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Convento de Jesús Nazareno (Chiclana de la Frontera)
El convento de clausura de las Madres Agustinas Recoletas, llamado también Convento de Jesús Nazareno, fue fundado en esta ciudad de Chiclana de la Frontera (Provincia de Cádiz, España) por la Madre Antonia de Jesús en el año 1666, quien contó para ello con la inestimable colaboración económica de la alta burguesía comercial gaditana, representada especialmente en las figuras de don Carlos Presenti y don Diego de Iparraguirre. Su construcción se comienza inmediatamente después, en el año 1667, acabándose las obras sobre el año 1674, en plena época barroca, de la que ésta iglesia constituye la muestra más importante en la ciudad.
Descripción
Situada en esquina con su fachada lateral a una plaza, se trata de una iglesia clásica conventual, del tipo de las llamadas "de cajón", formada por una sola nave rectangular con capillas laterales entre contrafuertes y testero plano, donde se inscribe una cruz latina. La nave y brazos de la cruz se cubren con bóveda de cañón entre arcos fajones -con relieves geométricos y de lacería sobre el presbiterio- y cúpula sobre pechinas sobre el falso crucero.
Dispone de un coro alto entre la doble bóveda de los dos primeros tramos de los pies de la iglesia para uso exclusivo de las monjas, abierto hacia el altar con amplia celosía; y de coro bajo junto al altar, situado en el lado del evangelio y cerrado con amplia reja.
Las capillas laterales, de menor altura, se cubren con bóveda de arista, a excepción de la del ángulo exterior de la iglesia, donde se levanta la torre-campanario, que en planta baja aloja una curiosa capilla abierta a la plaza con amplio ventanal acabado en medio punto.
En el interior, de recias pilastras y cornisas de piedra tallada entre lienzos blancos de pared, destacan el Retablo Mayor y otros menores laterales, todos de elegante estilo barroco, realizados entre los siglos XVII y XVIII en madera con revestimiento dorado, con hornacinas que contienen interesantes figuras y pinturas, algunas de gran valor artístico, como la valiosa talla procesional de Jesús Nazareno, titular del templo.
Del exterior, lo verdaderamente relevante es la magnífica portada lateral barroca abierta a la plaza, realizada con mármoles blancos trídos desde Génova. En ella sobresalen las cuatro grandes columnas salomónicas de capiteles corintios sobre altos pedestales labrados que enmarcan el hueco central adintelado de la entrada sobre el que figura una imagen de su titular, Jesús Nazareno, también en mármol blanco entre frontón partido, entre guirnaldas, jarrones y angelotes.
De acertadas proporciones y materiales más sencillos, propio de un barroco eminentemente popular es la torre en esquina, formada por cuatro cuerpos de altura de pared blanca divididas por finas cornisas. Sobre los dos cuerpos centrales, prácticamente ciegos, se eleva el cuerpo superior con sus cuatro lados abiertos con huecos de medio punto donde se alojan las campanas enmarcadas entre pilastras toscanas. El conjunto se remata con cúpula revestida de vistosa cerámica policromada.
Del interior del convento destaca el austero claustro situado junto a la entrada, de dos plantas y columnas toscanas, que soportan arcos de medio punto que conforman la galería perimetral; el jardín sombreado de naranjos y limoneros donde existe un pequeño cementerio y al que se abre una luminosa galería acristalada y las celdas del convento de la planta superior, y algunas obras de indudable valor, entre las que sobresale una singular talla de nazareno de pequeño tamaño procedente de América al que se le conoce como el Divino Indiano.
Bibliografía
- Monumentos de la provincia de Cádiz Pueblo a Pueblo. Patrocinado por Diario de Cádiz, Diario de Jerez y Europa Sur. Año 1.997.