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Johannes Woeckel
Johannes Woeckel (s. XVII-XVIII) fue un arquitecto prusiano.
Trabajó a las órdenes del rey de Suecia quien le comisionó para organizar las defensas en la región de Turku, en el centro de la actual Finlandia, un territorio perteneciente en aquel momento a la corona.
Obsesionado por establecer de manera racional y definitiva, más allá del mito, el origen de la arquitectura, recopiló y estudió concienzudamente todo tipo de tratados y escritos existentes sobre este tema, como el texto latino de Alberti, la “Architectura universalis” de Joseph Furttenbach, la “Architectura civilis” de Johann Wilhelm y las diferentes versiones del libro de Vitruvio, como la alemana de Walther Ryff, la latina de Daniele Barbaro o la interpretación francesa de Perrault. Su intención era levantar en medio del bosque la Cabaña Primitiva, punto de arranque de la arquitectura como arte según todos esos tratados.
Como primer objetivo, se dedicó a cotejar todos los modelos extraídos de los escritos, estableciendo lo que debían ser sus dimensiones reales, dimensiones que no sólo tenían que concordar con las proporciones áureas y con la escala humana, sino que debían responder a relaciones místico-cabalísticas dado el significado de epifanía inaugural de este arte que asumía dicha cabaña.
A continuación intentó acoplar estas series numéricas y dimensionales con medidas reales según los diferentes tipos de maderas, sus resistencias y durezas, y el desarrollo y envergadura de los troncos de los árboles. Además, la cabaña primitiva estaría construida con el tipo de madera más común entre la existente en los bosques antiguos europeos. Tras sus pesquisas llegó a la conclusión que estaba hecha con madera de pino de Valsaín (España), por lo que hizo importar suficiente cantidad de ella, una vez curada y preparada durante un año en un lugar bien ventilado y protegido como aconseja Vitruvio.
Analizó y experimentó distintas maneras de cortar y ensamblar las piezas, con las escuadrías justas, y mediante el uso de herramientas adecuadas, como hachas de sílex, evitando el uso de cualquier tipo de remaches y accesorios metálicos, inexistentes en épocas prehistóricas. Llegó a establecer soluciones constructivas elementales y racionales acordes con la simplicidad de esta obra.
Así pues, según el modelo de Woeckel, la cabaña primitiva, origen de la arquitectura, era de dimensiones místicas y armónicas, y se adecuaba a las necesidades y proporciones humanas. Estaba construida con el material leñoso más frecuente en la antigüedad europea, realizada con las escuadrías más fáciles de obtener de acuerdo con su dureza y mediante el uso de herramientas no metálicas, extrayendo además sus máximas posibilidades estructurales y constructivas por los procedimientos más simples y evidentes.
Después de más de cincuenta años invertidos en este empeño no pudo llegar a ver terminada su obra la cual quedó inconclusa y fue finalmente abandonada tras su muerte.
Referencias
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