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Misiones Orientales
Las Misiones Orientales o Misiones del Río Uruguay, (en portugués Região das Missões) constituyen una región histórica que actualmente abarca parte del noroeste del estado de Río Grande del Sur al sur del Brasil; al este y sudeste de la actual provincia argentina de Misiones. En tiempos previos al Tratado de San Ildefonso de 1777, el territorio misionero al este del río Uruguay abarcaba una extensión mayor del estado de Río Grande do Sul, parte del de Santa Catarina y de la República Oriental del Uruguay. A partir del momento de la ocupación portuguesa, el nombre "Misiones Orientales" quedó restringido a la zona de los siete pueblos ocupados.
Las Misiones Orientales inicialmente formaron parte de la reducciones jesuíticas y de la Gobernación de los Treinta Pueblos de las Misiones Guaraníes, esta última, fue un gobierno creado por la corona española para administrar los territorios que en 1768 debieron dejar abandonados los jesuitas al ser expulsados de sus misiones en territorios que hoy forman parte de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. La gobernación funcionó intermitentemente entre 1768 y 1810, fecha en que su gobernador adhiere a la Primera Junta de Buenos Aires. Las Misiones orientales eran los siete pueblos fundados por los misioneros Jesuitas al este del Río Uruguay que pasaron al poder de Portugal y que luego de la Guerra del Brasil quedaron definitivamente incorporados a este último país.
Los jesuitas
En el siglo XVII la Compañía de Jesús llegó a la zona. Estos jesuitas iniciaron su actividad creando reducciones muchas de las cuales se transformaron en importantes ciudades. En pocos años, llegaron a crear 30 pueblos, en donde los guaraníes, que ya empezaban a practicar la agricultura, terminaron de adoptar el sedentarismo.
Los jesuitas crearon la llamada "Provincia de las Misiones" que originalmente tenía como límite oriental la Línea de Tordesillas y como límite septentrional (aproximado) el paralelo 20º S (al este del río Paraná sus límites efectivos septentrionales estaban dados por el Río Paranapanema o Paranapané), es decir, toda la región llamada La Pinería o guayrá.
Los territorios de las Misiones orientales se extendían por el norte de la Banda Oriental abarcando aproximadamente la mitad occidental de los actuales estados de Santa Catarina y Río Grande del Sur así como al norte del río Iguazú (o "Río Grande de Curytiba") las Misiones del Guayrá abarcaban casi la totalidad del actual estado de Paraná. Pero al concluir el período llamado Unión de las Coronas en el siglo XVII la región misionera de La Guayrá quedó ocupada por el Brasil, debiendo exilarse al sur del Arroyo Yabebirí los guaraníes misionenses que no habían sido esclavizados por los Bandeirantes y Mamelucos. Apenas pudo contenerse la invasión lusobrasileña en la feroz Batalla de Mbororé (1641).
En 1702 los jesuitas de Yapeyú crearon la "Vaquería del Río Negro", formada por un extenso territorio entre los ríos Uruguay, Río Negro y Cuareim (actualmente perteneciente a Uruguay) que dedicaron a la explotación ganadera. En 1704 crearon la "Vaquería de los Pinares", en lo que es hoy parte del estado brasileño de Río Grande del Sur, limitada por la Serra General, el río Uruguay y los extensos bosques al Oeste.[1]
Por orden real del 14 de octubre de 1726, ratificada el de 28 de diciembre de 1743, los treinta pueblos de Misiones quedaron subordinados al gobernador de Buenos Aires, fijándose el río Tebicuary como límite con la Gobernación del Paraguay que debió ceder algunos pueblos.[2] En 1750 se firma el Tratado de Madrid que divide las zonas española y portuguesa, dejando las Misiones Orientales al Brasil, más o menos con los límites actuales. Esto provocó descontento y revueltas. Entre los años 1754 y 1756 se llevó a cabo la Guerra Guaranítica que enfrentó a los guaraníes misioneros con España y Portugal, debido a la cesión de estos siete pueblos de las Misiones Orientales a Portugal y la obligación de trasladarse a las otras misiones al oeste del río Uruguay.
Después de la expulsión de los jesuitas
Al ser expulsados los jesuitas por orden del rey Carlos III el 27 de febrero de 1767, franciscanos, dominicos y mercedarios tomaron a su cargo los pueblos misioneros restantes.
El 8 de agosto de 1801, un grupo de irregulares portugueses aliados con algunos guaraníes descontentos, en el contexto de la Guerra de las Naranjas, ocuparon el pueblo de San Miguel Arcángel y pocos días después conquistaron el resto del departamento y el pueblo de San Francisco de Borja. Previamente, el 29 de junio de 1801 tropas portuguesas del Regimento de Cavalaria de Dragões do Rio Grande do Sul al mando del coronel Patrício Corrêia da Câmara, Primer Vizconde de Pelotas, destruyeron la población de Batoví fundada por Félix de Azara el año anterior y cuyos pobladores fueron trasladados a 6 kilómetros al este en territorio considerado parte del Brasil. Destruyeron también el Fuerte de Santa Tecla en el límite de Misiones con la jurisdicción de Buenos Aires.
El Tratado de Badajoz, reconoció la soberanía española en los territorios conquistados en las Misiones Orientales, firmado el 6 de junio de 1801 en la ciudad de Badajoz entre España y Francia de un lado, y Portugal del otro, puso fin a la Guerra de las Naranjas. En relación a España, Portugal reconocía definitivamente el derecho de posesión de la Colonia del Sacramento, y de las Misiones Orientales, que ya se había intentado solucionar a través de los Tratados de Madrid de 1750 y del de San Ildefonso de 1777. El Tratado también estipulaba que la violación de cualquiera de sus artículos conduciría a su anulación.
Tras la Batalla de Trafalgar, en 1805, en que franceses y españoles perdieron frente a Inglaterra, el gobierno de Portugal restauró la relaciones con los británicos, sus antiguos aliados. Esto llevó a la Guerra Peninsular, por lo que Francia declaró cancelado el Tratado de Badajoz, marchando contra Portugal de nuevo entre 1807 y 1810.
Por el lado portugués, el príncipe regente D. Juan, ya llegado a Brasil, declaró unilateralmente nulo el Tratado el 1 de mayo de 1808, perdiéndose para España los siete pueblos y once estancias al este del Río Uruguay que habían permanecido en poder portugués.
Con el territorio de las Misiones Orientales entre el río Uruguay al Oeste y el Río Ibicuy al Sur, Portugal creó el Distrito de Misiones, incorporado a la Capitanía de San Pedro del Río Grande del Sur, con sede en Rio Grande. En 1808 pasó a ser Comandancia Militar de Misiones. Posteriormente, entre 1810 y, tras la invasión lusobrasileña a la Provincia Oriental en 1820 el límite fue establecido en el Río Cuareim.[3]
Al producirse la Revolución de Mayo (1810), el Comandante de Armas de Misiones con sede en Yapeyú, Tomás de Rocamora, adhirió a ella, por lo que la Primera Junta lo nombró Gobernador Intendente de Misiones, finalizando la administración española en estos territorios.
Guerra de la Independencia
La recuperación de las Misiones orientales comienza con la aparición en 1811 de Andrés Guazurary o Guaçurary , quien fue uno de los primeros caudillos Federales. Se suma a las tropas de Manuel Belgrano en el intento de libertar al Paraguay de los Realistas, luego acompañó a Belgrano hasta la Banda Oriental con el mismo objetivo, sin embargo al ser desplazado Belgrano de la dirección de las tropas y ser suplantado por el Unitario José Rondeau, Guazurary decidió adherir a los Federales liderados por José Gervasio Artigas, quien lo apadrinó; por su amistad con éste llegó a ser llamado "Andresito Artigas". Era de familia guaraní, lo que —de no haber mediado Artigas— le hubiera excluido de la oficialidad de la época.
En 1815 venció a los invasores en Candelaria (cerca de la actual ciudad de Posadas), liberando luego Santa Ana, San Ignacio Miní y Corpus.
En septiembre de 1816 cruzó el Río Uruguay en Itaquí; derrotó nuevamente a las tropas brasileñas, logrando así liberar gran parte de las Misiones Orientales, en la extensión llamada El Tapé (el camino, en guaraní; en este caso, el camino hacia los puertos del Atlántico). Nuevamente victorioso en la batalla de Rincón de La Cruz, puso sitio a su ciudad natal, pero los refuerzos que llegaron a auxiliar a los defensores lo obligaron a retirarse nuevamente tras el río Uruguay.
Los lusobrasileños pasaron nuevamente a la ofensiva, avanzando sobre la barra del Aguapey. El 17 de enero de 1817, por órdenes del gobernador de Rio Grande do Sul, invadieron las Misiones mesopotámicas, saqueando y destruyendo las poblaciones de La Cruz, Yapeyú, Santo Tomé, Santa María, Mártires, San José, San Ignacio Miní, Apóstoles, y San Carlos. Sin embargo, Guazurary les hizo frente en estas últimas dos plazas, derrotándolos y obligándolos a retirarse; la situación le permitió pasar a la contraofensiva, avanzando hasta reconquistar San Francisco de Borja y gran parte de las Misiones Orientales.
Empero en 1819 los lusobrasileños contraatacaron; Guazurary era el único caudillo preparado para enfrentarlos, por lo que avanzó hasta la frontera e intentó sitiar Chagas. Los brasileños, apoyados por tropas frescas recién llegadas de Porto Alegre y Alegrete, le hicieron frente en el combate de Ita-Curuví. El desigual encuentro fue desastroso para las fuerzas de Guazurary; muchos de sus hombres, entre ellos el tuvichá Tiraparé, cayeron en combate y se vio obligado a abandonar el campo, con la idea de volver a formar sus tropas en la margen occidental del Uruguay. Sin embargo fue hecho prisionero por los brasileños cuando intentaba cruzar el río.
Guerra del Brasil
Manuel Dorrego, a cargo de las relaciones exteriores de las Provincias Unidas del Río de la Plata durante la Guerra del Brasil comisionó al gobernador santafesino Estanislao López para la liberación de las Misiones Orientales como paso previo al desalojo de los brasileños, establecidos en Porto Alegre Así en el año 1828 desde Santa Fe las tropas por él comandadas cruzaron el Río Uruguay por La Cruz e Itaquí liberando -junto a las tropas de Fructuoso Rivera- las Misiones Orientales; en tal ocasión las fuerzas que dirigía López alcanzaron la población (actualmente brasileña) de Cruz Alta y esperando refuerzos, buscaban alcanzar Porto Alegre ; Mientras tanto Dorrego logró que un mercenario alemán llamado Friedrich Bauer dejara de estar al servicio de Brasil e intentara la creación de la República de Santa Catarina. Dorrego también entró en relación con los principales líderes riograndenses: Bento Gonçalves da Silva y Bento Manuel Ribeiro para que ellos crearan la República de San Pedro del Río Grande, pero la presión inglesa (ejercida directamente por el enviado Lord John Ponsomby) y acciones directas de naves militares del Reino Unido sobre naves argentinas forzaron a que Dorrego aceptara el Tratado Preliminar de Paz, que dejaba nuevamente en poder del Brasil las Misiones Orientales.
Con el exilio forzado de los habitantes de las Misiones Orientales se fundó la ciudad Oriental de Bella Unión. Fue fundada en 1829 por Fructuoso Rivera y los guaraníes refugiados de las Misiones Orientales que lo acompañaban. En 1852 tras vencer los colorados aliados del Brasil a los nacionales, el territorio al norte del Quareim fue cedido al Brasil lo cual motivó un nuevo desalojo de la población y en 1853 fue refundada con el nombre de Santa Rosa de la Bella Unión del Quareim.
Misiones Orientales Mesopotámicas
Hasta 1895 la República Argentina reivindicó, ante Brasil como parte del entonces Territorio Nacional de las Misiones (que luego daría lugar a la actual provincia de Misiones) un área que se extendía por el este hasta el Cerro de Oyárbide (actualmente llamado en la cartografía brasileña Morro do Capão Doce) (26°42′S 51°24′O / -26.7, -51.4) y dos de los ríos que en éste nacen: el Chapecó/Xapeco (llamado entonces también: Pequiry Guazú) y el Jangada (o San Antonio Guazú), teniendo por límite norte el río Iguazú y por límite sur el río Uruguay; tal territorio abarcaba un área de unos 30.000 km², el litigio fue laudado a favor del Brasil por el presidente estadounidense Cleveland motivo por el cual el estado brasileño denomina Clevelandia a un municipio y ciudad en la región que estuvo «contestada» (litigada), región que se extiende por el extremo suroeste del estado de Paraná y el tercio occidental del estado de Santa Catarina.
Referencias
Referencias e información de imágenes pulsando en ellas. |
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LEVINTON, Norberto (2005), Las estancias de Nuestra Señora de los Reyes de Yapeyú (Revista Complutense de Historia de América ed.) - ↑
Trelles, Manuel Ricardo (1867), Cuestión de Límites entre la República Argentina y el Paraguay (Imp. del Comercio del Plata ed.), Buenos Aires - ↑
… (1999 - 2005), La Herencia Misionera (Diario El Territorio ed.)
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