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Emilio Rodríguez Ayuso
Emilio Rodríguez Ayuso (Madrid, 1846-Madrid, 1891) fue considerado como uno de los precursores más importantes de la corriente conocida como arquitectura española, trabajó profusamente el estilo neomudéjar.
Rodríguez Ayuso se tituló en 1869 y a pesar de morir con cuarenta y seis años, la vida profesional de Rodríguez Ayuso resultó fructífera y de extraordinaria influencia.
Quizás su primera obra, tras vencer en el concurso convocado, fue la Escuela-Modelo en la plaza madrileña del Dos de Mayo (1869), de corte clasicista. Su formación ecléctica le permitió aportaciones de originalidad, que en el nuevo neomudéjar de la plaza de Toros de Madrid en la Carretera de Aragón (hoy destruida) aparecieron ya definidas. La utilización de arcos gemelos de herradura y el empleo del ladrillo aparejado sobre un motivo romboidal, el empleo de almenas escalonadas como cornisa, sobre el alero de la fachada monumental, causaron un efecto extraordinario que ocultó la importancia del empleo del hierro y la racionalidad y el clasicismo de su estructura. Con este modelo, la tipología de las plazas de toros quedó fijada durante más de un siglo.
Las Escuelas Aguirre (1884-1887) que Ayuso construyó en la calle Alcalá, 62, suponen sin embargo la culminación del neomudéjar, caracterizado por el uso masivo del ladrillo, el virtuosismo en su aparejo, tratado como piel ornamental sin lugar al vacío, cubriendo la totalidad del edificio, que sin embargo se compone con gran sencillez de volúmenes según los esquemas convencionales del clasicismo académico. Ayuso también realizó otras escuelas para Aguirre en Cuenca.
En el edificio construido en la calle Eloy Gonzalo, 5, para el Doctor Núñez (1878), junto al hospital Homeopático, aplicó el estilo a la vivienda madrileña, que durante varias décadas siguió el neomudéjar de Ayuso, reafirmado en su propia vivienda en la calle Alcalá (derribada).
El eclecticismo de Rodríguez Ayuso le permitió trabajar por separado y simultáneamente en dos registros en apariencia bien distintos. Empleó el neomudéjar, de su invención y desarrollo, en edificios de carácter público y en viviendas burguesas y populares. Reservó el historicismo clasicista para palacios aristocráticos al gusto de esa clientela.
Entre éstos últimos, destacó el palacio de Anglada (derribado) en un solar entre las calles Serrano, Lista, Marqués de Villamagna y Castellana, en el que incluyó un sorprendente patio semejante al de los Leones de la Alhambra. Su eclecticismo se desarrolló con gran libertad en los numerosos edificios de viviendas realizados en Madrid: en la calle Génova, 21 (1880); en la plaza de Colón, 2 y 3 (derribados en 1965), en Recoletos, 17, en Castelló, 6 (1883), en Antonio Maura, 9, en Lagasca, 16 (1880).
Obras de distinta índole, como la reforma del palacio de Vista Alegre para convertirlo en Colegio de Niñas Huérfanas de la Unión (luego Instituto Nacional de Reeducación de Inválidos) y el interior de la biblioteca, en “hierro dulce”, del Senado (1882), muestra la elegancia en el empleo de los numerosos recursos formales a los que acudió.
Obras[editar]
Referencias
Referencias e información de imágenes pulsando en ellas. |
Miguel Ángel Baldellou: Arquitectos en Madrid, Ayuntamiento de Madrid ISBN 84-7812-603-1 |