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Casa tradicional japonesa
La casa tradicional japonesa tiene varias dependencias y está rodeada de una hilera de árboles más o menos continua. Con frecuencia, los pueblos se suceden unos a otros sin que haya un núcleo central claro. Las parcelas se disponen perpendicularmente a lo largo de los caminos, prolongando hacia el interior el frente de la casa.
Es de destacar que, también, hay pueblos más comerciales de casas apretadas y estilo urbano. El campo japonés está muy urbanizado.
La casa tradicional es, para un occidental, uno de los elementos más exóticos de Japón. Está construida con madera, abundante en el bosque japonés, de planta cuadrangular y con varias edificaciones exentas, diferenciadas funcionalmente. Entre las edificaciones encontramos jardines y patios. Sin embargo, esta casa no se remonta a tiempos lejanos, muchos elementos son relativamente modernos, como la estera o tatami. Las maderas forman el techo, el suelo y el entramado, pero las paredes son muy frágiles, cumplen más una función de cierre que de muro. Los tabiques interiores se reducen a un panel de papel vegetal traslúcido y corredizo. Los muebles son escasos, ni mesas, ni sillas, ni camas. Esta técnica de construcción es, en general, de época meijí. El plano de la casa es aleatorio, ya que las paredes móviles permiten cambiarlo. Sin embargo, el piso se divide en varios escalones que lo elevan unos centímetros. Es costumbre estar descalzo en casa, o con sandalias de madera. Las habitaciones están poco o nada especializadas. Esta casa aparece incluso en los barrios antiguos de las ciudades.
La casa tradicional japonesa está muy extendida por todo el país, tanto en las regiones cálidas del sur, como en las frías del norte. Esto le impide una adaptación real al medio, ya que es fruto, básicamente, de la moda. Está mal adaptada al clima, ya que es fría en invierno y calurosa en verano. No resiste los tifones ni los terremotos, ni siquiera la lluvia, la nieve o la humedad, y el fuego es un mal endémico, pero es muy barata y fácil de construir, o lo era cuando los bosques eran abundantes.