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Concurso de la ciudad Prieto
La creación de una ciudad satélite de Alicante y la iniciativa del "Concurso de la ciudad Prieto" planteada en 1933 por el Gobierno republicano, y concretamente impulsado desde el Ministerio de Obras públicas por el ministro Indalecio Prieto, responde a una política generalizada para la promoción de las playas como centros vacacionales y de turismo.
Entre los aspectos sociales y urbanos que propiciarían de forma más o menos directa esta política destacaremos al menos tres:
- Desde finales del siglo XIX se venía planteando la necesidad de encontrar alternativas residenciales a los consolidados ensanches decimonónicos. Entre otras soluciones aparecen las ciudades jardín ideadas por Howard y la posibilidad de crecimiento de las ciudades por barrios satélites.
- Al mismo tiempo la sociedad parecía valorar cada vez más el tiempo destinado al ocio con el requerimiento de lugares para el deporte, la diversión y el recreo, a los que apuntaba Le Corbusier en sus principios urbanísticos.
- En relación con lo anterior otro aspecto importante sería el interés creciente por las playas que, de reconocido valor terapéutico, se asociaban a la vida sana. Y junto a esto la consideración de sus posibilidades de explotación económica por el desarrollo de un incipiente turismo.
El territorio que se hace objeto de este singular concurso en los años treinta "el Concurso para la Ciudad Satélite de Alicante", también denominada "ciudad jardín de la playa de San Juan" o "Ciudad Prieto", se localiza al norte del núcleo urbano de Alicante ocupando una zona costera con playas de arena y roca. Se suceden alternativamente las sierras de San Julián y Serra Grossa, la playa de la Albufereta, el Cabo de las Huertas, las playas de San Juan y Muchavista, dentro de los términos municipales de Alicante y el Campello. Se trataba de espacios de gran valor paisajístico, como el de toda la costa alicantina, y que carecían de una explotación específica salvo la agrícola en algunas parcelas.
Las playas resultaban prácticamente inaccesibles por la costa y la única infraestructura viaria existente desde 1870 era una línea ferroviaria que unía Alicante -Denia y seguía una trayectoria paralela a la playa hasta la altura de la Albufereta desde donde se desviaba por el interior. Así que una de las primeras medidas tomadas sería la construcción de una carretera de enlace de la ciudad con la playa que se inicia en 1932, y el acondicionamiento del tramo de carretera que unía la Albufereta con Alicante.
Como no existía una Ley Nacional de Urbanismo que regulase este tipo de actuación se aprueba el 25 de Agosto de 1933 una Ley Especial de la Ciudad Satélite de Alicante y se convoca este mismo año el concurso de anteproyectos.
Entre los proyectos planteados destacan los presentados por Gabriel Penalva y Pedro Muguruza que analizaremos muy sintéticamente:
En el anteproyecto de Gabriel Penalva la ciudad propuesta abarca sólamente una parte del espacio propuesto en las bases del concurso, destinándose el resto a otros usos; deportivo, (tiro de pichón, Club de Golf y Estadium), residencial de baja densidad y un aeropuerto. La ordenación sigue una retícula de calles ortogonales y manzanas rectangulares, con dos ejes principales. Y la disposición de un viario en diagonal determina la aparición de dos subcentros en la cuadrícula. Las parcelas individuales se destinan a viviendas unifamiliares aisladas, que caracterizan el esquema parcelario de una ciudad jardín.
Se trata básicamente de un proyecto de alineaciones con carácter definitivo donde se localizan a modo de hito los edificios representativos y los parques en el vaciado de dos manzanas.
Además del anteproyecto de la ciudad satélite se incorpora a la propuesta una solución desarrollada de varios edificios: el club de golf, el aeropuerto, el mercado y tres tipos de vivienda, En estos edificios destaca la utilización de un lenguaje moderno con líneas aerodinámicas de evocación maquinista, aunque en la composición todavía están presentes algunos principios clásicos como la simetría.
Como crítica a la solución de Gabriel Penalva y vienen apuntando otros autores, cabría señalar que no se aborda ni resuelve la relación con la ciudad y la posibilidad de crecimiento del esquema planteado no se contempla, quedando encerrado por los límites que forman el mar con la carretera paralela al mar (donde se concentra toda la circulación), el ferrocarril y el aeropuerto.
A diferencia de cómo se procedía en la propuesta anterior, el espacio ordenado en el anteproyecto de Muguruza sí coincide con el territorio delimitado en las bases del concurso. El planteamiento de la solución es precedido por un estudio previo del lugar y sus condicionantes que lo justificarían en último término. Y así se analizan: el clima (vientos, soleamiento), el suelo (topografía), las posibilidades paisajísticas con el análisis de vistas, etc.
En los expresivos planos del anteproyecto se establece mediante manchas de color una zonificación de usos: zonas verdes, abiertas, fincas respetadas, gran turismo, local urbana, local playa, ampliación y enlace.
El área residencial se divide en "gran turismo" que se asocia al turismo internacional y de mayor nivel económico, al que se le reservan los espacios más privilegiados y las instalaciones para deportes de élite, y el área "local urbana y local de playa", para el turismo local, separados de la anterior y aglutinando los servicios y edificios administrativos en representativo. El esquema urbano de este núcleo residencial es el típico de una ciudad jardín y los edificios proyectados resueltos con un lenguaje historicista.
La planificación no es cerrada porque la única barrera física existente es el mar, contemplando la posibilidad de un futuro crecimiento en el suelo designado de ampliación. Y además se prevé un plan de cinco etapas para la ejecución de la actuación.
Nos llama la atención la modernidad de las técnicas urbanísticas empleadas así como la actitud de respeto hacia el paisaje natural y construido en un momento en que no existe ninguna legislación que regulase estos aspectos. Y en este sentido se contemplaba la conservación del Cabo de las Huertas y el Tossal que aparecen en los planos como zonas verdes y se conservaban algunos edificios y caminos ya existentes. Aunque como apuntan otros autores esta modernidad aparente contrasta con "el clasicismo" de la solución urbana y del lenguaje de los edificios proyectados.
El anteproyecto que resultó ganador fue el del madrileño Pedro Muguruza. Sin embargo, por distintos motivos, (entre los que destacamos por su importancia la Guerra Civil española), la Ciudad Prieto nunca fue realizada, quedando la urbanización de este espacio relegada a una época muy posterior.
Planos
Referencias[editar]
VV.AA. ( María Dolores Martínez Soto): Registro de Arquitectura del Siglo XX en la Comunidad Valenciana ISBN 84-87233-38-4 |