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Frauenkirche (Dresde)
La Frauenkirche (Iglesia de Nuestra Señora) en Dresde, Alemania, es una iglesia luterana de la época barroca. Arquitectónicamente, es una de las iglesias más destacadas de Europa y una significativa muestra de los edificios sagrados del Luteranismo. Es uno de los edificios de piedra arenisca más altos del mundo y tiene la mayor cúpula de piedra al norte de los Alpes.
Fue construida entre 1726 y 1743. Durante la Segunda Guerra Mundial fue totalmente destruida a causa del Bombardeo de Dresde en 1945. La República Democrática Alemana mantuvo sus ruinas como un monumento que recordara la destrucción de la guerra. Después de la caída del Muro de Berlín, se comenzó en 1994 su reconstrucción, finalizando ésta en 2005. Para ello contribuyeron a su financiación donantes de todo el mundo.
El 30 de octubre de 2005 tuvo lugar la bendición en acto solemne de la Frauenkirche. De "monumento de la guerra" debe ahora pasar a ser un "símbolo de la reconciliación".
Historia de la iglesia hasta 1945
La primera construcción románica
Ya en el siglo XI había en el lugar en que hoy se encuentra la Frauenkirche una pequeña iglesia románica, posiblemente la más antigua de Dresde, iglesia que estaba dedicada a María Madre del Señor y por lo tanto llamada Unsere Liebe Frau (Iglesia de nuestra Amada Señora). Durante la Edad Media fue modificada varias veces. En la Reforma protestante el edificio se encontró en la zona luterana de la ciudad. A comienzos del siglo XVIII, el edificio se hallaba en pésimo estado y era insuficiente para el creciente número de fieles que allí acudían.
La construcción barroca de George Bähr
Debido a lo anteriormente expuesto, en 1722 el Ayuntamiento de Dresde decidió construir una nueva iglesia. Se encargó el proyecto al arquitecto y urbanista George Bähr. La elaboración del proyecto hasta su aprobación en junio de 1726 llevó 4 años: el 26 de agosto de 1726 se puso la primera piedra, y no fue hasta 1743 cuando se finalizó la nueva iglesia. Su coste fue de 288.570 Táleros, 13 Grosz y 64,4 Peniques, obtenidos en su mayor parte de donativos realizados por los ciudadanos de Dresde. El 28 de febrero de 1734 se consagró la iglesia con un sermón del superintendente Valentin Erst Löscher y música de Theodor Christlieb Reinhold. En mayo de 1743, apenas cinco años después de la muerte de George Bähr, se culminó finalmente la construcción con la colocación de una cruz sobre la cúpula. Löscher hizo que se colocara la cruz en oposición al deseo de Bähr, que quería que se pusiera un obelisco piramidal, así como contra las exigencias de Heinrich Graf von Brühl, primer ministro sajón, que quería que se colocara un obelisco con forme de “A” letra que simbolizaría el gobierno de Augusto el Fuerte.
A partir de entonces la Fruenkirche de Dresde pasó a ser la única iglesia protestante del Barroco alemán con importancia a nivel europeo. La parte central de la construcción realizada por Bähr, sostenía una cúpula toda ella de piedra. Pero, quizá, lo más fascinante de esta cúpula era su forma exterior, que en la parte inferior se hacía cóncava, de modo que recordaba en su forma a una campana. Esta forma, única en el mundo, hizo que el edificio se conociera como la campana de piedra. La cúpula descansaba en ocho pilares, los cuales se encontraban más juntos en las diagonales que en los ejes centrales, simbolizando de este modo la forma de una cruz.
La planta de los muros exteriores tenía forma de un cuadrado, forma interrumpida por el coro semicircular que sobresalía en uno de los lados. En las esquinas se situaban torreones con escaleras que actuaban como contrafuerte de la cúpula, escaleras que servían para acceder a las tribunas que se asomaban entre los ocho pilares. Justo delante del coro había una escalinata de forma curva en cuyo centro se situaba un atril, detrás un altar barroco monumental al que coronaba un órgano. El púlpito estaba suspendido en uno de los pilares de la izquierda, encima de la escalinata. Los bancos que se encontraban debajo de la cúpula se situaban concéntricos y dirigidos hacia un punto situado entre el atril y el altar; por el contrario, los bancos situados entre los pilares y detrás de estos miraban al centro de la iglesia. Esto acentuaba la existencia simultánea de dos centros de atención en el edificio: por un lado, el centro y, por otro, el coro. Sus proporciones, dada la gran altura de los pilares, así como las ventanas estrechas y alargadas recordaban a las iglesias góticas.
El edificio en principio no es muy diferente en su concepción de Santa Sofía en Constantinopla o de Santa Maria della Salute en Venecia, pero tiene sutiles y a la vez maravillosas diferencias: La parte cuadrangular se cierra como en esos casos con una bóveda, esta bóveda denominada “bóveda interior” se abre hacia arriba mediante un óculo gigantesco. Sobre el edificio cuadrado y su bóveda interior se coloca la bóveda exterior o campana de piedra, la cual puede ser vista por dentro a través del óculo. Finalmente la campana de piedra es rematada con la linterna. En este caso la bóveda exterior actúa como una inmensa Caja de resonancia, parecida a la de un violín, de ahí que la proverbial acústica del lugar definida como “sublime”, “única", etc.. Es de suponer el maravilloso resultado obtenido mediante la música del órgano del altar, junto con los cánticos del coro amplificado hasta el infinito por la campana de piedra.
La Frauenkirche tenía una altura total de 91,23 m, una anchura de 41,96 m y una longitud de 50,02 m. La cúpula comenzaba a una altura de 40 m., y la linterna (cima de la cúpula) comenzaba a una altura de 62 m., todo ello sobre la plaza del Mercado Nuevo, Neumarkt, de Dresde. La cúpula, realizada toda ella con piedra arenisca de Sajonia, tenía en la parte baja un diámetro exterior de 26,15 m y en la parte superior del orden de 10 m., con un peso de 12.000 t.
Destrucción durante la Segunda Guerra Mundial
Después del ataque aéreo de Dresde, realizado por Bombarderos británicos y americanos la noche del 13 de febrero de 1945, la Frauenkirche ardió completamente. No fue alcanzada por ninguna bomba explosiva, pero se encontraba justo en el centro de la ciudad, donde el fuego fue más intenso e hizo los mayores estragos. Además, en los sótanos de la iglesia había archivados gran número de rollos de películas de las Fuerzas Aéreas, rollos que en aquel entonces estaban hechos de celuloide, producto muy inflamable y que al arder produce mucho calor. Sin embargo, parte de estos rollos se recuperaron entre la montaña de escombros que había al iniciarse la reconstrucción. Por ello, su influencia en el incendio y en su desarrollo está actualmente cuestionada.
El 15 de febrero, a las 10 de la mañana, los pilares interiores - todavía candentes - no pudieron soportar más el peso de la construcción. Con un ruido espantoso se desmoronó la totalidad del edificio, suceso este que para muchos habitantes de Dresde, dado su gran poder simbólico, aún superó la terrible destrucción de la noche anterior. En su lugar quedó una inmensa montaña de escombros. Entre estos restos sobrevivió el muro exterior del coro hasta la altura de las molduras y parte de una de las esquinas de la zona noroeste. También se conservó parte del altar realizado por Johann Christian Feige salpicado por las gotas de estaño provenientes del órgano al derretirse por el calor. Estos restos permanecieron relativamente indemnes bajo la protección de la montaña de escombros y han podido ser reutilizados durante la actual reconstrucción, reintegrándolos en el nuevo altar. De este modo, las huellas de la destrucción se han dejado allí conscientemente como muestra de aquel desastre.
Monumento conmemorativo contra la guerra en la RDA
Al poco tiempo de acabar la guerra, a iniciativa de Hans Nadler, dirigente del Land, se realizaron los primeros intentos de llevar a cabo la reconstrucción de la Frauenkirche. Se inventariaron y almacenaron 850 piedras. Sin embargo, las opiniones de cómo reconstruir la ciudad, por parte del nuevo gobierno socialista de la ciudad, no parecían incluir la limpieza de esta montaña de escombros situada en medio de la ciudad, de modo que las esperanzas de una reconstrucción de la Frauenkirche desaparecieron rápidamente. En 1962, las autoridades intentaron eliminar los escombros y en su lugar hacer un parque, intento que fracasó en parte por las protestas de la población y en parte porque no había dinero para ello. Se plantaron rosas sobre los escombros pero, mientras tanto, dos tercios de las piedras desaparecieron para ser utilizadas en las orillas del Río Elba.
Así permanecieron los escombros en medio del centro de la ciudad durante los 40 años que duró la RDA, escombros descritos por el Gobierno como un monumento conmemorativo, similar a la iglesia en ruinas de Berlín, la famosa Iglesia Memorial Kaiser-Wilhelm. Muchos habitantes de Dresde que sobrevivieron a aquella noche aciaga, recordaban al ver este monumento a sus parientes que murieron entonces y que nunca tuvieron una tumba en la que ser visitados.
En 1966, la RDA declaró oficialmente las ruinas de la iglesia monumento contra la guerra. El día de la destrucción de Dresde fue utilizado a partir de entonces para realizar manifestaciones públicas en conmemoración de los muertos por el bombardeo. El 13 de febrero de 1982 hubo, junto a estas ruinas y por primera vez, una convocatoria de manifestación silenciosa por parte de cristianos pacifistas de Dresde contra la guerra. A esta manifestación le siguieron otras durante la década de los 80, a las que se fueron uniendo otros grupos pro-derechos humanos en la RDA, así como movimientos Pacifistas, reuniéndose todos ellos el día 13 de febrero junto a las ruinas para recordar en silencio los efectos de la guerra. Los intentos realizados por parte del gobierno de eliminar estas manifestaciones fueron en vano.
La iglesia de Sajonia planteó durante esta época conservar las ruinas, que deberían permanecer como un monumento a la reconciliación. El sótano o cripta debería incluir una exposición sobre la historia de la Frauenkirche y al mismo tiempo ofrecer un “lugar de silencio”. Las reivindicaciones gubernamentales de principio de los años 80, en las que se exigía la reconstrucción de la iglesia con dinero occidental, fueron rechazadas en un sínodo de la iglesia de Sajonia, así como por parte de los grupos pacifistas.
En 1985, el Ayuntamiento de Dresde trabajó en planes a muy largo plazo, en los que incluían los proyectos a realizar después de concluir la reconstrucción de la Semperoper. Dichos planes comprendían también la reconstrucción de la Frauenkirche, una vez que se finalizaran las obras del castillo de la ciudad. El motivo esencial para esto fue, entre otros, el desmoronamiento cada vez mayor de los restos de piedras de las ruinas y con ello, el daño que se hacía sobre el carácter de monumento conmemorativo. Estos planes se abandonaron totalmente con los cambios producidos por la reunificación.
La reconstrucción con los nuevos cambios
Como consecuencia de las transformaciones sufridas en 1989, se publicó una carta abierta de Günter Voigt a Johannes Hempel, obispo de la Iglesia Luterana de Sajonia. En esta carta se apostaba por la reconstrucción de la Frauenkirche, dado su gran poder simbólico. Durante una reunión de ciudadanos de Dresde partidarios de esta reconstrucción surgió la frase "Ruf aus Dresden" (Llamada de Dresde), tal y como la acuñó el padre Karl-Ludwig Hoch. Esta llamada dio la vuelta al mundo a partir del 12 de febrero de 1990.
La idea de reconstruir la iglesia fue tomando forma. Como primera consecuencia de la “llamada” se creó la Gesellschaft zur Förderung des Wiederaufbaus der Frauenkirche in Deutschland e. V. (Sociedad para el fomento de la reconstrucción de la Frauenkirche de Alemania, Sociedad Registrada). Su órgano director estaba presidido por el eminente ciudadano de Dresde Ludwig Güttler y estableció las pautas a seguir para el desarrollo de una reconstrucción desde un punto de vista arqueológico. A partir de ese momento se efectuaron trabajos decisorios para la reconstrucción, así como para organizar la recaudación de los donativos (al principio sólo había un apoyo del 10%). En 1991 se creó la Stiftung für den Wiederaufbau Frauenkirche (Fundación para la reconstrucción de la Frauenkirche) que dirigiría la totalidad de la obra. El 18 de marzo de ese mismo año, un Sínodo del Land de Sajonia aprobó oficialmente la reconstrucción de la Frauenkirche.
Orden cronológico de los hechos más destacables: el 27 de marzo de 1994 se puso la primera piedra de la nueva Frauenkirche. En 1996 comenzó realmente la reconstrucción en sí; el arquitecto elegido fue Eberhard Burger. La reconstrucción finalizaría en la primavera de 2005. Las obras se ejecutaron más deprisa de lo esperado, ya que los donativos recibidos superaron con mucho el ritmo inicialmente supuesto. De este modo, la silueta de la iglesia pudo volver a verse en la ciudad en agosto de 2004, en vez del año 2005, tal y como se había previsto inicialmente.
La cripta
Antes de comenzar con la reedificación en sí, tuvo que habilitarse la cripta, o sótano, de la iglesia, con el fin de utilizarla para servicios religiosos, visitas guiadas sobre las obras que se iban a hacer, así como para conciertos. Su consagración se realizó el 21 de agosto de 1996.
En el lugar más profundo de la Frauenkirche - exactamente en el vértice de la cruz que forman las bóvedas de cañón existentes - se encuentra un altar de piedra caliza, oscuro e iridiscente. Este altar lo realizó Anis Kapoor, una artista británica de madre judía y padre hindú, y es el primero de una iglesia alemana que ha sido realizado por una artista judía.
Uso de la piedra en la construcción
Durante la reconstrucción se volvió a emplear parte de las piedras catalogadas (43% de la construcción original). Incluso se llegaron a usar grandes bloques enteros, colocándolos donde estuvieron originalmente. Los restos de una de las torres de la esquina y del coro se reintegraron igualmente en la construcción. Estos dos restos suponían el 34% del material reutilizado.
Al construir la cúpula (campana de piedra) no se empleó material procedente de los escombros por motivos puramente físicos, sino siempre piedra arenisca nueva. Las piedras de la cúpula se sometieron a un test especial para observar si soportarían el esfuerzo que iban a sufrir. Las piedras antiguas habían soportado temperaturas altísimas y no se debía correr riesgo alguno en su reutilización.
El edificio actualmente tiene por fuera el aspecto de un puzzle, debido al color que dan las piedras antiguas (oscuras) y las nuevas (claras). La capa de color negro de las piedras antiguas se debe a la oxidación del hierro de las piedras areniscas. El color claro es el habitual de la piedra arenisca recién tallada, pero con el tiempo las piedras nuevas se irán oscureciendo hasta que al final serán indistinguibles.
Dos anillos de acero ocultos, así como un armazón de acero igualmente oculto, sostienen la estructura de la iglesia, a diferencia de la antigua construcción. Estos elementos de acero pueden ser retirados en caso de necesidad, haciendo la construcción más practicable.
Gracias a modernas técnicas de medición, los bloques de piedra de los pilares pudieron colocarse con exactitud milimétrica. Mediante programas informáticos que se emplean para construir aviones, se analizaron las 560 placas de piedras de la base de la cúpula, ya que en ellas son enormes las variables fuerzas de la cúpula y ya en la antigua Frauenkirche causaban constantemente grietas. Entre 1938 y 1942 se hicieron los últimos arreglos de estas grietas.
La Universidad de Dresde junto con la de Karlsruhe realizaron durante dos años un trabajo de investigación para utilizar en la cúpula. Por ejemplo, se crearon nuevas mezclas de mortero para que las piedras fueran completamente impermeables a la entrada de lluvia por ellas. Para impedir esta entrada de agua, ya en el proyecto original del siglo XVIII se incluía un tejado de cobre sobre la cúpula. Por motivos económicos fue rechazada esta construcción, naciendo de este modo la campana de piedra.
Cubierta protectora de la obra
Con el fin de poder realizar las obras ininterrumpidamente y con rapidez, se decidió fabricar una cubierta que protegiera la obra de las inclemencias del tiempo, cubierta que podría ir subiendo conforme la obra ascendiera. Así, una vez se llegara a una determinada fase de la construcción, la cubierta protectora podía ser elevada varios metros por encima de ella mediante un mecanismo hidráulico. Esta técnica se desarrolló especialmente para construir la Frauenkirche y permitió que se trabajara con todo tipo de meteorología e incluso en invierno.
El interior de la cúpula
El pintor italiano Battista Grone realizó en 1734 las ocho pinturas del interior de la cúpula. En ellas estaban los cuatro Evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan, así como alegorías de las virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad.
El primer intento de reconstrucción fue un fiasco, San Juan quedó demasiado coloreado por lo que fue rechazado y la pared se volvió a revocar. Después de varios procesos más de selección, se encargó al pintor Cristoph Wetzel y al restaurador Peter Taubert que pintaran la cúpula lo más parecida a como fue.
Sirvieron de modelo diapositivas del año 1943. No se sabía a ciencia cierta hasta qué punto dichas diapositivas habían sido afectadas por el tiempo, y además algunas de las pinturas habían sido reparadas anteriormente. Por dicho motivo Cristoph Wetzel estudió también otras obras del maestro del Barroco, con el fin de traspasar su arte a las pinturas que se le habían encargado.