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Egas
El yacimiento arqueológico de Egas se encuentra en la región de Macedonia Central, al oeste del golfo de Salónica y bastante cerca de la ciudad de Salónica . Formó parte del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1996.
La antigua Aigai (Egas)[editar]
En la Antigüedad existió allí una ciudad llamada Aigai (Egas) que fue la primitiva capital macedonia. Cuando el Imperio Macedonio estaba en todo su esplendor, trasladaron la capital del reino a la ciudad de Pella.
Se conocía históricamente la existencia de la antigua Aigai Egas) y ya en el año 1861 empezaron las primeras excavaciones en esta región, realizadas por el arqueólogo francés León Heuzey. En aquella ocasión se descubrieron el antiguo palacio y una tumba subterránea con bóveda y con una fachada que aparentaba un templo. La tumba había sido profanada. Años más tarde, en sucesivas excavaciones se fueron encontrando hasta 51 tumbas, casi todas con montículo y además se intentó la excavación de lo que se conocía como el Gran Túmulo, situado en pleno centro de Vergina. Pero no se consiguió el gran hallazgo hasta el año 1977.
Las tumbas reales[editar]
La excavación y el descubrimiento lo llevó a cabo el arqueólogo griego Manolis Andronicos en los años 1977 y 1978.
Primero fueron excavadas dos tumbas que estaban cubiertas por el gran montículo artificial. La primera tenía una pequeña estructura rectangular; tres de sus paredes estaban pintadas con la representación del rapto de Perséfone y Plutón conduciendo una cuadriga de caballos blancos, al mismo tiempo que sujeta a Perséfone. También en la escena está representada Deméter y tres Parcas. Las figuras son de gran tamaño, sobre todo la de Plutón. Son unas pinturas de gran fuerza y calidad y los eruditos creen que se deben a un gran maestro que conocía la perspectiva y que tenía mucha facilidad para el dibujo y para el color. Esta tumba había sido saqueada en la Antigüedad. La segunda era una gran tumba con bóveda de cañón, que fue identificada como la tumba de Filipo.
Tumba de Filipo II de Macedonia[editar]
Se encontró al noroeste y bastante cerca de la tumba pintada, descrita anteriormente. Estaba intacta, con todo el ajuar funerario y muchos otros objetos, además de los propios enterramientos. En la actualidad esta tumba se considera como el mayor tesoro de la antigüedad después de la de Tutankamon. Todos los objetos del ajuar funerario se encuentran en el Museo Arqueológico de Tesalónica.
Entre los objetos del ajuar funerario se encontraron vasos de plata y bronce, una jarra de plata rica y austera, varias vasijas de bronce, armas y armaduras (espada, escudo, casco de hierro, coraza, quijote, grebas, una 3 cm más corta que la otra; se les supone de Filipo, que era ligeramente cojo), cinco cabezas de marfil, de unos 3 cm; una se cree que es retrato de Filipo y otra de Alejandro Magno; restos de un canapé de madera decorado con unas figuras de oro y marfil, en relieve y varios objetos de oro. Y como curiosidad, una esponja fresca y flexible todavía.
Encontraron un sarcófago de mármol y dentro, dos arquetas de oro. La más grande contenía los restos incinerados de un hombre y una corona funeraria con ornamentación de hojas de roble y bellotas, todo de oro. Pesó (con todo lo que tenía dentro) 10 kilos. Su tamaño es de 33x41 cm. Está decorada con un sol, que es el símbolo de los reyes de Macedonia. Los arqueólogos y los historiadores pensaron enseguida que se trataba de la tumba de Filipo de Macedonia y hasta hoy nadie lo ha desmentido.
La segunda arqueta era también de oro y dentro hallaron un tejido elaborado en oro y púrpura, del siglo IV a. C., que recubría los huesos calcinados de una mujer. Había también una extraordinaria diadema de oro con adornos en espiral, flores, palmetas, rosas y abejas. Y otra corona funeraria, también de oro, compuesta por hojas de mirto.
La parte superior de la fachada de esta tumba tiene un friso pintado que representa una escena de caza. Es algo desacostumbrado. Hay dos jinetes y se cree que puedan ser Alejandro Magno y su padre Filipo.
Otros hallazgos[editar]
En las excavaciones de 1978 se encontró otra tumba también intacta y con bóveda de cañón. Estaba situada al noroeste de la tumba de Filipo. Se cree que perteneció a un príncipe de Macedonia. Tenía un ajuar funerario compuesto por vasos de plata y bronce, una urna funeraria de plata y dentro una corona de oro adornada con hojas de roble y bellotas con relieves de marfil y oro. También había un canapé de madera bastante descompuesto y la armadura del difunto.
Bibliografía consultada[editar]
- Historia Universal Oriente y Grecia de Ch. Seignobos. Editorial Daniel Jorro, Madrid 1930
- Grecia cuna de Occidente de Peter Levi Ediciones Folio S.A.
- La Historia y sus protagonistas Ediciones Dolmen 2000