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Molino
Un molino es un artefacto o máquina que sirve para moler. Por extensión, el término molino se aplica vulgarmente a los mecanismos que utilizan la fuerza de viento, agua, animal o humana para mover otros artefactos, tales como una bomba hidráulica o un generador eléctrico.
Mecanismos y molienda
El mecanismo de molienda de los más corrientes, los que molían grano, con independencia de donde obtenía la energía, generalmente constaba de una piedra circular fija, llamada solera, que podía llegar a tener un diámetro superior a 1,50 metros y 20 a 30 cm de espesor, sobre la que se movía otra de forma semejante (volandera). En otros casos, la piedra móvil podía ser más pequeña, de forma troncocónica que al girar sigue la forma de la solera; en este caso se llama muela. Podía haber dos y hasta tres muelas sobre la solera y funcionaban mejor que la volandera porque tenía menos rozamiento.
Para mover la piedra móvil (volandera o muela), se utilizaba la energía eólica (molino de viento), la hidráulica (molino hidráulico), animales (molino de sangre) y, en molinos pequeños, la manual (un ejemplo doméstico de ellos son los molinillos de café, aunque actualmente son eléctricos en su mayoría).
Una vez molido el grano (de cualquier cereal) y reducido a harina, se utilizaba el cernedor. Era un cilindro con varias secciones de malla de cedazo, cada una con un tamaño de paso distinto, que se hacía girar mientras la harina pasaba por su interior, dejando pasar cada sección harina de mejor a peor calidad (más fina a más gruesa) y finalmente el salvado, que es la cascarilla del grano molida.
Molinos de viento
Quizá sean los más famosos y conocidos y, entre ellos y gracias a Don Quijote de La Mancha, pero los había por todas partes aunque muy especialmente en España, donde las corrientes de los ríos no eran tan importantes como en otros países europeos. Todavía pueden verse en Mota del Cuervo (en funcionamiento), Campo de Criptana (Ciudad Real), o en Consuegra (Toledo).
El molino de viento clásico consiste en una estructura de piedra de forma cilíndrica o troncocónica, de base circular, en cuya parte superior hay unas aspas que transforman la energía del viento en energía mecánica (movimiento). Esta parte superior (que además sirve de cubierta) es un entramado de madera que gira sobre el tambor de piedra para orientar las aspas según la dirección del viento, mediante un largo madero (gobierno; a la derecha de la imagen) exterior al edificio, que se amarra a unos hitos anclados al suelo. Las aspas mueven una rueda casi vertical (catalina) que, mediante otro engranaje (linterna), trasmite el movimiento del eje de las aspas a un eje vertical, que mueve la volandera.
En la parte superior del edificio, bajo la cubierta, hay unos ventanucos (que también se ven en la foto) que servían para que el molinero supiera la dirección del viento y, en consecuencia, pudiera orientar las aspas como mejor convenía con el gobierno.
Sobre las aspas se disponían unas lonas para recibir el viento, que se retiraban cuando no era necesario el movimiento, con lo que se aumentaba la duración de los mecanismos, que eran generalmente de madera y por lo tanto muy propensos al desgaste.
Molinos hidráulicos: Aceñas y molinos de caz
Las aceñas eran molinos harineros de agua, que se hacían en el mismo cauce de un río, de modo que la fuerza de la corriente movía directamente una rueda hidráulica vertical de paletas (ruedas vitrubianas), que a través de un sistema de engranajes (catalina y linterna), y de embragues, transmitían el movimiento de giro del eje horizontal de la rueda al eje vertical de una piedra de moler.
Posteriormente, se idearon ingenios molineros de canal o "de caz", separados o a la vera de los ríos, para lo cual se construía una presa o azud para embalsar el agua y conseguir una diferencia de altura para lograr una mayor presión y volumen suficiente en los lugares donde las corrientes de los ríos eran pequeñas y/o caudal estacional, de modo que se conducía el agua desde el azud por un canal (que se llamaba caz), para hacer precipitar el agua al final, en caída libre, según tres modalidades hidrodinámicas:
1) Sobre una rueda vertical de cangilones (rueda hidráulica gravitatoria), de modo que el agua operaba más por su peso (energía potencial) que por su velocidad (energía cinética), y unos engranajes, como los descritos antes, transmitían el movimiento a las muelas, produciendo la rotación de las mismas.
2) Precipitando el agua a media altura sobre una rueda hidráulica de paletas rectas (rueda vitrubiana); en este caso, con una mayor componente de velocidad, semejante al de las aceñas, pero con una alimentación de agua media o superior.
3) Haciendo pasar el flujo de agua, al final de la caída, por unos estrechos conductos reforzados llamados saetines o saetillos, que impulsaban y concentraban el chorro de agua a gran presión contra unas ruedas horizontales (rodetes) de cucharas (los álabes), transmitiéndose en este caso un movimiento directamente por un eje vertical (el árbol) a un aparejo donde se colocaban, por lo general, un juego de piedras de moler (la inferior solera, que estaba fija, y la superior móvil volandera, que se regulaban a través de palancas, y se sustituían con grúas rústicas, llamadas cabrias (de Cabrias, el estratega egipcio). Por lo general, había un rodete por cada juego de piedras de moler, pero podía haber hasta 2 pares, para lo cual se disponía de un sistema de embragues para permutar la funcionalidad de los 2 juegos de piedras (cualquiera, los dos, o ninguno). Después de pasar por el rodete, el agua regresaba al cauce por de un canal de retorno, o socaz (=caz bajo).
Molinos de sangre
En lugares sin vientos ni ríos aprovechables, se construyeron molinos de sangre. El molino propiamente dicho estaba en una primera planta y el eje que movía la volandera seguía hasta la baja, donde le cruzaban unos maderos a los que se enganchaban mulas o bueyes, que caminaban en círculo, para mover la piedra. Los animales llevaban los ojos vendados para evitar el mareo.
Este tipo de molino tiene un origen muy antiguo, pues existe un ejemplar en un yacimiento arqueológico llamado el Cabezo de Alcalá, en Azaila (Teruel), de época ibero-romana, fechado en torno al siglo I.
Otros molinos
- Molino manual de piedra usado por los Celtíberos, en el agujero central se introduce el grano, poco a poco, y dentro del agujero pequeño (arriba de la imagen) se introducía un palo, para dar vueltas al molino, que giraba sobre otra pieza de piedra estática. En este enlace exterior se vé una foto con un molino reconstruido y su estado natural para moler el grano
- Molino de fuego: Aquel en el que la fuerza motriz no la proporcionaban animales ni los elementos, sino máquinas de vapor o motores.
- Molino de bolas: Utilizado para reducir a polvo la materia prima mediante la rotación de un tambor que contiene bolas de acero o de otro material. Este tipo de molinos se utiliza con frecuencia en la industria minera.
- Molino de mareas, ubicados siempre a orillas del mar, cuya fuerza para el movimiento se conseguía por la subida y bajada de las mareas. Se conserva uno de estos molinos en la localidad de Isla en Cantabria.
El molino actual
Hoy en día los cereales se muelen mediante energía eléctrica o energía química (motores de explosión), mientras que los mecanismos consisten en una serie de rodillos apretados mediante muelles que van desmenuzando el grano y depositando el resultado en un sistema de cernido que, generalmente funciona por centrifugación
Referencias
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