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Cancha inca
La cancha puede ser considerada la forma más antigua de fortificación en la región andina. La cancha era o bien una plaza rectangular, o un complejo amurallado trapezoidal adjuntando una o más chozas al que se accede generalmente a través de una única entrada estrecha y fácil de defender. Muchas de las primeras fueron construidas a partir de 5000 a. de C.
Su material de construcción varían según la región. En la costa, los materiales preferidos eran de adobe o ladrillos de arcilla sin cocer. En las tierras altas, las piedras sin tallar era el material de construcción preferido. Las viviendas con techos de paja, cobertizos y graneros estaban alineados contra las cuatro paredes interiores del recinto, en torno a un patio central donde la familia mantenía sus tareas diarias. Se cocinaba por lo general dentro de la cabaña, existía una habitación, donde toda la familia compartía el dormitorio con los cuyes. La cancha estaba rodeada a menudo por corrales amurallados donde se encerraban las llamas y alpacas.
Cuando dos o más familias vivían juntas, las canchas se construían espalda con espalda para compartir las paredes, pero cada uno mantenía una entrada independiente y un patio. En las grandes asentamientos, las canchas estaban organizados en una forma similar, creando bloques simétricos de patios amurallados. Como resultado, las ciudades precolombinas de los Andes presentan un contorno cuadrado o trapezoidal con una rejilla regular de calles y manzanas. En las zonas montañosas, como el valle de Cuzco, la forma de los bloques viene determinada por el terreno, pero mantiendo la disposición de un patio central rodeado de edificios. En Cuzco, las paredes de las canchas son altas y sus calles estrechas, asegurando la privacidad de las familias. El modelo simple de la cancha se repitió en el diseño de los palacios de los incas, templos, fortalezas y áreas de descanso (tambos).
Referencias
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