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Chalcatzingo
Chalcatzingo es un Yacimiento arqueológico localizado en el Valle de Morelos que ocupa buena parte del estado del mismo nombre. Chalcatzingo tuvo su época de apogeo durante el período Preclásico Medio y Tardío de la cronología Mesoamericana. El sitio es ampliamente conocido por su importante acervo de arte monumental e iconografía de estilo olmeca. Localizado en la parte meridional de las tierras altas del centro de México, se calcula que el acsentamiento fue fundado alrededor del siglo XV a. C. Alrededor del siglo IX a. C., los pobladores del lugar comenzaron a producir obras artísticas y arquitectónicas en las que se puede notar una importante influencia de la cintira olmeca.[1] En su época de florecimiento, entre los siglos VII a. C.|VII y siglo V a. C.|V, la población de Chalcatzingo oscilaba entre quinientas y mil personas. Después del siglo V a. C., el asentamiento comenzó una etapa de decadencia.
El centro ceremonial de Chalcatzingo abarca una superficie de aproximadamente 40 ha. Fue construido en una fértil planicie al pie de dos prominencias orográficas: el cerro de Chalcatzingo y el Cerro Delgado. El primero de ellos tiene evidencia de haber sido un espacio ritual de primera importancia para los antiguos habitantes de la región.[2] El clima en el valle de Morelos es un poco más húmedo que en el resto de las tierras altas del centro de México. Un manantial en la falda de los cerros proveía de agua potable a los habitantes de Chalcatzingo.
Chalcatzingo ocupaba una importante posición como nodo de las rutas comerciales que conectaban a Guerrero, el Valle de México y las tierras bajas en la Golfo de México. Este centro ceremonial es uno de los más importantes con evidencia del estilo olmeca fuera del área nuclear, junto con Teopantecuanitlán y las Grutas de Juxtlahuaca y Oxtotitlán.
Descripción[editar]
Chalcatzingo se localiza entre los cerros Delgado y Chalcatzingo, en el municipio de Jantetelco, al sur del Estado de Morelos (México). Aunque existe evidencia de ocupación humana en desde el siglo XIV a. C., sólo hasta el siglo VII a. C. comenzaría el apogeo de éste que fue uno de los principales centros ceremoniales del Preclásico en el Altiplano Central mexicano. El florecimiento de Chalcatzingo ocurrió en el momento en que La Venta (Tabasco) también experimentaba suépoca de mayor apogeo, y es seguro que haya habido relación entre ambas poblaciones por los testiomonios artísticos de estilo olmeca que se han localizado en las inmediaciones de Chalcatzingo.
La zona arqueológica está integrada por una plaza central, denominada Terraza 1, en la cual se localizaban las residencia de los miembros de la élite gobernante. Otro conjunto aqeuitectónico de Chlacatzingo es la Terraza 25, que cuenta con un patio hundido similar al de Teopantecuanitlán. En el centro del patio se encuentra un altar con reminiscencias de algunos encontrados en La Venta y San Lorenzo, en el área nuclear.
La Estructura 4 es la mayor de las construcciones de Chalcatzingo. Se trata de una construcción de planta casi cuadrada, de aproximadamente 70 metros por lado. En las inmediaciones de este edificio se han descubierto enterramientos de personajes de altos estatus, los cuales portaban ornamentos de jade y espejos de magnetita. La mayor parte de los enterramientos de Chalcatzingo se han localizado bajo los pisos de las casas, todos ellos con elementos que han permitido conocer la diversidad y las jerarquías en la sociedad preclásica de Chalcatzingo.
Sin embargo, Chalcatzingo cobra notoriedad por la gran cantidad de monumentos y relieves que se han encontrado en la región. Hasta 2005 se conocían 37 monumentos procedentes de esta región,[3] mismos que se han encontrado en la zona habitacional como en los cerros que abrigaron la población. Se han realizado croquis de los grabados encontrados en Chalcatzingo, aunque algunos de los monumentos se encuentran deteriorados por la realización de moldes que desgastan el trabajo sobre la roca.
Se discute la naturaleza de la relación entre los establecimientos olmecas de la zona nuclear y otros que, como Chalcatzingo, se encontraban a cientos de kilómetros de distancia de las principales ciudades de la costa del Golfo durante el Preclásico Medio. Algunos autores opinan que la difusión del estilo olmeca en regiones como Guerrero y el centro de México se debió a una expansión política de las ciudades olmecas; otros suponen que el estilo olmeca fue una consecuencia de las redes que se establecieron entre los pueblos del Preclásico Medio a lo largo de toda Mesoamérica. De hecho aunque en Guerrero y Morelos la impronta olmeca es más visible —como demuestran Teopantecuanitlán y Chalcatzingo—, no se debe dejar del lado que se han encontrado piezas arqueológicas de estilo olmeca en sitios como los Valles Centrales de Oaxaca, Abaj Takalik (Guatemala), Playa de los Muertos y Olancho (Honduras), Chalchuapa y Las Victorias (El salvador). Para Kent Flannery,[4] la difusión del estilo olmeca se debe a su uso como símbolo de prestigio entre los grupos de élite en las regiones donde fue apareciendo, que se hayaban interconectadas entre sí en virtud de las redes políticas, comerciales y de parentesco que se fueron tejiendo en el marco de la emergencia de la vida urbana en Mesoamérica.
Cualquiera que haya sido la relación entre el área nuclear olmeca y Chlacatzingo, esta zona arqueológica concentra una importante cantidad de testimonios sobre las creencias religiosas de los pueblos mesoamericanos del Preclásico Medio. Por la importancia de estos vestigios, fue declarada Zona de Monumentos Arqueológicos por el gobierno de México en 2002, de modo que se encuentra bajo vigilancia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México.[5]
Monumentos de Chalcatzingo[editar]
Las dos eminencias que custodian Chalcatzingo aparentan una montaña hendida, que de acuerdo con algunas interpretaciones de la iconografía olmeca, es la entrada al mundo de los muertos. Igualmente, la montaña dividida es un símbolo que aparece en otras mitologías mesoamericanas posteriores, como el sitio de donde brota el maíz.[6] Varios de los monumentos de Chlacatzingo se han localizado en las inmediaciones de los cerros, lo que muestra el papel simbólico que estos tuvieron como objeto de culto de los antiguos habitantes de este emplazamiento.
Monumento 1 y el Grupo del Agua Danzante[editar]
El primer grupo de relieves fue encontrado en las laderas del cerro de Chalcatzingo. Todos ellos tienen en común el tema de la fertilidad y la Lluvia. Esta es la razón por la que Kent Reilly le llamó Grupo del Agua Danzante.[7] El grupo integra el más conocido de los relieves de Chalcatzingo, conocido como El Rey, que es un grabado de tamaño natura en el que se observa a un hombre sentado en el interior de una cueva. El punto de vista de la escena es lateral, de modo que la caverna es representada más bien por un corte transversal que, además, es la representación de las fauces de un Jaguar. La entrada a la cueva se localiza frente al personaje sedente, a la derecha de la imagen. De ella salen volutas (quizá indicando que el hombre está hablando o haciendo alusión al viento). Sobre la caverna se encuentran representados unos objetos estilizados que parecen ser nubes, de ellas caen gotas de agua.[8]
El segundo grupo[editar]
El segundo grupo de monumentos de Chalcatzingo consiste en bajo relieves que fueron tallados en la roca en el pie de la montaña. Se trata de un conjunto mayor que el del Agua Danzante (excepto El Rey o Portador del Agua). Las imágenes básicamente representa criaturas fantásticas, entre las que predominan figuras humanas delineadas.
- El Monumento 5 representa una criatura reptílica, que probablemente es la Serpiente Emplumadade la mitología mesoamericana. Esta criatura está devorando o desmembrando a un ser humano y posee un largo hocico con grandes colmillos. Unas marcas triangulares que se dirigen hacia la cola parecen ser alas.
- El Monumento 4 representa a dos felinos que atacan a dos seres humanos. Las figura humanas están en frente y a corta distancia de los felinos, lo que indica que probablemente se trate de presas de los mismos. Los felinos tienen los colmillos afilados y sus garras apuntan a los dos seres humanos. Aparecen ornamentados con varios elementos, entre sus ojos muestran una figura en forma de equis, lo que podría sugerir que se trata de una imagen relacionada con el culto al sol.
- El Monumento 3 representa a un felino cerca de una planta con forma de cactus, que no ha sido identificada. Probablemente hay una figura humana relacionada con el conjunto, aunque esto no puede ser definido aun a causa del deterioro sufrido por el relieve.
- El Monumento 31 representa un felino sobre un ser humano, probablemente se trata de una escena en la que este animal está atacando al hombre. El estilo es bastante hierático en comparación con el movimiento del Monumento 4. Tres gotas de lluvia, representadas de la misma manera que en el relieve de El Rey, caen desde la parte superior de la imagen, lo que probablemente es una metáfora del Sacrificio humano y el culto a la fertilidad. De acuerdo con Grove, estos relieves ilustran una secuencia de eventos míticos relevantes para la cosmogonía de la gente de Chalcatzingo.[9]
- Al oeste de este conjunto de grabados se encuentra el Monumento 2. Representa cuatro seres humanos. Tres de ellos se encuentran de pie, y el cuarto está en posición sedente sobre el suelo. Todos ellos portan máscaras, aunque el que se halla sentado, a la derecha de los otros tres, lleva la máscara en su nuca. Los tres personajes que se encuentran de pie portan lanzas o macanas. El peinado de uno de ellos guarda un gran parecido con los ornamentos de los jaguares en el Monumento 4, por lo que se infiere que ambas escenas se encuentran relacionadas.
- El Monumento 13 fue el quinto en ser encontrado por los arqueólogos, aunque es el sexto del conjunto. Se ubica bastante más abajo que el resto de las imágenes. Representa a un ser sobrenatural antropomorfo, tocado de acuerdo con el estilo iconográfico de los olmecas. Como El Portador del Agua, este personajes se encuentra sentado en el interior de las fauces de una criatura sobrenatural.
Otros grabados[editar]
El Monumento 9 es una escultura que parece representar la cueva mitológica a la que hace referencia el Monumento 1, aunque vista desde una perspectiva frontal. La escultura es aplanada y posee un gran agujero en el centro que corrersponde a la entrada de la caverna. Sobre el agujero se encuentran los ojos de la criatura, de modo similar a como están represenados en el Monumento 1.
En Chalcatzingo también fue encontrada lo que es la más antigua representación de una mujer en el arte monumental de Mesoamérica. Se trata del Monumento 21 o Estela de la Reina. Es la imagen de una mujer ataviada con Pozahuanco, sandalias y la cabeza cubierta por un mantón. Porta un bulto adornado con bandas. La imagen ha sido interpretada como representación de la dote matrimonial.
El papel de Chalcatzingo en el centro de Mesoamérica[editar]
Aunque Chalcatzingo es bien conocido por estos bajo relieves de estilo olmeca y otros más que se han descubierto a lo largo de varias temporadas de excavaciones arqueológicas, hasta el momento la evidencia que respalde la hipótesis de la presencia de los pueblos del área nuclear en las tierras altas del centro de México es pobre. Como se dijo antes, la ocupación de Chalcatzingo es muy anterior a la aparición de los grabados olmecas. La identidad de esta región puede ser apreciada mejor si se comparan los indicios de arte monumental con las muchas figurillas encontradas en la región de Chalcatzingo. Estas claramente forman parte de la tradición peclásica del centro de México, que floreció, entre otros sitios, en Tlatilco, Copilco, Tlapacoya y Cuicuilco. Es posible que la estatuaria menor del valle de Morelos represente mejor a los grupos que habitaron la región al principio del desarrollo de la civilización mesoamericana.[10]
Decadencia[editar]
Como otros emplazamientos del Preclásico, Chalcatzingo fue perdiendo importancia en el contexto mesoamericano pero nunca fue abandonado del todo, como sí ocurrió con los principales centros olmecas en la costa del Golfo de México. El poblado sirvió como un centro ceremonial de relevancia secundaria durante el período Clásico. Sin embargo, a partir del siglo V a. C. Chalcatzingo perdió su centralidad en el centro de México. Esto ocurrió cuatro siglos antes de la caída de San Lorenzo y cien años antes del abandono de La Venta por sus pobladores. El declive de Chalcatzingo coincide con el desarrollo de varios grupos de aldeas menores dispersas en todo el valle de Morelos. Pasarían más de mil años antes que en esta parte del centro de Mesoamérica emergiera una ciudad de gran importancia en el contexto mesoamericano como fue Xochicalco, que floreció en el poniente del valle de Morelos entre los siglos VIII y X de la era cristiana.
Referencias
Referencias e información de imágenes pulsando en ellas. |
- ↑ Grove, 1999: 255
- ↑ Grove, 1999: 258.
- ↑ Córdova Tello, 2007: 65.
- ↑ Flannery, 1968: 67-87.
- ↑ Diario Oficial de la Federación (8 de octubre de 2002): "Decreto por el que se declara Zona de Monumentos Arqueológicos el área conocida como Chalcatzingo, ubicada en el Municipio de Jantetelco, en el estado de Morelos", consultado el 8 de enero de 2007.
- ↑ Grove, 2007: 34.
- ↑ Reilly, 1991: 4.
- ↑ Diehl, 2004: 177.
- ↑ Grove, 1999: 261.
- ↑ Harlan, 1987: 252–263.
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