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Forjados con Vigas de Madera
Los Forjados con Vigas de Madera han sido usados durante siglos, y en la actualidad prácticamente están en desuso.
Suelen usarse en algunas viviendas unifamiliares u otras construcciones como en hotelería, o respondiendo a diseños de estilo donde suele verse el envigado a modo decorativo.
El forjado de madera en un edificio definido por crujías de luces moderadas, se resuelve con el empleo de viguetas, de luces y cantos adecuados, ubicadas en forma paralela y espaciadas uniformemente, con la separación entre ejes de acuerdo al tipo de entrevigado que deba realizarse.
Paredaña
La vigueta primera, que se encuentra junto al muro lateral, se denomina paredaña; la misma debe colocarse separada del muro aproximadamente 2,5 cm, por medio de un listón corrido.
Solución para Luces Importantes
En el caso en que haya que salvar luces importantes, por ser muy oneroso el empleo de viguetas de grandes luces, se prefiere dividir en forma transversal la crujía por medio de vigas maestras o jácenas, separándolas entre 3 y 4 metros; ellas sirven de apoyo las viguetas ubicadas en sentido longitudinal de la crujía.
Huecos en los Forjados
Cuando deben dejarse huecos de paso en el forjado, como por ejemplo en el caso de ventilaciones para chimeneas, escaleras o ascensores, se utilizan brochales o viguetas, que apoyan en otras viguetas y al mismo tiempo sirven de apoyo a las viguetas cojas.
A los efectos de repartir la acción directa sobre una vigueta entre otras contiguas, es común reforzar el conjunto de viguetas con zoquetes, los cuales reducen la deformación del forjado al otorgarles mayor rigidez.
Apoyos
Los apoyos de las viguetas nunca se realizan en forma directa sobre el muro de carga, sino que apoyan sobre durmientes o carreras, aisladas del muro a través de un producto impermeabilizante.
Los durmientes o carreras, son piezas de madera ubicadas de tabla sobre el muro, preparadas para recibir a las viguetas por apoyo simple o con ensambles con corte a pluma, y engatilladas con tirafondos metálicos dados en llamar por su forma colas de carpa.
Estos engatillados se disponen como mínimo cada cuatro viguetas; anclando también la vigueta paredaña cada 2 m., alcanzando dicho anclaje por lo menos a tres viguetas.
Cuando no existe la viga carrera, cada vigueta se aloja en forma individual en un mechinal, apoyada sobre nudillos con sus engatillados respectivos. Este sistema resulta más económico, permitiendo disminuir la debilitación del muro.
Es fundamental que todo apoyo de una vigueta de madera permanezca aislada del muro sobre el que apoya, y requiere estar ventilada por su testa. Para evitar que se introduzca humedad, las cabezas de todas las viguetas deben pintarse con pintura protectora en todas sus caras hasta una profundidad calculada como el doble de la entrega.
Para que la vigueta tenga la ventilación necesaria, la mejor forma es el hacer pasante el mechinal y cerrarlo al exterior mediante un ladrillo perforado al grueso, o una pieza metálica perforada que sirva a la vez para anclaje del engatillado.