Lámpara de queroseno

La lámpara de queroseno también conocida como Lámpara de parafina, fue un objeto muy útil en tiempos en que aún no se conocía, o bien no llegaba), la energía eléctrica a determinadas zonas (generalmente rurales). Su forma es variada y han existido, con el correr de los tiempos, diferentes modelos cuyos diseños se relacionaban con la aplicación y el lugar en donde iban a ser empleadas. Por su característica funcional se conocen distintos tipos de lámparas de Queroseno, más exactamente dos versiones, cuyo funcionamiento difiere de forma bastante significativa. Una de ellas es la más común (como la que se muestra en la ilustración) y se la denomina lámpara de lienzo o Mecha, y la que funciona a presión del Gas de queroseno. El conocimiento de la aparición de las primeras lámparas de este tipo, cuyo funcionamiento era a queroseno, se remonta al posterior descubrimiento del Petroleo (año 1859) y a partir de ahí de los productos derivados de dicho elemento; y se presume que el primer fabricante fue un Inventor polaco que adaptó lámparas que antiguamente funcionaban con otros combustibles (verbigracia: aceite). Hoy en día no se las considera demasiado prácticas, sin embargo se las utiliza en casos de emergencias por falta de corriente eléctrica, en lugares donde la misma no llega y en lugares descampados, etcétera. Aunque en realidad existen muchos métodos de iluminación más modernos y más prácticos para obtener luz.

Lámpara de lienzo o mecha

Similar a la de la ilustración, su funcionamiento es sencillo. Lleva una carga de Queroseno de aproximadamente 1/4 litro, en el que se sumerge una mecha que se empapa del combustible mencionado y que sobresale por una tapa de metal a través de una Ranura provista de una cremallera que permite subir o bajar el lienzo para regular la Llama luego de que se haya encendido la misma, retirando previamente la cubierta de vidrio, que finalmente se vuelve a colocar para protección del viento y para mantener una luz más firme y Brillante.

Lámpara a gas de queroseno

Este otro tipo, de construcción más moderna, carga el combustible (aproximadamente en cantidad similar a la anterior), se cierra herméticamente, y posee un émbolo con el cual se bombea dentro del alojamiento del queroseno, produciendo una alta presión en su interior y haciendo que este gas se transporte a través de un conducto que lo lleva a un distribuidor que posee un pequeño pico y una bolsita de tela de amianto (también denominada bujía) que captura el mencionado gas y es ese momento el indicado para encender con un fósforo u otro elemento la citada Bujía, logrando una luz intensa y blanca que abarca mayores espacios y brinda una iluminación más potente.

Precauciones de uso de estos artefactos

Saber regular la presión que se le aplica al tanque de combustible, y (teniendo en cuenta que dicho tanque posee una pequeña válvula a rosca para descarga de elevadas presiones que pudieran generarse); estar atento por si hay que desalojar presión ante el peligro de que pudiese explotar y provocar un serio accidente.