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Centro de salud (Elche)
Centro de salud (Elche)
El centro de salud en calle Vicente Fuentes Sansano de Elche (Provincia de Alicante, España) proyectado por Alfredo Payá en 1990 se localiza dentro de la ciudad en una zona de transición, entre la trama consolidada y el tejido de edificación abierta. Esta disposición hace que el edificio opte por una solución comprometida con las dos formas de tejido construido. Con palabras del autor refiriéndose al centro de salud que fue objeto de un estudio de detalle, " era un edificio especial, servía de rótula entre el principio de la ciudad abierta y el límite de la ciudad consolidada, pensé que estaría bien que éste funcionase como un edificio de transición" y de esta forma mientras que las direcciones de los prismas que lo componen siguen las direcciones principales de la manzana y sus bordes se ajustan a las alineaciones, la edificación no agota la parcela sino que deja espacios exteriores intersticiales de gran protagonismo.
Por otro lado como bien comenta Alfredo Payá el entorno caótico hace que el edificio adopte una aptitud introvertida, controlando las vistas selectivamente para volcarse hacia los espacios creados.
La forma del solar en L, recayente a dos calles perpendiculares, Vicente Fuentes Sansano y León Sánchez Sáez, con la esquina ocupada por otro edificio, también se impone como condicionante del proyecto. La solución adoptada para afrontar esta problemática disposición, calificada como difícil por el propio arquitecto, se convertirá paradójicamente en uno de los principales argumentos del proyecto.
El edificio consiste en dos volúmenes prismáticos de cuatro alturas en total, ortogonales entre sí, que reproducen la forma en L del solar y se articulan mediante una pieza acristalada, donde se localiza la entrada y pasarelas de comunicación en altura. La L se retrae del edificio contiguo que ocupa la esquina, dejando espacios exteriores que es necesario atravesar para llegar al acceso.
El esquema distributivo de cada prisma consiste en una batería de consultas, gimnasios, despachos y espacios de trabajo que se vuelcan a una de las fachadas, y las esperas, patios y vacíos en la otra, con los pasos entre unos espacios y otros. Las comunicaciones verticales y los servicios se localizan en el extremo de cada cuerpo y muy próximas al puente de articulación, junto al acceso.
La estructura, concebida desde una virtual retícula de estricta modulación, define dos crujías de 7.2 metro y 3.6 metros, donde se integran claramente los espacios de trabajo y espera antes definidos.
Constructivamente el cerramiento consiste en "dos hojas de ladrillo del 12, por el exterior se recubre con una piel de piedra con la que se enrasan las carpinterías, con el aislamiento térmico entre las dos hojas. La piel de piedra se fija mediante anclajes en la hoja exterior, construyendo una fachada trasventilada con las ventanas enrasadas. El encuentro de la fachada con el suelo se produce mediante un oscuro, de esta forma la piel del edificio se muestra flotando sobre el suelo evidenciando su condición de aplacado. Hay casi una obsesión ingenua en el despiece del aplacado y provoca que la fachada esté modulada 10-60-10-60. Los falsos techos se dimensionaron con una estricta modulación."
El interior del edificio está diferenciado en dos partes, un espacio continuo y único que contiene los espacios de relación, esperas, vacíos y patios con acabado enlucido de yeso; y otra zona que recoge las parte de trabajo que son de formica verde. "Las tabiquerías interiores son como muebles: no hay cercos, los tabiques no llegan al techo y pasan sin interrupción de una estancia a otra, las puertas son pivotantes lo que permite dejar pasar la tabiquería limpiamente y resolver las transiciones interior- exterior generando una gran conexión entre los espacios. El pavimento es de caucho sintético de color verde oscuro y continuo en todo el edificio."
Planos
Otras imágenes
Situación
Referencias
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