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Casa de Cervantes (Valladolid)
La casa-museo de Cervantes está situada en la calle del Rastro, y por esta calle tiene su entrada, aunque los jardines que se extienden por delante terminan en una verja que da a la calle de Miguel Íscar. Forma parte de un conjunto de cinco casas levantadas por Juan de las Navas, apoderado del Ayuntamiento a principios del siglo XVII. Está construida en ladrillo y su fachada presenta balcones y ventanas recercados en yeso. En el jardín fueron instalados los restos de la antigua fachada del Hospital de la Resurrección, que en tiempos de Miguel de Cervantes se hallaba próximo a su casa. Es la auténtica casa en que vivió Cervantes en el año 1605.
En el año 2005, con motivo del IV Aniversario de la primera edición de Don Quijote de la Mancha, se han llevado a cabo una serie de reformas y limpieza del inmueble y de su jardín.
Historia
El entorno
En el año 1600 la corte de Felipe III se trasladó a Valladolid, hasta 1606 en que regresó de nuevo a Madrid. Durante esos seis años Valladolid experimentó una serie de mejoras y la ciudad ganó también mucho en el aspecto cultural y financiero.
Por aquellos años atravesaban Valladolid tres brazos del río Esgueva (conocido en esta ciudad como "la Esgueva") afluente del Pisuerga. El ramal meridional pasaba por lo que es hoy la calle de Miguel Íscar. Esta calle se urbanizó y se abrió a finales del siglo XIX a instancias de su alcalde Miguel Íscar. El riachuelo era poco saludable, pestilente y arrastraba las inmundicias de gran parte de la ciudad además de los residuos del matadero.
En la orilla derecha del Esgueva, en el tramo antes indicado, se encontraba el matadero público o macelo, vulgarmente conocido como las carnecerías. También se encontraba allí el Rastro que era el lugar donde se vendía la carne de consumo público al por mayor.
En la orilla izquierda (en donde hoy está la primera casa de la calle de Gamazo más parte de la calle de Muro) estaba la atarazana, depósito o corral de ganado, al mismo tiempo que matadero de cerdos. En esta misma orilla izquierda, pero en el tramo que quedaba frente al matadero mencionado se encontraban algunas casas que eran las viviendas de los cortadores (o carniceros) que formaban una acera que se empezó a llamar Acera del Rastro. Un poco más lejos, aguas abajo, donde hoy está el edificio conocido como la Casa Mantilla estaba el Hospital de la Resurrección y muy cerca del edificio había una fuente que traía agua del viaje de Argales. Cervantes conocía muy bien esta fuente (inaugurada en su época) y la cita en su novela "La ilustre fregona".
En el año 1602, en la citada Acera del Rastro se empezó la construcción de cinco pares de casas, una de las cuales fue la que habitó Cervantes en 1605 a poco de llegar a la ciudad de Valladolid. Su promotor fue Juan de las Navas, apoderado del Ayuntamiento. Era también administrador de las carnecerías y del servicio de belería. Las casas quedaron ubicadas frente al puente de madera sobre la Esgueva, que también se construyó por aquellos días. Con el tiempo fue sustituido por otro puente de piedra.
El incidente
Siendo Cervantes vecino de Valladolid y habitando una de las casas mandadas construir por Juan de las Navas, ocurrió un incidente en el que tuvo que intervenir la justicia y la policía y en el que se vieron implicados Cervantes y su familia.
En la noche del 27 de junio de 1605, el caballero don Gaspar de Ezpeleta tuvo un altercado con un individuo desconocido. El caballero Ezpeleta resultó gravemente herido y fue llevado a una casa frente al puentecillo de madera, propiedad de doña Luisa Montoya, una mujer viuda y muy respetada. A los dos días de la refriega, el herido murió y fue entonces cuando se levantó el proceso. Las sospechas recayeron en gran parte de la vecindad, entre la que se encontraba Cervantes y su familia. El escritor y parte de su familia fueron apresados, así como algunos vecinos y amigos. Al cabo de unos días todos fueron liberados por no encontrar nada en su contra.
La historia del proceso se encontró a fines del siglo XVIII en el archivo de la Real Chancillería de Valladolid. Hoy se conserva y se cuida en la Real Academia Española como documento muy preciado sobre la vida de Cervantes. Gracias a este documento se pudo averiguar con exactitud el lugar de la casa que Cervantes habitó durante su estancia en la ciudad de Valladolid.
La casa
Se sabía desde antiguo que Cervantes había vivido algunos años en Valladolid. Se sabía que había llegado a esta ciudad por asuntos de trabajo y relacionado con la mudanza de la corte de Felipe III. Cervantes era recaudador de impuestos (alcabalas) y sin duda tenía obligaciones que cumplir en este lugar. Pero durante siglos todo fueron suposiciones y nada había de cierto sobre el lugar exacto de su casa. Hasta que a finales del siglo XVIII se encontró todo lo escrito sobre el proceso relacionado con la muerte del caballero Ezpeleta.
Hacia el año 1860 llegó a Valladolid el ilustre cervantista Santa María de Hita que investigó con verdadero ahínco y con más profundidad que otros ilustres personajes. El 29 de abril de 1862 ya tenía en su poder todos los resultados de la investigación y la certeza de haber dado exactamente con la casa de Cervantes. Fue un sacerdote, en la iglesia de San Lorenzo (San Llorente) quien propagó la noticia desde el púlpito.
En el proceso del incidente, las diligencias de las aberiguaciones dejan bien claro que:
- Al ocurrir el percance Cervantes vivía en unas casas nuevas frente al Rastro, propiedad de Juan de las Navas.
- Cervantes ocupaba un piso 1º o principal con ventana a la calle.
- La habitación estaba a la izquierda de otra ocupada por doña Luisa Montoya y para subir a ambas se entraba por la misma puerta de la calle, en cuyo zaguán se encontraba un pozo (que hoy existe).
- Debajo de la habitación de Cervantes había una taberna.
Y se dice así mismo: Que en unas cassas nuebas questan junto al Rastro nuebo desta ciudad, estaba un caballero muerto o herido
Todas estas pistas fueron muy fáciles de seguir por el ilustre cervantista. Desde entonces la casa de Cervantes no ha variado prácticamente nada y se conservan junto a ella las otras cuatro casas nuevas. Hubo un tiempo en que la casa fue olvidada y a punto estuvo de derruirse para hacer un ensanche moderno pero se pudo evitar gracias a la intervención del gran mecenas y también cervantista marqués de la Vega Inclán que consiguió las reparaciones y compras pertinentes con su propia ayuda más la ayuda que le prestó el rey Alfonso XIII (que más tarde regalaría su aportación al Estado español), y la del Presidente de la Sociedad Hispánica de Nueva York, señor Archer M. Huntington. Así pudo conservarse y convertirse en museo la casa de Valladolid que durante algunos años cobijó a Cervantes y su familia y en la cual fueron escritas obras como El coloquio de los perros, El casamiento engañoso, La ilustre fregona, El licenciado Vidriera y algunas más.
En la actualidad (hablamos del año 2005) es casa-museo y está muy bien cuidada. Además de la visita de los curiosos y turistas, ofrece jornadas literarias todos los meses y homenajes a Cervantes cada 23 de abril.
Referencias
Referencias e información de imágenes pulsando en ellas. |
Bibliografía
- Boletín de la Sociedad castellana de excursiones (1905-1906), tomo II. Juan Agapito y Revilla.
- Las calles de Valladolid. Juan Agapito y Revilla (arquitecto municipal y académico de Bellas Artes). Imprenta Casa Martín, Valladolid 1937.
- La casa de Cervantes en Valladolid. N. Sanz y Ruiz de la Peña. Fundaciones Vega-Inclán, 1972.