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Iglesia de San Juan Bautista (Elche)
La iglesia de San Juan Bautista está ubicada en la calle San Juan de la ciudad de Elche (Comunidad Valenciana, España). El encargado de esta obra fue el arquitecto Antonio Serrano Peral, el cual presentó un primer proyecto en 1940, pero acabó realizando una segunda propuesta presentada en 1953. La obra finalizó y fue abierta al público en 1962.
Historia
La actual obra se encuentra situada en el mismo solar donde en el siglo XIII se ubicaba una mezquita, y entre el siglo XVI y el XVII una iglesia barroca, la cual conservaba partes de la antigua mezquita. Esta construcción se encuentra en el conocido barrio de el Raval, cuyo origen fue en la Edad Media, tras la conquista, cuando se expulsó de la villa a la población morisca y fue trasladada fuera de las murallas, formando un nuevo barrio, el Raval. A este barrio le afectó la conversión forzosa al cristianismo en el 1526, tras la revuelta de las Germanias, y su expulsión en el 1609.
Esta nueva iglesia barroca se caracterizaba por tener una gran riqueza artística en bienes muebles e inmuebles, y por destacar visualmente por encima de toda la ciudad debido a su altura comparada con las casas de su alrededor. Pero durante la guerra civil, en el año 1936, fue trágicamente quemada, perdiéndose toda obra artística que se encontraba en el interior. Apenas quedaron algunos muros y pilares, ya que los materiales fueron repartidos en otras construcciones. En ese mismo año fue incendiada también la Basílica de Santa María, que junto a la Iglesia de San Juan Bautista, eran los dos elementos que destacaban visualmente por encima de la ciudad de Elche.
Primera propuesta
En 1940, Antonio Serrano Peral propuso un proyecto que tenía la intención de reconstruir con cierta proximidad la iglesia destruida, siguiendo el modelo de arquitectura tradicional, aunque introducía elementos nuevos como el cupulino de la cúpula del crucero o unas nuevas medidas para el tambor de la cúpula de la Capilla del Santísimo. Pretendía aprovechar los antiguos cimientos, reproduciendo así la antigua planta, pero sustituyendo los pilares por columnas, lo cual dotaría al alzado interno un aspecto similar a otra obra suya, la Iglesia de San Salvador, también situada en Elche. A pesar de todo, esta propuesta no se llevó a cabo por problemas económicos, realizándose entonces una propuesta de 1953 la cual era más propia de la etapa estabilizadora del franquismo.
Segunda propuesta
La propuesta construida, de 1953, se caracteriza por una estructura más simplificada, y con elementos más novedosos en contraposición a la arquitectura de la posguerra, como es la introducción del estilo bizantino, el cual ya aplicó en la obra El Sagrado Corazón de Jesús, iglesia que se encuentra también en Elche, y tiene como punto en común con la Iglesia de San Juan Bautista la cúpula achatada de tipo bizantino.
Compuesta por una planta de cruz latina, con seis capillas laterales definidas por pilares octogonales y arcos parabólicos. Este arco parabólico, el cual también utilizó en la Iglesia Nuestra Señora de los Ángeles de Alicante, y que se estaba construyendo al mismo tiempo, es el que define todo el interior, supone la introducción de un elemento estructural con importantes repercusiones espaciales, ya que su diseño permite al arquitecto crear una gran luz, consiguiéndose así un espacio amplio y diáfano. Esto arco parabólico posee además una connotación estética en el conjunto, ya que refuerza el sentido orientalista del edificio, y se elimina todo elemento decorativo de carácter historicista. Este elemento estructural también define la tendencia orientalizante que marcó su trayectoria, y la cual se puede ver reflejada en muchas de sus otras obras, como es en la Ermita de San Crispín, de 1950.
En el crucero aparece una cúpula, con efecto de rebajada y sección parabólica, sobre un tambor de generatriz ovoidea, con aleros sobre el cual descansa, y con ventanas en celosía que ocupan todo el perímetro, las cuales permiten la entrada de luz natural.
El campanario tiene sección cuadrada en la parte inferior, y circular en la parte de arriba, el cual esta adornado con una celosía como el tambor. Este cilindro superior está coronado por una especie de sombrero cónico, fabricado mediante teja cerámica. Esta arquitectura evoca la figura de un alminar.
Tanto en el interior como en el exterior destaca la ausencia de elementos ornamentales y clásicos. En el interior encontramos todas las paredes estucadas de un color verde claro. Y el exterior aparece combinado con un revestimiento de piedra artificial de color blanco y un estuco de cemento. La fachada principal se orienta al poniente, al igual que la Basílica de Santa María y la iglesia de El Salvador, ya que mantiene la orientación canónica que existía en la antigua construcción. Esta se compone de un gran arco ciego que aloja la portada de medio punto, y flanqueada por dos cuerpos de sección cuadrada, el cual uno de ellos es la torre del campanario.
Como resultado se aprecia una apariencia casi racionalista que se encuentra en la línea de renovación de la arquitectura religiosa, una ruptura con la tradición reconstructiva que se daba en algunos proyectos de templo en la postguerra.
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