Portada de la revista Arts & Architecture de enero de 1945 donde se anunció el programa Case Study Houses
Las Case Study Houses fueron experimentos en arquitectura residencial norteamericana patrocinados por la revista de John Entenza (y después de David Travers) Arts & Architecture, quienes contrataron a reconocidos arquitectos del momento, incluyendo a Richard Neutra, Raphael Soriano, Craig Ellwood, Charles and Ray Eames, Pierre Koenig y Eero Saarinen, para diseñar y construir casas modelo baratas y eficientes. La iniciativa se enmarcaba en el gran crecimiento de la demanda de casas residenciales en los Estados Unidos producida por el fin de la Segunda Guerra Mundia y el regreso de millones de soldados.
Las casas del Case Study House Program se plantearon mediante un programa plurianual de vivienda experimental en los que se utilizaría una amplia gama de métodos tradicionales y de nueva construcción, tal como lo interpretaba John Entenza. Las Case Study Houses encarnan las características distintivas de la arquitectura residencial asociadas con el Movimiento Moderno en California, y el Case Study program en particular. Ya sea con estructura de madera o metálica, las casas comparten las cualidades modernas de cubiertas planas, aleros profundos, planos abiertos, el uso extensivo de vidrio, el flujo entre interior y exterior, y cimentaciones de losa de hormigón; así mismo, los diseños rechazan la ornamentación o las referencias históricas. Muchas de las casas del programa fueron construidas de tamaño modesto en consonancia con los principios originales expuestos en 1945 en la revista Arts & Architecture. El programa Case Study House se mantuvo desde 1945 hasta 1966, publicándose 35 casas y un edificio de apartamentos, construyéndose un total de 25.
Manifiesto del Programa Case Study Houses
Durante los largos años de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, los arquitectos estadounidenses anticiparon el final de las dificultades en la disponibilidad y asequibilidad de nuevas viviendas. Las restricciones del periodo de guerra prácticamente habían acabado con la construcción de nuevas edificaciones residenciales, pero, en 1945, los arquitectos progresistas sintieron que los años de la posguerra inaugurarían una era de libertad y de experimentación en el diseño de viviendas basado en nuevos materiales, técnicas de construcción, planos de planta y formas de vida. John Entenza articuló estos ideales en su manifiesto inaugurando el programa Case Study House en la edición de enero 1945 de su revista Arts & Architecture :
Dado que la mayoría de las opiniones, a la vez profundas y exaltadas, en términos de la vivienda de posguerra no son más que una especulación en la forma de hablar y un montón de papel, se nos ocurre que podría ser una buena idea enfrentarnos al caso y por lo menos comenzar con la recopilación de ese montón de material que finalmente debe dar lugar a lo que conocemos como "casa de postguerra".
Reconociendo que todo el asunto está rodeado por condiciones en las que pocos de nosotros tenemos algún control, ciertamente podemos desarrollar un punto de vista y hacer algo organizado pensando que puede llegar a un fin práctico. Teniendo esto en cuenta, anunciamos ahora el proyecto al que hemos denominado "CASE STUDY" HOUSE PROGRAM.
La revista se ha comprometido a suministrar una respuesta medida en la que es posible correlacionar los hechos y dirigirlos en el sentido de un resultado final. Dentro de los límites de factores incontrolables, estamos proponiendo comenzar de inmediato el estudio, la planificación, el diseño actual y la construcción de ocho casas, cada una con el fin de cumplir con las especificaciones de un problema especial de vida, en la zona del sur de California. Ocho arquitectos de renombre nacional, elegidos no sólo por sus talentos obvios, sino por su capacidad de evaluar de manera realista la vivienda en términos de necesidad, se han encargado de tomar una parcela de la tierra verde de Dios y crear "buenas" condiciones de vida para ocho familias estadounidenses. Ellos tendrán la libertad de elegir o rechazar, sobre una base de méritos, los productos de fabricantes nacionales que ofrezcan materiales, ya sea viejos o nuevos, considerados los mejores para el propósito de cada arquitecto en su intento por crear unidades de vivienda contemporánea. Somos muy conscientes de que el significado de cambios "contemporáneos" es temporal y es concebible que cada arquitecto pueda desear cambiar su idea o una parte de su idea cuando llegue el momento de la construcción real. En ese caso será autorizado para hacerlo dentro de lo razonable. (Por cierto, los ocho hombres han sido elegidos porque, entre otras cosas y razonablemente, se han mantenido constantemente en un nivel muy alto.)
Vamos a tratar de organizar el conjunto del plan, por lo que va a tener bastante sensatez a pesar del hecho saber que la construcción de una casa deja al cliente sin saldo durante años. Así pues, en resumen, vamos a comenzar con el problema tal y como lo plantea el arquitecto, con el análisis del terreno en relación con el trabajo, las escuelas, las condiciones del vecindario y las necesidades individuales de la familia. Cada casa será diseñada dentro de un presupuesto específico, sujeto, por supuesto, a los dictados de la fluctuación de precios. Esto será una parte natural del problema, no obstante trabajar tan de cerca como sea posible dentro de este presupuesto o dar muy buenas razones para no poder hacerlo.
A partir de la edición de febrero de la revista y durante ocho meses o más a partir de entonces, cada casa hará su aparición con los comentarios de los arquitectos, sus razones para su solución y su elección de los materiales específicos que se utilizarán. Todo esto fundamentado sobre la base de una casa que sabe que podrá construirse cuando se levanten las restricciones o tan pronto como sea posible después de ésto.
Los arquitectos no serán responsables ante nadie excepto para la revista, que después de haberse puesto una larga barba blanca, se hará pasar por "cliente". Se ha de entender claramente que toda consideración se tendrá en cuenta respecto a los nuevos materiales y las nuevas técnicas de construcción de viviendas. Y hay que repetir una vez más que estos materiales serán seleccionados puramente sobre una base de mérito por los propios arquitectos. Se nos ha prometido plena cooperación de los fabricantes de productos y aparatos, quienes han acordado poner en manos de los arquitectos los resultados completos de las investigaciones sobre los productos que tienen la intención de ofrecer al público. No se intentará utilizar un material simplemente porque sea nuevo o intrincado. Por otra parte, tampoco habrá ninguna duda en desechar viejos materiales y técnicas si su único valor es que han sido considerados generalmente como "seguros".
Cada arquitecto adquiere la responsabilidad de diseñar una casa que deberá, en todas las condiciones normales, estar sujeta a las habituales (y a veces lamentables) restricciones de la construcción. La casa debe ser capaz de ser repetida y en ningún sentido debe ser una "performance" individual.
Las ocho casas se abrirán al público por un período de entre seis a ocho semanas y, posteriormente, se hará un intento por garantizar e informar sobre los estudios de arrendamiento para ver con cuánto éxito se ha hecho el trabajo. Cada casa estará completamente equipada bajo un acuerdo de trabajo entre el arquitecto, el diseñador y el fabricante de muebles, ya sea a través de las especificaciones del arquitecto o bajo su supervisión.
Esto, por tanto, es un intento por hacer las averiguaciones sobre la base práctica más conocida para nosotros, los hechos (y esperamos que también las cifras), que estarán disponibles para el público en general cuando sea posible una vez construidas las casas.
Es importante que los mejores materiales disponibles se utilicen de la mejor manera posible con el fin de llegar a una "buena" solución en cada problema, lo que en el conjunto del programa será lo suficientemente general como para ser de ayuda práctica para el estadounidense medio en busca de un hogar en el que pueda darse el lujo de vivir.
Sólo podemos prometer nuestros mejores esfuerzos en medio de las confusiones y contradicciones que enfrentan a todo hombre que ahora esté pensando en su casa de postguerra. Esperamos informar tan honesta y directamente como sepamos, de manera que las conclusiones que inevitablemente deben extraerse de la cantidad de material no se pierda sobre nuestras cabezas. Por lo tanto, si bien el objetivo es muy firme, los medios y los métodos deben necesariamente permanecen fluidos con el fin de que el conjunto del plan se pueda acomodar a condiciones y concepciones cambiantes.
Esperamos ser capaces de resolver alguna parte de esa controversia que hoy arrasa entre los que creen en los milagros y los que están totalmente en contra de ellos. Para los futuros propietarios de viviendas la elección entre los histéricos que esperan resolver los problemas de vivienda por arte de magia por si mismos y los que intentan cabalgar hacia el futuro sobre la alcancía del statu quo, la situación es confusa y desalentadora. Por lo tanto, se nos ocurre que la única manera en la que cualquiera de nosotros pueda descubrir cualquier cosa será plantear problemas específicos en un programa específico sobre unas bases muy claras. Esperamos que el resultado de nuestros esfuerzos sea una respuesta bastante buena.
En cuanto a nosotros, no nos comprometeremos hasta que estén todos los datos. Por supuesto tenemos opiniones, pero aún están sin demostrar. Ese edificio, ya sea inmediato o lejano, que probablemente empiece de nuevo donde se quedó, es algo en lo que francamente no creemos. No sólo en los cambios prácticos de materiales y técnicas, sino también en la distribución y la financiación de esos materiales, se encuentran factores que pueden ampliar considerablemente la definición de lo que queremos expresar cuando decimos ahora la palabra "casa". ¿Cuánto tiempo pasará para que los inevitables cambios sociales y económicos provocados por los años de guerra afecten a nuestro nivel de vida?, no se puede decir. Pero las ideas y las actitudes seguirán cambiando drásticamente en términos de necesidades del hombre y las capacidades del hombre para satisfacer esa necesidad; es inevitable.
Tal vez nos aferremos mucho tiempo al símbolo de la "casa" tal como la hemos conocido, o tal vez nos demos cuenta que para acomodarnos a un nuevo mundo, el paso más importante para evitar el retroceso a lo viejo es una voluntad de comprender y aceptar ideas contemporáneas en la creación de un entorno que se encargue de dar forma a la mayor parte de nuestra vida y pensamiento.
Por tanto, un buen resultado de todo esto sería, entre otras cosas, ser un práctico punto de vista basado en los datos disponibles que puedan darnos una medición del nivel de vida de un hombre medio, en función de la casa que pueda ser capaz de construirse cuando se levanten las restricciones.
Asumimos, por supuesto, que la configuración y la forma de vida en la posguerra es de primordial importancia para un gran número de estadounidenses, y esa es nuestra razón para tratar de encontrar al menos lo suficiente en una respuesta, para dar alguna dirección al pensamiento actual sobre la materia. Aun está por verse si la respuesta va a ser la casa "milagro", pero suponemos que después de que todas las brujas hayan removido el caldo, la casa que saldrá de los vapores será concebida dentro del espíritu de nuestro tiempo, utilizando en la medida de lo posible, muchas técnicas nacidas de la guerra y materiales más adecuados para la expresión de la vida humana en el mundo moderno.
Estamos seguros que lo que el hombre ha aprendido sobre sí mismo en los últimos cinco años se expresará en la forma en que querrá ser alojado en el futuro. Sólo una cosa detendrá la realización de ese deseo y esa será la tenacidad con la que se aferre a las viejas formas porque todavía no entienda lo nuevo.
Es una obligación de todos aquellos que sirven y se benefician de los deseos del hombre por vivir bien, el tomar los misterios y la magia negra más allá de los hechos concretos que intervienen en la construcción de "Casa".
Esto puede ser y, con nuestra mejor capacidad, será un intento por realizar parte de ese servicio. Pero este programa no se está llevando a cabo en el espíritu del "truco más atractivo de la semana". Esperamos que sea entendido y aceptado como un intento sincero no sólo por obtener una vista previa, sino para ayudar a dar alguna dirección al pensamiento creativo sobre una vivienda hecho por buenos arquitectos y buenos fabricantes cuyo objetivo conjunto es una buena vivienda.
Dado que la mayoría de las opiniones, a la vez profundas y exaltadas, en términos de la vivienda de posguerra no son más que una especulación en la forma de hablar y un montón de papel, se nos ocurre que podría ser una buena idea enfrentarnos al caso y por lo menos comenzar con la recopilación de ese montón de material que finalmente debe dar lugar a lo que conocemos como "casa de postguerra".
Reconociendo que todo el asunto está rodeado por condiciones en las que pocos de nosotros tenemos algún control, ciertamente podemos desarrollar un punto de vista y hacer algo organizado pensando que puede llegar a un fin práctico. Teniendo esto en cuenta, anunciamos ahora el proyecto al que hemos denominado "CASE STUDY" HOUSE PROGRAM.
La revista se ha comprometido a suministrar una respuesta medida en la que es posible correlacionar los hechos y dirigirlos en el sentido de un resultado final. Dentro de los límites de factores incontrolables, estamos proponiendo comenzar de inmediato el estudio, la planificación, el diseño actual y la construcción de ocho casas, cada una con el fin de cumplir con las especificaciones de un problema especial de vida, en la zona del sur de California. Ocho arquitectos de renombre nacional, elegidos no sólo por sus talentos obvios, sino por su capacidad de evaluar de manera realista la vivienda en términos de necesidad, se han encargado de tomar una parcela de la tierra verde de Dios y crear "buenas" condiciones de vida para ocho familias estadounidenses. Ellos tendrán la libertad de elegir o rechazar, sobre una base de méritos, los productos de fabricantes nacionales que ofrezcan materiales, ya sea viejos o nuevos, considerados los mejores para el propósito de cada arquitecto en su intento por crear unidades de vivienda contemporánea. Somos muy conscientes de que el significado de cambios "contemporáneos" es temporal y es concebible que cada arquitecto pueda desear cambiar su idea o una parte de su idea cuando llegue el momento de la construcción real. En ese caso será autorizado para hacerlo dentro de lo razonable. (Por cierto, los ocho hombres han sido elegidos porque, entre otras cosas y razonablemente, se han mantenido constantemente en un nivel muy alto.)
Vamos a tratar de organizar el conjunto del plan, por lo que va a tener bastante sensatez a pesar del hecho saber que la construcción de una casa deja al cliente sin saldo durante años. Así pues, en resumen, vamos a comenzar con el problema tal y como lo plantea el arquitecto, con el análisis del terreno en relación con el trabajo, las escuelas, las condiciones del vecindario y las necesidades individuales de la familia. Cada casa será diseñada dentro de un presupuesto específico, sujeto, por supuesto, a los dictados de la fluctuación de precios. Esto será una parte natural del problema, no obstante trabajar tan de cerca como sea posible dentro de este presupuesto o dar muy buenas razones para no poder hacerlo.
A partir de la edición de febrero de la revista y durante ocho meses o más a partir de entonces, cada casa hará su aparición con los comentarios de los arquitectos, sus razones para su solución y su elección de los materiales específicos que se utilizarán. Todo esto fundamentado sobre la base de una casa que sabe que podrá construirse cuando se levanten las restricciones o tan pronto como sea posible después de ésto.
Los arquitectos no serán responsables ante nadie excepto para la revista, que después de haberse puesto una larga barba blanca, se hará pasar por "cliente". Se ha de entender claramente que toda consideración se tendrá en cuenta respecto a los nuevos materiales y las nuevas técnicas de construcción de viviendas. Y hay que repetir una vez más que estos materiales serán seleccionados puramente sobre una base de mérito por los propios arquitectos. Se nos ha prometido plena cooperación de los fabricantes de productos y aparatos, quienes han acordado poner en manos de los arquitectos los resultados completos de las investigaciones sobre los productos que tienen la intención de ofrecer al público. No se intentará utilizar un material simplemente porque sea nuevo o intrincado. Por otra parte, tampoco habrá ninguna duda en desechar viejos materiales y técnicas si su único valor es que han sido considerados generalmente como "seguros".
Cada arquitecto adquiere la responsabilidad de diseñar una casa que deberá, en todas las condiciones normales, estar sujeta a las habituales (y a veces lamentables) restricciones de la construcción. La casa debe ser capaz de ser repetida y en ningún sentido debe ser una "performance" individual.
Las ocho casas se abrirán al público por un período de entre seis a ocho semanas y, posteriormente, se hará un intento por garantizar e informar sobre los estudios de arrendamiento para ver con cuánto éxito se ha hecho el trabajo. Cada casa estará completamente equipada bajo un acuerdo de trabajo entre el arquitecto, el diseñador y el fabricante de muebles, ya sea a través de las especificaciones del arquitecto o bajo su supervisión.
Esto, por tanto, es un intento por hacer las averiguaciones sobre la base práctica más conocida para nosotros, los hechos (y esperamos que también las cifras), que estarán disponibles para el público en general cuando sea posible una vez construidas las casas.
Es importante que los mejores materiales disponibles se utilicen de la mejor manera posible con el fin de llegar a una "buena" solución en cada problema, lo que en el conjunto del programa será lo suficientemente general como para ser de ayuda práctica para el estadounidense medio en busca de un hogar en el que pueda darse el lujo de vivir.
Sólo podemos prometer nuestros mejores esfuerzos en medio de las confusiones y contradicciones que enfrentan a todo hombre que ahora esté pensando en su casa de postguerra. Esperamos informar tan honesta y directamente como sepamos, de manera que las conclusiones que inevitablemente deben extraerse de la cantidad de material no se pierda sobre nuestras cabezas. Por lo tanto, si bien el objetivo es muy firme, los medios y los métodos deben necesariamente permanecen fluidos con el fin de que el conjunto del plan se pueda acomodar a condiciones y concepciones cambiantes.
Esperamos ser capaces de resolver alguna parte de esa controversia que hoy arrasa entre los que creen en los milagros y los que están totalmente en contra de ellos. Para los futuros propietarios de viviendas la elección entre los histéricos que esperan resolver los problemas de vivienda por arte de magia por si mismos y los que intentan cabalgar hacia el futuro sobre la alcancía del statu quo, la situación es confusa y desalentadora. Por lo tanto, se nos ocurre que la única manera en la que cualquiera de nosotros pueda descubrir cualquier cosa será plantear problemas específicos en un programa específico sobre unas bases muy claras. Esperamos que el resultado de nuestros esfuerzos sea una respuesta bastante buena.
En cuanto a nosotros, no nos comprometeremos hasta que estén todos los datos. Por supuesto tenemos opiniones, pero aún están sin demostrar. Ese edificio, ya sea inmediato o lejano, que probablemente empiece de nuevo donde se quedó, es algo en lo que francamente no creemos. No sólo en los cambios prácticos de materiales y técnicas, sino también en la distribución y la financiación de esos materiales, se encuentran factores que pueden ampliar considerablemente la definición de lo que queremos expresar cuando decimos ahora la palabra "casa". ¿Cuánto tiempo pasará para que los inevitables cambios sociales y económicos provocados por los años de guerra afecten a nuestro nivel de vida?, no se puede decir. Pero las ideas y las actitudes seguirán cambiando drásticamente en términos de necesidades del hombre y las capacidades del hombre para satisfacer esa necesidad; es inevitable.
Tal vez nos aferremos mucho tiempo al símbolo de la "casa" tal como la hemos conocido, o tal vez nos demos cuenta que para acomodarnos a un nuevo mundo, el paso más importante para evitar el retroceso a lo viejo es una voluntad de comprender y aceptar ideas contemporáneas en la creación de un entorno que se encargue de dar forma a la mayor parte de nuestra vida y pensamiento.
Por tanto, un buen resultado de todo esto sería, entre otras cosas, ser un práctico punto de vista basado en los datos disponibles que puedan darnos una medición del nivel de vida de un hombre medio, en función de la casa que pueda ser capaz de construirse cuando se levanten las restricciones.
Asumimos, por supuesto, que la configuración y la forma de vida en la posguerra es de primordial importancia para un gran número de estadounidenses, y esa es nuestra razón para tratar de encontrar al menos lo suficiente en una respuesta, para dar alguna dirección al pensamiento actual sobre la materia. Aun está por verse si la respuesta va a ser la casa "milagro", pero suponemos que después de que todas las brujas hayan removido el caldo, la casa que saldrá de los vapores será concebida dentro del espíritu de nuestro tiempo, utilizando en la medida de lo posible, muchas técnicas nacidas de la guerra y materiales más adecuados para la expresión de la vida humana en el mundo moderno.
Estamos seguros que lo que el hombre ha aprendido sobre sí mismo en los últimos cinco años se expresará en la forma en que querrá ser alojado en el futuro. Sólo una cosa detendrá la realización de ese deseo y esa será la tenacidad con la que se aferre a las viejas formas porque todavía no entienda lo nuevo.
Es una obligación de todos aquellos que sirven y se benefician de los deseos del hombre por vivir bien, el tomar los misterios y la magia negra más allá de los hechos concretos que intervienen en la construcción de "Casa".
Esto puede ser y, con nuestra mejor capacidad, será un intento por realizar parte de ese servicio. Pero este programa no se está llevando a cabo en el espíritu del "truco más atractivo de la semana". Esperamos que sea entendido y aceptado como un intento sincero no sólo por obtener una vista previa, sino para ayudar a dar alguna dirección al pensamiento creativo sobre una vivienda hecho por buenos arquitectos y buenos fabricantes cuyo objetivo conjunto es una buena vivienda.
Evolución del programa
Entenza con un énfasis inflexible sobre el Movimiento Moderno hizo de Arts & Architecture un foro ideal para la propagación de un esfuerzo como el programa Case Study House, en el que las preocupaciones sociales y artísticas se fusionaron en un momento de crucial importancia histórica.
Entenza seleccionó personalmente los arquitectos cuya obra se presentaría en su revista. Los arquitectos que recibieron el encargo de las primeras ocho casas fueron Julius Ralph Davidson, Richard Neutra, Sumner Spaulding y John Rex, Eero Saarinen y Charles Eames, William Wurster y Theodore Bernardi, Ralph Rapson, Whitney Smith, Thornton Abell. Se desconoce con precisión por qué decidió no invitar a participar en el programa a varios arquitectos modernos importantes que trabajan en el sur de California, como Rudolph Schindler, Gregory Ain, John Lautner y Carl Maston.
Una de las características distintivas del programa fue su devoción por las viviendas unifamiliares de dos dormitorios y dos baños, mientras que la mayoría de revistas de arquitectura de la época estaban interesadas en casas más grandes y proyectos más impresionantes.
Primera etapa (1945-1948)
Durante los tres primeros años del programa, se construyeron seis casas amuebladas y ajardinadas, que una vez presentadas al público fueron visitadas por 368.554 personas. Debe tenerse en cuenta que no todas de las Case Study Houses fueron diseñadas bajo los auspicios de la revista. El éxito del programa y los retrasos en la construcción de la primera fase fueron los responsables de que ciertas casas fueran incorporadas al programa una vez terminadas, simplemente por mantener buenos ejemplos de diseño ante el público.
La primera casa presentada en el programa, publicada en febrero de 1945 y diseñada por Julius Ralph Davidson, era una vivienda compacta y de dos plantas, pensada para una familia hipotética compuesta por una pareja, un hijo y un cuñado, la cual no fue construida; no obstante, la propuesta fue modificada cuando una pareja se presentó con un pequeño terreno ubicado en el norte de Hollywood. La Case Study House # 1 fue construida en 1946, más pequeña, de una sola planta, pero con materiales y concepto similares.
Entre 1945 y 1948 también hubo un gran número de proyectos que no fue construido. La mayoría de estos diseños eran experimentales y poco convencionales, donde los arquitectos exploraban nuevas ideas en los materiales, plantas de distribución y técnicas de construcción. La esperanza era que los clientes surgieran receptivos a esos nuevos conceptos.
Durante esta etapa, las Case Study Houses compartieron las cualidades de los componentes constructivos modulares para una mayor eficiencia en la construcción, paredes de cristal para establecer mejor relación entre interior y exterior, y eran de tamaño modesto, con plantas diáfanas, muebles incorporados y cocinas racionales. Todavía había dificultades para la disponibilidad de materiales de construcción y, en la práctica, pocos clientes dispuestos a adquirir una vivienda moderna. Aunque las propuestas estaban auspiciadas por el programa, en general sus diseños eran similares a los que los arquitectos habían realizado antes de la inauguración del programa.
Segunda etapa (1949-1962)
Las casa de Charles y Ray Eames Case Study House Nº 8 y Case Study House Nº 9 fueron las primeras en romper con el vocabulario de diseño Moderno de 1930 en Los Ángeles. Hacia 1949, la mejora de las condiciones económicas y la mayor disponibilidad de materiales industriales como el acero para la construcción permitió que los arquitectos sacaran el máximo provecho a las nuevas tecnologías en el diseño de viviendas. A partir de aquí surgen ejemplos emblemáticos realizados por los arquitectos Charles Eames, Eero Saarinen, Raphael Soriano, Craig Ellwood y Pierre Koenig. Estas casas se encuentran entre las más destacadas del Movimiento Moderno americano de mediados de siglo.
En 1950, después de la construcción de 13 casas, Entenza redujo el programa a una casa por año. En esta década los arquitectos ya pudieron adoptar plenamente el ideal de experimentación con materiales industriales y sistemas constructivos que subyacía en la génesis del programa. Y, como consecuencia de la creciente reputación del programa en la década de 1940 y la creciente prosperidad de la posguerra, se construyeron la mayoría de las casas publicadas después de 1950. Asimismo, los clientes más ricos y comprometidos con lo Moderno fueron realizando encargos según avanzaba la década, lo que llevó a construir algunas de las casas más caras del programa.
En 1962 John Entenza vendió Arts & Architecture a David Travers, quien siguió apoyando el programa Case Study Houses, ampliando su alcance geográfico más allá de California para incluir Phoenix y Arizona y ampliando el objetivo a las viviendas multifamiliares.
En 1966 Arts & Architecture finalizó su edición. En total, se publicaron 36 diseños de los que fueron construidos 25.
Las viviendas como prototipo
A pesar de las declaraciones de Entenza en su manifiesto de 1945, el programa Case Study House no logró varios de sus principales objetivos. Muy pocos de los proyectos se convirtieron en prototipos reproducidos. Por una variedad de razones, incluyendo el aumento del costo de los materiales, especialmente el acero, la reticencia de los bancos a conceder préstamos para casas modernas, la reticencia de los promotores a encargar ese tipo de diseños, y, por último, la falta de demanda por parte de los compradores de vivienda, el Case Study Hoses permaneció como una declaración de arquitecturas singulares. A medida que surgieron más clientes ricos para las casas Case Study, los diseños se alejaron más de lo que la clase trabajadora o clase media podían permitirse. En última instancia, la mayoría de los compradores de viviendas seguían atraídos por fachadas eclécticas tradicionales y familiares así como cubiertas a dos aguas, aunque era más probable que se aceptaran plantas diáfanas, ventanas panorámicas, puertas correderas de vidrio y jardines debido a la influencia de las publicitadas Case Study Houses.
A diferencia de los promotores del mercado de masas, los arquitectos del Case Study Houses tenían casas impresionantes, cuidadosamente elaboradas para mostrarlas, pero no disponían de apoyo financiero para producirlas en cantidad, por lo que los esfuerzos de marketing se centraban más en mostrar que en vender. Las primeras seis casas fueron visitadas por 368.554 residentes de Los Ángeles, pero no tenían manera de respaldar las casas con contratos de venta. Además, los bancos estaban en general poco dispuestos a conceder préstamos en esas casas porque no se ajustaban a los requisitos de los préstamos de la Administración Federal de Vivienda (FHA), que los bancos comúnmente atendían.
Proyectos publicados
Diciembre 1961 CSH #24 de A. Quincy Jones and Frederick E. Emmons (No construida)
Junio 1963 CSH #27 de Campbell and Wong (No construida)
Obras construidas
CSH #23-A (Triad), (Vivienda A de un grupo de tres viviendas) de Killingsworth, Brady, Smith & Assoc., Los Ángeles (1960-1961)
CSH #23-B (Triad), (Vivienda B de un grupo de tres viviendas) de Killingsworth, Brady, Smith & Assoc., Los Ángeles (1960-1961)
CSH #23-C (Triad), (Vivienda C de un grupo de tres viviendas) de Killingsworth, Brady, Smith & Assoc., Los Ángeles (1960-1961)
CSA #1 de Alfred N. Beadle and Alan A. Dailey, Phoenix, Arizona (1963-1964)
Referencias
Referencias e información de imágenes pulsando en ellas.
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