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Convento de las Descalzas Reales (Valladolid)
El convento de las Descalzas Reales de Valladolid estuvo en su origen consagrado y dedicado a Nuestra Señora de la Piedad; tras una orden del rey Felipe III se cambió la advocación por la de Nuestra Señora de la Asunción. Su fundación data de 1550 y su estancia en Valladolid de 1552. Está ubicado en un amplio espacio de la ciudad entre las calles de Ramón y Cajal (frente a la Chancillería), San Martín y del Prado. Es obra clasicista de principios del siglo XVII con traza de Francisco de Mora y se componía de iglesia, un claustro, un patio, dependencias y huerta.[1]
Historia[editar]
La comunidad de este convento pertenece a la Orden de las Franciscanas Descalzas de Santa Clara de Nuestra Señora de la Piedad.[2] La fundación tuvo lugar en Villalcázar de Sirga (Palencia), también conocido como Villasirga, en el año 1550.[3] Dos años más tarde la comunidad se trasladó a Valladolid con la ayuda de su patrono y protector el conde de Osorno que se encargó de proporcionarles una casa en la zona de la Puerta del Campo, en espera de ocupar el lugar definitivo frente a la Chancillería.[4] De este hecho da noticias el Libro de monjas y Novicias:
«Soror Mariana de Jesús, que fue abbadesa en este convento… profesó… en Santa Clara de Gandia… vino a Rioja por fundadora y estuvo en aquel convento… de allí vino al de Villasirga, que era este mismo que agora esta en Valladolid, que los condes de Osorno, que eran patronos, le trajeron y trasladaron a esta ciudad»
Para alojar a la comunidad en la zona de la Chancillería y poder emprender la vida monástica fue necesaria la compra de varias casas nobles. En 1552, Fadrique Osorio de Toledo y su esposa Inés de Pimentel, marqueses de Villafranca, compraron para el convento el palacio de Alonso de Argüello (secretario de Su Majestad), las casas del licenciado Galarza (del Consejo de Su Majestad) y las del licenciado Ortiz (catedrático de la Universidad). Todos estos edificios fueron adecuados oportunamente para la vida conventual.
En 1595 cambió el patronazgo del convento en la persona de Francisco Enríquez de Almansa (caballero de Santiago y gentilhombre de la Boca de Su Majestad[5]) junto con su mujer Mariana de Zúñiga y Velasco. Se comprometieron a construir una iglesia nueva y un edificio decente como monasterio y a entregar una renta anual de 200 maravedíes, a cambio de adquirir la capilla mayor para su enterramiento y el de su familia. Sin embargo a comienzos del siglo XVII, cuando el rey Felipe III traslada la corte a Valladolid, se hace cargo junto con su esposa Margarita de Austria del patronato y edificación del nuevo monasterio y nueva iglesia con las trazas de su propio arquitecto Francisco de Mora bajo la dirección de Diego de Praves que era el maestro mayor de la obra de Su Majestad en Castilla la Vieja. Se iniciaron las obras durante los años de la estancia de Felipe III en Valladolid pero la escritura definitiva del patronazgo real no se firmó hasta el 26 de junio de 1615, cuando la Corte había regresado a Madrid. En esta escritura se daba una serie de normas y condiciones a cumplir por las religiosas. Se decía además que el monasterio había cambiado la advocación de la Piedad por la Asunción:
- La comunidad estaba obligada a ofrecer la misa de cada día por el alma de la reina Margarita, muerta en 1611.
- El número de religiosas debía ser de 33 y todas tenían que ingresar por orden expresa de los reyes y sin dote.
- Prohibición de enterramiento en la iglesia sin el consentimiento del rey.
- La Corona se comprometía a entregar 500 ducados al año para el mantenimiento del convento.
De esta manera quedó bajó el patronazgo de los reyes. Se tiene noticia de que en 1618, Felipe III ordenó costear algunas reparaciones. En el año 1657 hay testimonio de una nueva compra de ampliación en las casas que Fernando de Rojas y Argüelles (regidor de la ciudad) poseía en la
«…calle que llaman del Prado… junto al convento de las Franciscanas Descalzas…»
La venta se estableció en 2.000 ducados y sirvió para la extensión de la huerta del convento.
El conjunto conventual[editar]
Está compuesto por los mismos espacios que tuvo en el siglo XVII, cuando en 1657 se terminó de ampliar la zona de la huerta. De los edificios originarios subsisten las dos casas-palacios que fueron compradas a Alonso de Argüelles y que rematan con un torreón de esquina. Conservan las dos puertas de Arco de Medio Punto con grandes dovelas de piedra. Los muros son de mampostería y tapial. Como tales casas tendrían balcones y ventanas que fueron cerrados con celosías para uso de las religiosas. El espacio de la huerta hace esquina entre las calles de Ramón y Cajal y del Prado y está cerrada por una tapia alta. De la época de Felipe III se mantienen sin cambios la iglesia y el claustro con sus dependencias.
La iglesia[editar]
La iglesia es un gran rectángulo que hace esquina entre la calle de Ramón y Cajal y la de San Martín. Tiene dos portadas, siendo el acceso por la de San Martín. Consta de nave única con cuatro tramos cubiertos por bóveda de cañón con lunetos, separados por pilastras, y crucero con cúpula sobre pechinas, poco remarcado, que al exterior se remata con un cimborrio cuadrado cubierto por tejado a cuatro aguas. Tiene un amplio coro a los pies que ocupa un espacio equivalente a los dos últimos tramos. La iglesia está construida en ladrillo sobre un basamento de piedra de sillería.
El autor de las trazas del edificio es Francisco de Mora, siguiendo un esquema que ya había realizado en la iglesia de San Bartolomé en El Escorial de Abajo.[6] Su ejecutor fue Diego de Praves.
Exterior[editar]
El aspecto exterior es sobrio y armonioso. La fachada principal tiene una puerta de acceso cuyo vano está rodeado por un marco de piedra con pilastras laterales y con dintel; en las esquinas se muestra la clásica decoración con bolas barrocas. Sobre la puerta se abre una hornacina en piedra, rematada por un frontón también adornado con bolas. En el hueco se ve la imagen en piedra de la Asunción (advocación del convento), obra atribuida a Gregorio Fernández.[7]
Por encima del frontón de la hornacina está el último cuerpo de la fachada con una ventana rectangular en el centro y a ambos lados, los escudos en piedra de los reyes Felipe y Margarita. Se remata todo ello con una imposta y un frontón en cuyo centro se abre un ojo de buey. Sobre el tejado de la izquierda se alza una pequeña espadaña para tres campanas.
Interior[editar]
Lo más sobresaliente del interior es el retablo mayor compuesto por tres cuerpos más el ático. Es obra del ensamblador Juan de Muniátegui, del escultor Gregorio Fernández, y del pintor Santiago Morán (que era pintor de la Corte).[8] Estas pinturas están documentadas y catalogadas y se sabe que en 1612 fueron entregadas al convento. Tienen una pequeña historia: la reina Margarita había encargado a Italia para el convento de las Descalzas Reales de Madrid unas determinadas pinturas que llegaron tan maltrechas que en lugar de hacer uso de ellas mandó a su pintor Santiago Morán que hiciera una copia. Poco después regaló estas copias al convento de Valladolid, que estaba también bajo su protección. Las esculturas del ático son de Gregorio Fernández, de 1614: Crucifijo, Virgen, San Juan, San Francisco, y otro santo franciscano.
En el crucero hay dos retablos gemelos de los primeros años del siglo XVII en que se muestra alguna pintura de Morán. En el lado de la Epístola se conserva el púlpito barroco de hierro, del siglo XVIII, con tornavoz de madera.
Claustro[editar]
Su planta es un cuadrado perfecto. Tiene dos pisos, el inferior con arcos de medio punto sobre columnas toscanas y el superior con arcos escarzanos, también sobre columnas toscanas. Desde su construcción fue previsto para ser cerrado y así se halla en la actualidad (año 2007). Las paredes están acabadas con enlucido. El pavimento es el original. Dispone de cuatro entradas al patio desde el centro de las arquerías, que se dirigen por caminitos de piedras al pozo situado en el centro. Éste es de piedra con brocal octogonal y con una armadura de hierro que sujeta el sistema de poleas para subir el agua.
En la panda sur del piso bajo se encuentra la sala llamada De Profundis donde las religiosas entonan el salmo
«De profundis clamavit ad te Dominum…»
En este lugar se reza y se velan los cadáveres de las monjas fallecidas. Desde allí se conducen los restos a la panda oeste donde está la bajada a la cripta de enterramiento de la comunidad. En la actualidad[9] se siguen enterrando allí. Las paredes de la sala están adornadas con grandes lienzos de temas religiosos, todos procedentes de la colección real. En el testero, un cardenal que algunos críticos[10] piensan que se trata de San Carlos Borromeo.
Desde esta sala se pasa al refectorio en la panda oeste. Es de planta rectangular cubierta por bóveda de arista. Recoge la luz por medio de tres ventanas. Conserva el pequeño púlpito que se utiliza para las lecturas a la hora de la comida. Un banco corrido de madera va rodeando tres de las paredes y delante están dispuestas las mesas alargadas, también de madera. En la actualidad del 2007 la comunidad sigue utilizando esta estancia como comedor; una puerta junto a la alacena comunica con la cocina. Preside el refectorio un lienzo de la Sagrada Cena de 195,5 por 532 cm, del siglo XVII.[11]
Una escalera conventual de retorno en la panda este conduce al claustro alto donde se encuentra el antecoro; aquí se guarda un pequeño museo con relicarios, imágenes de santos de vestir y otros objetos litúrgicos. En la parte de arriba junto al techo se ven unos letreros enmarcados que representan las horas del reloj de la Pasión:
«A las ocho empeço a temblar y decir tristes est anima mea vsq al mortē y fue caminādo al huerto de Jetsemany»
«A las nuebe llego y oro tres vezes y los discipulos se durmieron »
El coro alto está protegido por el habitual muro-celosía, en este caso decorado con un gran tríptico semejante a un retablo-relicario. La sillería es de nogal, compuesta por 30 sitiales altos y 8 bajos. Está adornada con bolas y gallones barrocos del siglo XVII.
Referencias
Referencias e información de imágenes pulsando en ellas. |
- ↑ Todo este complejo se ha mantenido sin merma hasta nuestros días (año 2007).
- ↑ Con el cambio de patronazgo hacia Felipe III y Margarita de Austria cambió la advocación a Nuestra Señora de la Asunción. Esta advocación es la que se mantiene al día de hoy, junio de 2007
- ↑ Según las referencias hechas por el académico y cronista Matías Sangrador y Vitores en Historia, II, página 327.
- ↑ En el Valladolid del siglo XVI, la zona cercana a la Chancillería era especialmente importante y en ella tenían casas la mayoría de los nobles y gente muy principal.
- ↑ El gentilhombre de Boca era el jefe de todo cuanto se relacionaba con la cocina y los alimentos de la familia real.
- ↑ El Escorial de Abajo existía como núcleo de población antes que San Lorenzo de El Escorial
- ↑ J.J. Martín González, Escultura barroca castellana, I, página.192.
- ↑ No todas las pinturas de este retablo son de Santiago Morán. La Asunción. Huida a Egipto y Adoración de los Pastores son cuadros de un pintor italiano.
- ↑ Año 2007.
- ↑ J.J. Junquera, Las Descalzas Reales
- ↑ Se hablará en sección aparte sobre el tema de todos estos lienzos y su restauración entre el 2006 y 2007.
Varios autores. Guía de arquitectura de Valladolid. Editorial Consorcio IV Centenario de la Ciudad de Valladolid, 1996. ISBN 84-85022-66-1 |
Juan José Martín González. Francisco Javier de la Plaza Santiago. Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid, parte segunda. Catálogo monumental. Editorial Diputación de Valladolid, edición facsímil 2001. ISBN 84-505-5518-3 |
Folleto explicativo de la exposición «Descalzas Reales: El legado de la Toscana» |