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Marcas de cantero
Las Marcas de Cantero, son signos personales grabados por los canteros en la piedra para indicar, generalmente, que es suyo el trabajo y de esta forma cobrar por la cantidad de piedras labradas. También estos signos, podían ser marcas de posición en la obra, para que el albañil las colocase de determinada manera. La hipótesis más común fue expuesta por Viollet-le-Duc, en el siglo XIX:
"Las marcas de cantero son signos lapidarios pertenecientes a la categoría de signaturas personales de los canteros, aparejadores y Maestros de Obra, que en muchos casos servían para señalar el trabajo realizado por cada uno, para así determinar el estipendio correspondiente"
Las formas de estas marcas son muy variadas e imaginativas: cruces, Letras, Números, figuras geométricas, herramientas, objetos religiosos, símbolos de Alquimia, Instrumentos musicales, de animales o Vegetales. Estudiándolas, se pueden conocer muchos detalles a cerca de estos personajes anónimos, las rutas que hacían, grado de experiencia, cuantos canteros trabajaron en la obra, etc.
Hasta mediados del siglo XIX, estos signos no tenían gran interés, ni se estudiaban. En una enciclopedia de principios del siglo XX, se los describía como conjunto de signos extraños, encontrados en casi todas las paredes de nuestras iglesias, catedrales, y construcciones medievales, se suponen signos “mágicos”.
Signos lapidarios
También es frecuente encontrar signos lapidarios grabados en las piedras de iglesias, monasterios y catedrales, mezclados con las marcas de cantero; muchas veces son únicos en cada monumento y sin aparente significado.
Los miembros de estos gremios viajaban libremente por Europa, manteniendo entre ellos estrechos lazos fraternales y de hospitalidad. Cuando el neófito solicitaba el ingreso, recibía un signo lapidario, que debía reproducir en todas sus obras, y que era su marca de honor.