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Cosimo Piranesi
Cosimo Piranesi (Cosimo de Isola) (s. XVIII-¿XIX?) fue un arquitecto napolitano.
Traspapeladas entre los documentos olvidados de la cartuja napolitana trasladados a la biblioteca de Caserta tras la desamortización religiosa del s. XIX, se han encontrado unas láminas con dibujos de ruinas y ornamentos romanos, y las planchas preparadas para su estampación que forman parte de un libro nunca publicado que se debía titular “Dell’Architettura partenopea”. Los especialistas, basándose en las marcas y filigranas del papel, el tipo de trazo, la calidad de la tinta y el carácter del grafismo, fechan las láminas hacia finales del siglo XVIII (entre 1785 y 1790), y atribuyen las planchas, sin ningún tipo de dudas, a las manos del arquitecto dibujante Gianbattista Piranesi. Sin embargo, parece que las pruebas de estampación se realizaron sin su control y después de su muerte, ya que evidencian el trabajo de un grabador torpe que en gran medida habría estropeado las planchas. Los dibujos recogen detalles ornamentales, búcaros y candelabros, con un marcado carácter erótico, que se han identificado como copias de restos procedentes de las excavaciones de Pompeya y Herculano.
El descubrimiento de estas planchas plantea un delicado problema historiográfico. Es muy probable que fueran hechas en 1777, durante el último viaje que realizó el maestro a Nápoles y Paestum y del que hasta ahora sólo se conocían los dibujos de las ruinas griegas publicados por su hijo tras su muerte. Durante ese viaje debió realizar también estas planchas ahora descubiertas, dejándolas preparadas para su estampación. Sin embargo, el contenido de los dibujos, y la expresa prohibición real de publicar los descubrimientos de Pompeya y Herculano, debieron ser los motivos para que no saliesen a la luz en aquel momento. Pero lo que no está claro es lo que hizo que el arquitecto abandonase su trabajo en Nápoles y quién fue el albacea de su legado encomendándole que debía publicarlo en cuanto fuese posible. La aparición de un acta notarial secreta dictada por Piranesi durante ese viaje, puede aportar luz a este asunto. En dicho documento, fechado en Nápoles en 1777, el anciano arquitecto reconoce a Cosimo de Isola, de diecisiete años de edad, hijo natural de Màssima de Isola, napolitana, como su heredero, confiándole la custodia de unos esbozos (schizzi) sobre antigüedades que ha realizado durante su viaje. Parece evidente que Gianbattista Piranesi está reconociendo a Cosimo como hijo suyo aunque este extremo no se recoge explícitamente en el documento. De ser así, esto significa que hacia 1760 Piranesi habría realizado un viaje a Nápoles del que hasta ahora no se tenía ninguna constancia.
En 1787, durante su viaje a Italia y su estancia en Nápoles, Goethe entró en contacto con un joven cartujo al que pretendía comprarle unas planchas y unas láminas de ruinas romanas y vistas de la campiña y el Vesubio, así como imágenes de antiguallas y restos arquitectónicos. La mala calidad de la estampación que el joven había hecho con medios muy precarios en su propia celda le hizo desistir de la adquisición. Si se comprobase que el joven Cosimo Piranesi había hecho votos ingresando en la orden de San Bruno, las láminas que Goethe quería comprar procederían de las planchas preparadas por Piranesi, estropeadas por la falta de habilidad de Cosimo. Asimismo explicaría el hecho de que se encontrasen entre los documentos desamortizados de la cartuja. Pero todo esto son hipótesis pendientes de verificar.
Por otro lado, existe una hipótesis distinta, defendida por varios investigadores y también con grandes dosis de verosimilitud. Parece que los hijos legítimos y herederos universales de Gianbattista Piranesi, Francesco y Pietro, conociendo la existencia de las planchas custodiadas por Cosimo, lo denunciaron a la Inquisición a fin de recuperarlas. Sería un claro ejemplo de conflictos entre herederos que tanto daño han causado a la historia de la arquitectura como consecuencia de intereses particulares. Independientemente de la suerte corrida por Cosimo bajo el brazo del Tribunal, lo cierto es que, dado el contenido de las planchas, estas serían requisadas pasando a los archivos secretos del Santo Oficio custodiados en la cartuja, y de aquí a la biblioteca de Caserta tras la desamortización. Lamentablemente tampoco esta hipótesis ha podido ser confirmada.
Referencias
Referencias e información de imágenes pulsando en ellas. |
J. Calduch Cervera: 99 ADIS: Diccionario de Arquitectos Desconocidos, Ignorados y Silenciados, Papeles de Arquitectura S.L. ISBN 978-84-86828-42-4 |