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Centro Social de Planes
El Centro Social de Planes (Provincia de Alicante, España) fue proyectado por Juan Cano Forrat en 1994.
En la propuesta se prevé un edificio de sección variable, pues el desnivel es tan fuerte, que las diferencias de cotas existentes entre las calles superior e inferior darían como resultado de una construcción total un edificio de siete plantas recayentes a una de las calles, lo cual se aleja de cualquier escala coherente con la volumetría propia del recinto histórico. Además, la sección variable permite accesos y comunicaciones mucho más suaves, pues éstas se realizarían a diferentes niveles, con la consiguiente ventaja de la división de usos, evitando cualquier interferencia.
El programa del edificio es polivalente: Se trata de ubicar en el mismo volumen un salón de actos, recepción, cafetería, sala de exposiciones, talleres para actividades culturales múltiples, dispensario médico y apartamentos para personas de la tercera edad, que son visitadas por asistentes sociales. Este programa ofrece una gran complejidad a la hora de coordinar todos y cada uno de los usos y estructurarlos en el mismo edificio.
En primer lugar, el acceso desde la calle que emboca directamente a la punta del solar, ofrece una primera dificultad, pues situando el acceso al edificio en este punto la distribución estaría muy condicionada a la forma del solar, que es alargada, y consecuentemente, produciría problemas en la accesibilidad al final del edificio. Así pues, si bien el tránsito se produce por el único punto posible, es decir, dicha punta, se dispone una pequeña plaza mediante un ensanchamiento al retranquear en línea oblicua la planta baja del edificio. Desde este punto, arranca un paso longitudinal que recorre el basamento del edificio, diseñado con objeto de asentar el mismo y definir la horizontal, y al final del mismo, disponer el acceso principal del edificio en sentido transversal, con lo que la división en dos bloques ya está prácticamente determinada: a un lado, las piezas cerradas previstas para espacios mono funcionales, como el salón de actos o la sala de exposiciones, y al otro lado las piezas susceptibles de cambios en el uso o la disposición, como talleres, comedores, etc.
En planta baja se sitúa el hall del edificio y en él la escalera y ascensor como núcleos de comunicación vertical. A este mismo espacio recaen los aseos, el camarín de independencia del salón de actos y el acceso a la cafetería. La estructuración de la planta baja se efectúa mediante tres partes bien diferenciadas: La primera, de tamaño regular, separada de la medianera por un pequeño patinejo, se destina a salón de actos. La segunda, absorbiendo las irregularidades de la medianería, es utilizada para ubicar los aseos, cocina y cuartos de instalaciones. La tercera, liberada de las condiciones de contorno, es donde se dispone la cafetería y menjador social.
En planta primera el esquema se repite, situando los talleres en el lugar de la cafetería, y sustituyendo la cocina por almacén de útiles. Estos talleres se compartimentan por medio de paneles móviles que, a modo de muebles, pueden ser utilizados como divisorias en caso de necesitar espacios más o menos reducidos.
En planta tercera, el edificio emerge por la parte posterior, es decir, por la calle Jaume I, y el programa se modifica en extremo: a una parte del núcleo de comunicaciones se dispone un centro médico o dispensario, con cabida para un A.T.S., un médico y un asistente social. y en la parte opuesta de dicho núcleo, cuatro apartamentos para alojar a personas de la tercera edad. En esta planta, el acceso principal no se efectúa principalmente desde abajo, a través del hall del edificio, sino a través de dos accesos independientes desde la calle Jaume I, uno que desemboca en corredor conectando los apartamentos y otro en el ensanchamiento de la calle que accede al dispensario.
Los apartamentos disponen de un único dormitorio, cocina con barra de servicio abierta al comedor, salón, vestíbulo y cuarto de baño completo.
El dispensario se estructura mediante una banda situada junto a la medianera en la que se dispone la recepción, sala de espera y archivos. Esta banda se separa de la pieza de consultas mediante un corredor longitudinal, hasta el final de la pieza, donde se practica una abertura para acceder a la terraza.
En las plantas inferiores al nivel del basamento se ubican cuatro semiplantas de aparcamiento, accediendo a éstas a través de una abertura en el muro en el que se encaja una puerta metálica con apertura mecánica. Rodeando la caja de escaleras y ascensor se sitúan las rampas de subida a los diferentes niveles, obteniendo un número de plazas en batería de 20 para automóviles y 8 para motocicletas.
El edificio se compone, básicamente, de tres piezas articuladas volumétricamente de la siguiente manera: un basamento macizo que arranca desde la medianera hasta el nivel de la calle, buscando asentar el edificio en una superficie estable, buscando la horizontal; un cubo macizo también, perforado tan sólo a modo de rasgadura horizontal enrasada con el paramento y el zócalo, buscando la ingravidez de este elemento y un plano terso de cristal, lo más ligero posible, para amortiguar la excesiva altura recayente al carrer del Mestre Nadal, que es utilizado como recurso para unificar la fachada, a la vez que equilibra las masas de los diferentes volúmenes y manifiesta una única línea de cornisa, simplificando al máximo la lectura del edificio.
El conjunto de estos tres cuerpos se engarza con la torre que, en la proa del edificio, soluciona el encuentro en el punto de inflexión de las dos calles, posibilitando la envolvente del paño de cristal sin producir conflictos en dicha proa.
En la calle Jaume I, el edificio se manifiesta en una única altura, retranqueándose en su acceso y cubriendo éste con una marquesina, sin provocar cambios en los materiales ni en el despiece de éstos.
Planos
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Referencias
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