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Real Monasterio de Santa María de Guadalupe
El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe es el monasterio situado en la localidad de Guadalupe, en la provincia de Cáceres, España. Declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1993. Mezcla de estilos gótico, Mudéjar, renacentista, barroco y Neoclásico, de los siglos XIII al XVIII.
Historia[editar]
Su historia se remonta a 1389 cuando el rey Juan I otorga un privilegio por el cual entrega a la orden de los jerónimos la iglesia del santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, lugar en el que había sido hallada una imagen de la Virgen a finales del siglo XIII o principios del siglo XIV por un campesino de nombre Gil Cordero. La imagen había estado siglos atrás junto al cuerpo de San Lucas, expuesta en Roma y en Sevilla, hasta que en 714, en plena invasión musulmana, la imagen fue escondida junto al Río Guadalupe, que quiere decir "río escondido", donde permaneció hasta su hallazgo por Gil Cordero.
En 1464, el rey Enrique IV de Castilla, lleva allí a su hermanastra la infanta Isabel (Isabel la Católica), con la intención de acordar su boda con Alfonso V. La infanta rechaza al pretendiente, pero, en cambio, queda prendada de la belleza del lugar. A partir de ese momento, ella denominará a este recinto "mi paraíso" y allí acudirá siempre que necesite estar reconfortada por la Virgen o que desee darle gracias por algún logro extraordinario. Así, se sabe que Isabel la Católica, visitó este Monasterio:
- En 1477 en agradecimiento a la victoria de Toro, con la que se proclamaba victoriosa frente a su rival en el trono Juana la Beltraneja. Se realizó un solemne funeral, presidido por don Alonso Carrillo de Acuña, arzobispo de Toledo, en memoria del rey fallecido, Enrique IV, a quien se le realizó un mausoleo que concluyó en 1485 y que fue labrado por el afamado tallista Egas.
- En 1492, acudió para dar las gracias por la rendición de Granada. Desde aquí, se dictaron dos cartas dirigidas al alcaide de Palos de Moguer, con la orden de hacer entrega de dos carabelas a Cristóbal Colón.
- El mismo personaje, Cristóbal Colón, durante la Semana Santa de 1486 había acudido a este lugar, acompañando a la corte de los Reyes Católicos, para insistir en que le financiaran el viaje a las Indias; y quedó impresionado por la devoción de la reina. Se encomendó a la Virgen y, tras lograr realizar su primera expedición a América, regresó en señal de agradecimiento. Durante el trayecto, además, bautizó con este nombre a una isla del Caribe, en 1493.
- Por último, el testamento original de Isabel la Católica se conservaba aquí. Una copia fue enviada al monasterio de Santa Isabel de la Alhambra de Granada y otra se hizo llegar a la Catedral de Toledo, aunque desde 1575 pasó a pertenecer al Archivo de Simancas, creado por Carlos V.
El Monasterio[editar]
La construcción del monasterio por parte de los jerónimos se prolongará desde el siglo XIV hasta el siglo XVIII|XVIII a través de sucesivas ampliaciones, lo que le ha dotado de un trazado irregular con aspecto de fortaleza. En su construcción se utilizó preferentemente la mampostería y el ladrillo.
Destaca su Claustro Mudéjar o de los Milagros, construido entre 1389 y 1405, en torno al cual se sitúan los dormitorios y el refectorio. Tiene forma rectangular con arcos de herradura apuntados o túmidos de pilares cuadrados con aristas en chaflán.
En el centro del patio se encuentra un templete mudéjar construido en 1405 por Fray Juan de Sevilla, y en sus paredes se expone una colección de lienzos relacionados con los milagros de la Virgen.
El sepulcro de Fray Gonzalo de Illescas, prior del monasterio, es obra de Egas Cueman y fue esculpido entre 1458 y 1460.
El antiguo refectorio del monasterio es hoy en día el Museo de Bordados, inaugurado en 1928 por Alfonso XIII, donde se exponen más de doscientas piezas elaboradas en los talleres del monasterio.
En el mismo claustro mudéjar se encuentra el Museo de Miniados, considerado entre los mejores del mundo, donde se exponen libros miniados de grandes dimensiones de los siglos XIV al XVIII provenientes del Scriptorium del monasterio. Destaca entre ellos el Libro de las Horas del Prior, del siglo XVI.
El camarín de la virgen, de estilo barroco, contiene pinturas de Luca Giordano. Pero sobresale el conjunto de pinturas de Zurbarán, único de toda su carrera que subsiste actualmente en su emplazamiento original, la Sacristía y una sala anexa.