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Murallas de León
La muralla de León es la fortificación romana de la ciudad española de León.
Evolución a lo largo de la historia de las murallas romanas[editar]
Primera fortificación[editar]
La primera fortificación militar data de la época augusta, en torno al siglo I a. C. En ese momento la ciudad no era tal, sino un campamento militar romano. La construcción consistía en dos muros paralelos de madera rematados por un parapeto y que estaban unidos por un entarimado. Los guardias se movían sobre él para realizar los correspondientes turnos de vigilancia. En el interior del muro había tierra procedente del foso excavado en el exterior. Tenía una altura de 5 metros y una anchura de 3 metros, mientras que el ya citado foso estaba a un metro de distancia.
Dinastía Julio-Claudia[editar]
En los 200 años siguientes, hasta el siglo I, la Dinastía Julio-Claudia construyó una nueva muralla unos 20 metros por delante de la original (que se derribó y cuyo terreno se utilizó para albergar barracones). La nueva estructura defensiva estaba hecha en madera, revestida en ambos lados por una pendiente de tepes, bloques de tierra arcillosa colocados de manera regular y con varias almenas de defensa. Antes de ellas había dos zanjas a modo de foso, y en total tenía en torno a 6 metros de altura y 4 de ancho.
Época Claudio-imperial[editar]
En los siglos I y siglo II se sustituye la pared exterior de tepes por un muro de piedra -material extraído de la cadena montañosa cercana a la ciudad-. La piedra estaba colocada en opus caementicium -mezcla de fragmentos de piedra y argamasa (mortero de cal), que se colocaba en el interior y equivale al hormigón actual- y en opus vitattum -filas de piedras de unos 30 centímetros-. Se erigieron cuatro accesos dobles que hoy están desaparecidos y se eliminaron los fosos. La altura era de 6.5 metros, y el ancho de tan solo 2 metros.
Época Bajoimperial[editar]
En un periodo indeterminado entre finales del siglo III o quizá comienzos del IV se alzó una nueva muralla, esta vez con cubos o torres de planta semicircular situados a cortos intervalos. Se levantó con cuarcita y sillería y su interior se relleón con opus caementicium. Tiene unos 5 metros de grosor y una altura de 10 metros. Esta es la muralla que se puede recorrer actualmente en la ciudad. Se realizaron diversas reparaciones a lo largo de la Edad Media y Moderna a lo largo de todo el trazado, de diferente alcance, aunque en la época moderna sufrió bastante abandono, lo que motivó que a comienzos del siglo XIX la ciudad estuviera desprotegida. Las últimas obras de refortificación importantes se debe al periodo de la primera guerra carlista, concretamente al periodo de 1836 al 1840