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Monasterio de Santa María de Trianos
Las ruinas del monasterio de Santa María de Trianos, en Villamol (León, España), constituyen una muestra de gran valor histórico de conjunto arquitectónico desaparecido.
Situadas al sudeste de la provincia de León, a poco más de cinco kilómetros al norte de Sahagún, en la fértil vega del Río Cea, su proximidad al monasterio de San Benito de Sahagún, relega a este centro monástico, encomendado desde un principio a la modesta orden de canónigos regulares de San Agustín, a una categoría secundaria, dentro del panorama histórico.
Las escasas referencias bibliográficas existentes sobre el monasterio, desvelan un monasterio modesto, pero directamente colocado bajo el patrocinio de los Reyes de Castilla y de la Santa Sede.
Aunque difíciles de precisar, los inicios del monasterio se encuadran a finales del siglo XII, durante el reinado de Alfonso VIII (1158-1214), siendo su fundador don Tello Pérez de Meneses. Su decadencia comienza a producirse en la primera mitad del siglo XV. En 1519, se estableció en Trianos la primera comunidad de Dominicos, dedicados a la enseñanza de Humanidades, Filosofía y Teología, creándose cátedras que adquirieron cierto prestigio tanto en León, como fuera de la provincia. Su final se produce con la desamortización de 1835.
El complejo de Trianos se encuentra circunscrito en un rectángulo perfectamente dibujado en el parcelario actual, de unos 250 metros en sentido este-oeste, por 150 metros norte-sur, que acaso pudiera seguir las trazas de la primitiva cerca monástica.
Según la descripción realizada a principios de este siglo por Gómez Moreno, en el catálogo monumental de la provincia de León, la obra medieval se reduce exclusivamente a la cabecera de la iglesia, siendo el crucero y el resto de la iglesia obra del siglo XVI.
En la actualidad, la única construcción parcialmente conservada del complejo monástico es la iglesia, a la que se adosan varias construcciones recientes, siguiendo el brazo sur del crucero y apoyándose en el costado meridional de la misma, que enmascaran la obra primitiva. Las bóvedas se encuentran hundidas, pero la cabecera conserva todavía alzados importantes.
Las restantes edificaciones se encuentran prácticamente arruinadas. Existen restos de salas monásticas, que conservan decoración mural, alguna de las cuales pudiera identificarse como la Sala Capitular. A unos doscientos metros, al noroeste, del conjunto se conservan en buen estado los dos molinos del monasterio, levantados sobre la presa «del molino de Trianos», que desvía el agua del río Cea.
Referencias
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