Inscríbete y crea tu propia colección de obras y artículos
Masía
Masía en Gerona.
Una masía es un tipo de construcción rural, muy frecuente en la Cataluña Vieja, que tiene sus orígenes en las antiguas villas romanas. Se trata de construcciones aisladas, ligadas siempre a una explotación agraria o ganadera de tipo familiar.
Los elementos utilizados en su construcción han ido variando con el paso del tiempo; además, la ubicación de las masías ha condicionado también el tipo de material elegido. Así, en las zonas de montaña, el material más usado ha sido la piedra sin pulir. En los dinteles de puertas y ventanas se utilizaba la piedra picada. Durante la Edad Media, las piedras se unían mediante Fango, material que se sustituyó más adelante por la cal o el cemento. En los lugares en los que la piedra escaseaba se recurría al adobe para la construcción.
En el sur, la masía es mas pequeña que en el norte, donde precisa mayor espacio para los establos; en el litoral, donde la propiedad esta mas repartida y el clima es más suave, la masía adquiere otra configuración: los huecos se abren y se construyen como en todo el Mediterráneo, en forma de porches y galerías a modo de logias. La distribución y detalles se adaptan a estas variantes, pero en el fondo se mantiene una cierta unidad, derivada de las costumbres y usos regionales y de la tradicional psicología del payés.
La vida en la masía no se estabiliza hasta finales de la Edad Media, a causa de la inseguridad en el campo. No adquiere verdadera importancia hasta el siglo XVI, en que desaparece la organización feudal y el colono (masovero) puede independizarse, trabajar su tierra y construir su propia vivienda; en el XVII y principios del XVIII, adquiere su mayor desarrollo, enriqueciendo su arquitectura con detalles de buena construcción, apoyada frecuentemente en reminiscencias del románico, tan arraigado en la región. En el siglo XVIII acusa los efectos de la relación comercial con Italia, cuya influencia se percibe en la proporción mas alargada de los huecos, simetría en la composición de fachadas, arquerías de proporciones clásicas, etc.
La organización de la masía responde a criterios funcionales: el cuerpo del edificio principal —generalmente de dos pisos— es prismático, de planta casi rectangular, con la fachada de acceso orientada al mediodía o al saliente. La cubierta es casi siempre a dos aguas, con variantes de caballete: paralelo a la fachada en el Ampurdán, y normal a ella en casi toda la provincia de Barcelona. En Lérida y Tarragona suelen verse cubiertas a cuatro aguas, con una especie de lucarna central en esta última provincia.
En la planta baja suele haber un porche o portal de ingreso embaldosado con losas de barro cocido; a un lado está la cocina —pieza clave de toda casa rural—con su gran llar con escaños; completan esta planta las dependencias agrícolas para aperos y carros. En la planta primera se distribuyen los dormitorios y la sala, que, como pieza de respeto, ocupa el centro y da a la fachada principal. En la segunda planta están las buhardillas y desvanes donde se guarda la cosecha y se almacenan el grano y la paja para el ganado, cuando no existen graneros en la planta baja.
En las masías próximas a la costa todavía suele contemplarse alguna torre de carácter defensivo, reminiscencia de una época en que era imperioso mantener constante vigilancia y defensa contra las incursiones de piratas. De aquí, la denominación de torre que se da frecuentemente en Barcelona a las casas ajardinadas de sus alrededores, aunque en realidad carezcan de ella.
Referencias
Referencias e información de imágenes pulsando en ellas. |
http://ntic.educacion.es/w3//eos/MaterialesEducativos/bachillerato/arte/arte/arquitec/ca-masia.htm |