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Monumento de las Nereidas
El Monumento de las Nereidas, es un edifico sepulcral, descubierto en la antigua ciudad Licia de Janto, en la actual Turquía. Hoy, totalmente reconstituido, puede visitarse en el Museo Británico.
Sepuclro de un príncipe licio desconocido, fue erigido entre el 410 a. C.|410 y el 400 a. C. en el lado suroeste de la ciudad.
El monumento se elevaba sobre un ribazo de la colina, unos 200 m al sureste de la acrópolis. Cuando el arqueólogo inglés Fellows, en la década de 1840, recogió sus fragmentos escultóricos, que habían rodado por la pendiente se creyón en principio, que provenían de cuatro edificios diferentes.
El monumento, de forma arquitectónica griega, estaba formado por una base cuadrangular de gran altura, decorada con dos registros de relieves figurados, que sostenía un pequeño edificio en forma de templo períptero, cuya cella constituía la cámara sepulcral que contenía los lechos funerarios.
Sobre el podio, de casi seis metros de altura, se erguía el templete de mármol de orden jónico, de 5,15 m de altura y planta de 10,15 m por 6,80. El peristilo del templete estaba formado por cuatro columnas jónicas en la fachada y seis a los lados.
En los intercolumnios, estaban colocados las estatuas de las Nereidas que tienen como base un delfín.
En colocación acroterial (es decir, sobre el techo) debían tener su emplazamiento dos gurpos estatuarios que representaban raptos de heroínas.
La distribucíon y la posición del templete recuerdan al templo de Atenea Niké, de Atenas.
La decoración de los relieves es muy compleja, ya que corría a lo largo de la base, el arquitrabe y el frontón.
En el zócalo había dos frisos superpuestos que reproducían las victoiras del príncipe licio.
El friso inferior está inspirado en el Partenón, ya que en él se representó una Amazonomaquia, mientras que el friso superior exaltaba la victoria del personaje real. Éste, sentado bajo el parasol de la tienda del campamento real, recibe a los enemigos vencidos, que desfilan en larga procesión, uno detrás de otro. El resto del friso estaba coupado por escenas bélicas, entre las que se observa el asedio a una ciudad, cuyos defensores están situados en las explanadas.
El friso del arquitrabe del peristilo tenía como tema principal una cacería y la entrega de ofrendas al príncipe, mientras que el que decoraba la entrada de la cella, con escenas de sacrificio y banquetes funerarios, introducía en el mundo de ultratumba.
Todo el perímetro de la cella funeraria mostraba en su parte superior un cuarto friso que ilustraba escenas de sacrificio y de banquete.
la fachada del frontón este albergaba las figuras de la pareja difunta con su cortejo
Además de su valor intrínseco, el Monumento de las Nereidas se considera asimismo el punto de partida de la evolución del monumento funerario arquitectónico, que caracterizó todo el siglo IV a. C., desde el [Mausoleo de Halicarnaso] al monumento de Belevi cerca de Efina, hasta encontrar su máximo esplendor en los grandes monumentos del Período helenístico, como el de Alejandro Magno en Alejandría.