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Modesto López Otero
Modesto López Otero y Bravo (Valladolid, 24 de febrero de 1885 - Madrid, 23 de diciembre de 1962) fue un arquitecto español.
Se licenció en la Escuela de Arquitectura de Madrid en 1910, y completó su formación en Viena pensionado por el Estado. En 1912 obtuvo, junto a José Yarmoz Larrosa, la Medalla de Primera Clase de la Exposición Nacional de Bellas Artes por su Proyecto de Exposición Universal de Madrid, realizado dos años antes. Este sería el comienzo de una brillante trayectoria profesional que fue evolucionando desde los postulados academicistas, historicistas, nacionalistas y regionalistas de finales del siglo XIX, hacia las vanguardias modernas del funcionalismo norteamericano y del eclecticismo secesionista de la arquitectura vienesa de la década de 1920.
En 1913, con tan sólo 28 años obtuvo la Cátedra de Proyectos de Conjuntos, en 1923 fue nombrado director de la Escuela de Arquitectura de Madrid -cargo que ocuparía hasta 1955-; en 1915 obtuvo el Premio Ayuntamiento de Madrid por la construcción de la desaparecida Casa de Miguel Blay (1913-1915); en 1917 repitió galardón con su edificio de viviendas Juan Cisneros (1913-1916), en la calle de Fortuny con vuelta a Jenner, y obtuvo la Medalla de Segunda Clase de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1924. También obtuvo el reconocimiento del mundo académico con su ingreso en las Reales Academias de Bellas Artes de San Fernando (1926) y de la Historia (1929) por su labor conservacionista y sus estudios sobre la historia de la enseñanza de la arquitectura.
A partir de 1928 López Otero se ocuparía principalmente de la planificación y dirección de las obras de la Ciudad Universitaria, su obra más importante -en la imagen-. Pocos años después, con el advenimiento de la Segunda República fue relevado de la dirección técnica por el arquitecto Sánchez Arcas. Acabada la Guerra Civil (1936-1939), y junto a Pedro Muguruza Otaño, volvió a hacerse cargo de las obras de las Ciudad Universitaria, que hubo que reconstruir prácticamente en su totalidad y en la que fue introduciendo un estilo de inspiración nacional, fundamentado en la idea de un Madrid Imperial que hundía sus raíces en las construcciones herrerianas de la España de Felipe II.
Estilo
Su actividad profesional se inició en una época en la que la arquitectura española se debatía entre un vago eclecticismo con influencia francesa y la búsqueda de un estilo nacional más o menos enraizado en las tradiciones regionales. La cultura de López Otero y su inquietud de artista le permitió abrir nuevos caminos en los que, sin desprenderse de un profundo clasicismo, evolucionó hacia conceptos formales de modernidad y nobleza.
Ejemplos de su obra
Sirven de ejemplo, no sólo los edificios de la Ciudad Universitaria levantados bajo su dirección, sino también la serie de edificios oficiales y particulares, entre los que destacan el Monumento a las Cortes de Cádiz, los Hoteles Gran Vía y Nacional de Madrid, el edificio neomudejar del Colegio Nuestra Señora del Recuerdo, el Hotel Cristina de Sevilla, el Gran Hotel de Salamanca, el Edificio La Unión y el Fénix Español (1931) y los Almacenes Rodríguez en Madrid, y el Colegio Español en la Ciudad Universitaria de París.
Labor pedagógica
Pero quizá su labor más fecunda por la influencia que ha tenido en la formación de las modernas generaciones de arquitectos fue la de profesor de Proyectos en la Escuela de Arquitectura de Madrid. Llevado de una imperiosa vocación docente y de un gran amor a la profesión, imprimió nuevos rumbos a la enseñanza, adelantándose en muchos aspectos a su tiempo, con criterio abierto a todas las ideas y virtud para saber inculcar en sus alumnos espíritu de análisis y un sano equilibrio entre la técnica y las humanidades. Fue un artista completo, de espíritu siempre joven y fina sensibilidad, conversador ameno de agudo ingenio y extensa cultura, y dibujante de fácil y elegante lápiz, reuniendo un conjunto de cualidades humanas que, a través de su magisterio, impulsaron el resurgimiento y la vitalización de la arquitectura española. En 1955 fue elegido Director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, cargo que ostentó hasta su muerte el 23 de diciembre de 1962.
Obras
- Ciudad Universitaria de Madrid
- Monumento a las Cortes de Cádiz,
- Hoteles Gran Vía y Nacional de Madrid,
- Hotel Cristina de Sevilla (desparecido),
- Gran Hotel de Salamanca (desparecido),
- Edificio de la Unión y el Fénix Español en la calle de Alcalá, 23, junto a Miguel de los Santos.
- Torre de la calle de Peligros
- Almacenes Rodríguez en Madrid (desparecido),
- Colegio Español en la Ciudad Universitaria de París.
Galardones
- 1912: Medalla de Oro de Arquitectura en la Exposición Nacional de Bellas Artes.
- 1916, catedrático de «Proyectos arquitectónicos» de la Escuela de Arquitectura de Madrid, de la que fue director desde 1923 hasta 1955.
- En 1926 ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Fue su director desde 1955 a 1962.
- 1932, ingresa en la Real Academia de la Historia.
Enlaces externos
Gran Enciclopedia Rialp [1] |