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Museo Arqueológico de Sevilla
El Museo Arqueológico de Sevilla está ubicado frente al Museo de Artes y Costumbres Populares (antiguo Pabellón Mudéjar) y junto al Pabellón Real, todos en la Plaza de América (conocida popularmente como “Plaza de las Palomas”), situada a su vez en el Parque de María Luisa.
El edificio en principio estaba destinado para ser Palacio de las Bellas Artes en la Exposición Iberoamericana de 1929.
Fue proyectado por Aníbal González y construido entre los años 1910 a 1915 en estilo Neo-renacentista. Las colecciones arqueológicas son trasladadas al edificio en 1942, antes estaban en el antiguo Convento de la Merced, edificio que alberga el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Historia[editar]
Fue constituido por Decreto de 1867 sobre Museos Arqueológicos (entonces “Museos de Antigüedades”). En la formación del museo fueron importantes las decisiones de la Junta de Museos de Sevilla (creada en 1835), que se hacía cargo de los objetos de arte de los conventos que fueron desamortizados, y también la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de la Provincia de Sevilla (creada en 1844), que sustituyó a la anterior a partir de su creación, y que efectuó una cuidada labor de búsqueda y adquisición de hallazgos procedentes del término provincial, ya fueran por excavaciones promocionadas por el Estado de descubrimientos casuales, o por medio de solicitud a los particulares de los objetos que tuvieran entre sus pertenencias. En el inventario que poseía la Comisión se relacionaban 335 objetos.
Los primeros fondos que sirvieron para la fundación del museo se componía de los restos hallados en las excavaciones de Itálica, objetos que fueron reunidos alrededor de 1780 por el alcaide del Alcázar, Don Francisco de Bruna y depositados en los Reales Alcázares de Sevilla, que hizo a su vez de “museo temporal”, en 1788 se añadieron las esculturas de los emperadores Trajano y Adriano, resultado de las excavaciones realizadas en Santiponce, además de los objetos extraídos en las excavaciones oficiales de Itálica efectuadas entre 1839 y 1842 por Don Ivo de la Cortina, y los restos descubiertos desde 1862 por Don Demetrio de los Ríos. En 1900 se añadía la escultura igualmente descubierta de diana, también se sumaban a los restos romanos los fondos procedentes de las desamortizaciones del siglo XIX.
Llegado el año 1875 la colección fue llevada al Convento de la Merced, que también ejercía de “Museo de Pinturas”. Dirigido por el arquitecto Don Demetrio de los Ríos, se prepararon en la planta baja del convento tres galerías para las piezas a conservar. El día 21 de noviembre de 1879 es redactada oficialmente la constitución del futuro Museo de Antigüedades de Sevilla, su primer director es Don Manuel de Campos y Munilla. Las obras concluyen en 1880 y ese mismo año se inaugura el museo conteniendo fondos arquitectónicos, escultóricos, epigráficos y cerámicos, teniendo un éxito de público rotundo casi de inmediato: el número de visitas que recibe es de aproximadamente 12.000, un número alto en relación a muchos museos nacionales de la época.
Con el paso del tiempo se añaden más colecciones al museo y escasea el espacio, llegando a ser difícil la disposición de las piezas dificultando a la vez realizar una exposición adecuada, a pesar de que se habilitaron desde 1904 dos salas más.
Hasta el año 1941 no se soluciona el problema, intermediando para ello el Ayuntamiento de Sevilla que cedió el Pabellón de Bellas Artes de la Exposición Iberoamericana de 1929 al Ministerio de Educación Nacional, por acuerdo de 31 de diciembre de 1941. Así es como comienza el antiguo pabellón a ejercer de Museo Arqueológico Provincial. En este mismo acto el Ayuntamiento cede en calidad de depósito los fondos del Museo Arqueológico Municipal, creado en 1886 por Don José Gestoso y que fue inaugurado el 28 de marzo de 1895 por la Infanta Doña María Luisa Fernanda de Borbón, dichos fondos se conservaban en la Torre de Don Fadrique de Sevilla.
Antes de depositar todas las colecciones museísticas en su nuevo destino, hubo que adecuarlo para tal servicio, una vez que se acondicionó realizándose las obras necesarias fueron trasladadas las obras y colecciones inaugurándose la nueva instalación el 25 de mayo de 1946, empezando con ocho salas, Biblioteca y Dirección.
Desde el 1 de marzo de 1962 es declarado Monumento Histórico Artístico el conjunto de edificio y contenido. Durante la década de 1970 el museo sufre obras de ampliación y mejora, aumentando el número de salas hasta las existentes 27 actuales donde son conservadas más de 60.000 piezas, sumando objetos en propiedad y depósito.
Bibliografía[editar]
- AMORES CORREDANO, Fernando de: Itálica en el Museo Arqueológico de Sevilla. Sevilla: Junta de Andalucía, 1995. ISBN 84-87826-70-9.