar de la aparición de la Virgen según la leyenda. Se trata de un retablo de madera policromada, con motivos y elementos naturales.
Contexto urbano
La basílica se encuentra en la provincia de Oñate, a un par de kilómetros de la ciudad, muy cercano al Parque Natural Aizkarri-Aratz, por lo que está totalmente alejado de la urbe, lo que permite un contacto directo con la naturaleza y el entorno. La entrada se dispone por debajo de la línea de la calle Aránzanzu, de forma que para entrar hay que bajar unos pocos metros mediante una pequeña escalinata-plaza sin adornos. La mirada se centra en la imponente fachada. las grandes torres, la gran escultura de los apóstoles y las puertas de Eduardo Chillida, en las que el autor afirmó que deseaba presentar troncos, naturaleza y vegetación, y mediante una abstracción de líneas verticales, y formas geométricas, creó un ‘collage’ a base de hierro fundido y chatarra rescatada del puerto de Zumaia.
Programa funcional actual
En la actualidad, esta joven iglesia mantiene su programa religioso y turístico, siendo punto de encuentro de peregrinos y turistas cada día. Su cercanía a Guipúzkoa y Navarra y su proximidad al parque natural, hacen de la basílica una visita obligada por turistas y habitantes. Esta iglesia mantienesus puertas abiertas durante todo el día de forma gratuita.
Protección
En la actualidad, la obra no disfruta de ningún tipo de protección legal ni por parte del Ayuntamiento ni de la Comunidad Autónoma. Parece muy arraigada la idea de mantenerlo y protegerlo por parte de los ciudadanos, y de momento se justifica con la idea de que hay edificios que tienen mucha mas urgencia de protección. Por estas razones, aún no encontramos ningún documento de protección pero si que ha sido solicitada para formar parte del Catálogo de Monumentos de la País Vasco.
Los autores
Oiza, arquitecto y profesor de la ETSAM, considerado uno de los representantes de la arquitectura moderna en España. Creador polémico pero cuyas obras hoy en día se consideran modelo. Además del santuario también son conocidas sus obras como la Basílica Hispanoamericana de Nuestra Señora de la Merced (Madrid,1965), las Torres Blancas (Madrid. 1961-1969), la Ciudad Blanca de Alcudia (Alcudia, 1963) o Castellana 81 (anteriormente llamada torre del BBVA o Torre del Banco de Bilbao, Madrid 1978-1981)
Por otro lado, Laorga, se caracteriza por su racionalidad en el diseño, y por su lenguaje propio. Ideador de obras como la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario (Madrid, 1948-1950), Colegio Mayor Loyola (Madrid, 1967).
Planos
Otras imágenes
Referencias
Referencias e información de imágenes pulsando en ellas. |
Artículo desarrollado por Rosalía en la asignatura Composición Arquitectónica 6 de Arquitectura de la Universidad de Alicante, dirigido y repasado por Andrés Martínez-Medina. Ver otros artículos desarrollados en la asignatura en: Carpeta:Artículos desarrollados en Composición Arquitectónica VI |
-’Aranzanzu. Una voluntad interdisciplinar’, Darío I. Gazapo de Agullera. Revista Arquitectura nº311 (1997), 17-21
- ‘Proceso constructivo de la nueva basílica de Arantzazu’, Juan Biain Ugarte, Eduardo Ozcoidi Echarren, Miguel Alonso del Val. Actas del Séptimo Congreso Nacional de Historia de la Constitución, Santiago 26-29 de octubre 2011.
-’Miradas que peregrinan; a Santiago desde Aránzanzu’, Alonso del Val, Miguel A. Revista de Arquitectura 7: 53-60 (2005)
- http://hicarquitectura.com/2020/04/santuario-de-arantzazu-saenz-de-oiza-1950/
- https://es.wikipedia.org/wiki/Santuario_de_Ar%C3%A1nzazu
- https://www.arantzazu.org/index.php/es/centro-francisco-de-asis/programa
- https://turismovasco.com/gipuzkoa/que-ver-gipuzkoa/santuario-de-arantzazu/