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Césped artificial
El césped artificial, o césped sintético, es una Moqueta industrial que se asemeja a la hierba natural pero fabricada con materiales sintéticos. Actualmente es muy frecuente su uso en terrenos deportivos en los que originalmente se utilizaba césped natural. Aunque su uso es mayoritariamente deportivo, también se está utilizando en céspedes residenciales y usos comerciales.
Años 60 y los años 70
El primer césped artificial se colocó en 1965, cuando fue instalado en el entonces nuevo estadio Astrodomo, construido en Houston, Texas. El producto se popularizó enormemente y su uso llegó a ser extenso en los años 70. Fue instalado en los estadios cubiertos, pero también al aire libre, usándose fundamentalmente para canchas de béisbol y el fútbol americano en los Estados Unidos y Canadá.
En los años 60 y 70 (y más actualmente) los estadios se construían muchas veces cubiertos, lo que obligaba a el uso de este producto. También cuando los estadios se convertían en espacios multidisciplinarios, lo que necesariamente exigía la instalación de un pavimento sintético multiuso. Pero también algunos estadios al aire libre eligieron jugar en superficies artificiales, éstos lo hicieron debido a la optimización de horas de uso y al reducido coste de mantenimiento.
Años 80 y los años 90
Algunos clubes de fútbol en Europa instalaron superficies artificiales en los años 80. En algunos países varios campos de clubes profesionales habían adoptado los campos sintéticos pero al ser campos no diseñados para la práctica del fútbol, consiguieron que el césped artificial se ganara una mala reputación entre los aficionados y especialmente en los jugadores, que todavía, a veces hoy, está presente en la memoria colectiva. El césped artificial de los años 80 y 90 era una superficie más dura que hierba natural, y se intuía que era una superficie que causaba más lesiones (y, particularmente, lesiones más serias) que con una superficie de hierba natural. Paulatinamente se volvía al césped natural. El uso del césped artificial fue prohibido por FIFA, UEFA y por muchas asociaciones nacionales de fútbol.
Pero el césped continuó su importante desarrollo, las tecnologías relacionadas continuaron desarrollándose, aparecieron nuevas fibras, nuevos materiales... La labor de investigación y desarrollo fue intensa y con éxitos parciales, pero la gran revolución se produciría a principios de esta década...
Siglo XXI
A principios del siglo XXI, las nuevas superficies artificiales se desarrollaron usando el relleno de arena y caucho. Es la llamada “nueva generación”, o “tercera generación” de césped artificial. Son superficies que a menudo virtualmente son indistinguibles de la hierba natural tanto a la vista de cualquier distancia, y generalmente tan seguras de jugar como la superficie típica de la hierba - quizás incluso más seguras en condiciones extremas-. Muchos clubes que usaban antes césped artificial y superficies similares han instalado las nuevas superficies (fundamentalmente para instalaciones de entrenamiento o para las categorías inferiores), mientras que algunos clubes que han mantenido la hierba natural están reconsiderando el césped artificial. Las instituciones gobernantes del fútbol, en su ánimo de mejorar y difundir el deporte, y los diversos clubes europeos, en la incesante búsqueda de mejorar el juego y reducir los costes de mantenimiento está adoptando el césped artificial como una superficie perfectamente adecuada. La Federación Internacional incluso recomienda su uso en determinadas condiciones.
Estandar de calidad para fútbol
La Federación Internacional ha publicado unos Estándares de calidad que en los que, una vez el producto ofrece unas calidades y garantías adecuadas (dieciocho licenciatarios), lo relevante es la interacción del pavimento con el juego: bote y rodadura del balón, capacidad de absorción de impactos, deformabilidad, resistencia al esfuerzo torsor… Prácticamente homogeniza las cualidades intrínsecas del producto: peso de fibra, peso total, dtex, alturas o composiciones de las fibras dejan de ser importantes si el desarrollo del juego es el óptimo. Actualmente el tipo más común utiliza el polietileno con fibras de más de 5 centímetros de largo, que se cosen en una tela (backing) recubierta. La manta es entonces recebada (infilled) con una capa de 4 centímetros de gránulos de la arena y del [caucho], que mantiene las fibras verticales y proporciona el nivel de absorbencia y de deformabilidad necesaria. La mayoría de los dieciocho fabricantes del césped aprobados por la FIFA utiliza esta tecnología.
Dependiendo del fabricante, encontraremos diferencias en los parámetros que componen la moqueta: pequeñas variaciones en la altura, en la forma de la fibra, en su peso o en la densidad de las puntadas... variarán ligeramente las especificaciones de un producto que deberá cumplir una serie de requisitos de durabilidad y propiedades mecánicas. La Federación Internacional basa sus pruebas en la interacción del pavimento con el jugador y con el balón, lo que convierte las pequeñas diferencias de marca en herramientas de marketing. Cuando lo verdaderamente importante es el juego, las calidades intrínsecas del producto pierden importancia. El importante esfuerzo en investigación y el desarrollo de unos fabricantes ávidos de diferenciación, seguro dará en el futuro mejoras significativas en un producto de por sí excepcional.
Otros usos
Desde los años 90 el uso del césped artificial se ha extendido a la economía domestica, además de que la plantación de césped natural requiere un considerable trabajo y esfuerzo continuo para una correcta conservación, el césped natural es costoso y requiere un abundante consumo de agua. Este hecho ha provocado la aparición y difusión del césped artificial también en el ámbito residencial. El césped artificial requiere un considerable menor coste económico, y al mismo tiempo, ofrece una belleza muy similar a la del césped natural. Si además consideramos la actual situación de sequía en la que nos estamos viendo inmersos, optar por césped artificial es una obligación que nos reportará grandes beneficios. Finalmente debemos tener en cuenta que la investigación en el ámbito del césped artificial nos ofrece materiales con una suavidad y aspecto similares al césped natural, evitando al mismo tiempo los inconvenientes derivados del coste de mantenimiento.