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Arquitectura palladiana
Proyecto de villa con pórtico superpuesto, del libro IV de I Quattro Libri dell'Architettura de Andrea Palladio, en una edición publicada en Londres en 1736.
El Palladianismo o arquitectura palladiana es un estilo arquitectónico originalmente creado por el arquitecto italiano Andrea Palladio (1508–1580). Aunque el término palladiano se refiere a la obra de este autor y a todas aquellas inspiradas por él, lo que se conoce como Palladianismo es una evolución de los propios conceptos originales de Palladio. El desarrollo del Palladianismo como estilo autónomo comenzó en el siglo XVI y continuó hasta finales del siglo XVIII, donde influyó notablemente en la Arquitectura neoclásica, por su amplio gusto por lo Clásico. Este estilo se extendió desde el Véneto hacia toda Europa y otras partes del mundo.
En el Reino Unido el Palladianismo llegó a ser sumamente popular a mediados del siglo XVII debido a la obra de Christopher Wren. Allí sucedió al Barroco, como una renovación de las formas de la Antigüedad, en construcciones de estilo clásico. A comienzos del siglo XVIII siguió de moda, no sólo en el ámbito británico, sino en la mayoría de los países del Norte de Europa. Más tarde, cuando el estilo comenzó a declinar en Europa, surgió con fuerza en Norteamérica, con ejemplos excelentes en los edificios diseñados por Thomas Jefferson.
Arquitectura de Andrea Palladio
Para entender el desarrollo del Palladianismo, es necesario, a priori, analizar la obra de Palladio y sus fundamentos constructivos.
Caracteres principales
La obra de Andrea Palladio se encuentra en su totalidad en la región septentrional Italiana del Véneto. Destacan las villas de Vicenza (Villa Capra y Villa Badoer) y la Iglesia del Santísimo Redentor, en Venecia. Tanto en los tratados que escribió Palladio, como en los edificios que diseñó, siguió los principios fundadores definidos por el arquitecto Romano Marco Vitruvio y desarrollados por Leon Battista Alberti en el siglo XV. Éstos secundaban la vertiente más clásica de la Arquitectura Romana, la cual se basaba más en las proporciones matemáticas que en la riqueza ornamental, que también caracterizaba a la Arquitectura renacentista del siglo XVI. Combinó libremente muchos de los elementos del lenguaje clásico, de acuerdo con las exigencias del emplazamiento o de las necesidades funcionales de cada edificio y en este sentido se le puede considerar como un arquitecto manierista. Sin embargo, al mismo tiempo compartió la búsqueda renacentista de las proporciones armónicas, y sus fachadas se caracterizan por una excepcional elegancia basada en la sencillez —casi austera— y la serenidad compositiva.
Palladio siempre ideaba sus villas en referencia al lugar de ubicación. Si se encontraba en una colina, como en la Villa Capra, todas las fachadas eran diseñadas de tal manera, que sus moradores tuvieran buenas vistas desde cualquier ángulo de la casa. También, en algunos casos, el uso multiplicado del pórtico en cada una de sus fachadas tenía la finalidad de proteger del sol a las personas que quisieran disfrutar del paisaje, al igual que los porches en las entradas de las casas en la actualidad. Palladio en ocasiones usaba la tipología de loggia abierta en sustitución del pórtico. La logia palladiana puede describirse como un pórtico hueco, o estancia autónoma cuyos muros abiertos dejan ver el resto de elementos y rematada con frontones. Ocasionalmente, otra tribuna era situada en un segundo piso, sobre la logia de entrada, creando así lo que se conoce como doble logia. Las logias o tribunas en las fachadas daban significación a las mismas y en ocasión eran soportadas por un entablamento inferior. En la Villa Godi (en la ilustración a la izquierda) es usada en el edificio central la logia en la planta noble en vez del pórtico, que además se encuentra terminado por dos arcadas simétricas en sus lados.
Planta cruciforme de la Villa Capra, con un pórtico en cada una de sus fachadas
Palladio solía usar como modelo en sus villas la elevación de los templos romanos. La influencia de este tipo de edificio clásico no se reducía a esto únicamente, pues también tomaba de ellos la forma cruciforme, que posteriormente sería conocida como marca característica de la obra del maestro véneto. Las villas palladianas eran generalmente construidas con tres pisos: un basamento rústico, que contenía las estancias del servicio y habitaciones menores; sobre ésta, el piano nobile o planta noble, a la cual se llegaba a través del pórtico, mediante escalones exteriores con los que se accedía al recibidor y habitaciones principales; y sobre ésta una mezzanine o entreplanta con estancias secundarias y resto de alojamientos. Las dimensiones de las habitaciones se establecían por medio de simples ratios matemáticas como 3:4 o 4:5, y dichas estancias se interrelacionaban con el conjunto de la villa también a través de estas ratios. Con anterioridad, otros arquitectos habían usado estas fórmulas matemáticas para dotar de equilibrio al conjunto y conseguir la simetría en las fachadas; sin embargo, en sus diseños, Palladio las emplea para relacionar todo el edificio y evitar estridencias o falta de armonía en las villas, generalmente cuadradas. Las proporciones no sólo son un medio para solventar un problema arquitectónico, sino un sistema organizado para la disposición de las habitaciones privadas.
Palladio creía profundamente en la doble finalidad de las villas: como explotación agropecuaria y como remanso palaciego de los ricos burgueses o Aristócratas. Estas viviendas simétricas y con aspecto de templo, también contenían lo necesario para las labores del campo. Estancias de trabajo como graneros, establos o almacenes de aperos agrícolas se separaban de la vivienda central mediante alas también concebidas simétricamente. Estas alas, a veces separadas de la vivienda y conectadas con las colonias de trabajadores, eran diseñadas no sólo funcionalmente sino también como complemento de la villa y mejora del conjunto. Por otro lado, Palladio no tenía intenciones de integrar esta zona de trabajo con la vivienda principal, más allá del interés puramente estético. Así, en general, sus seguidores, alteraron dicho concepto original de la relación entre la edificación principal y sus dependencias anexas.
Tratados de Palladio
Es indudable que el estudio de los edificios de Palladio fue fundamental para la posterior evolución del Palladianismo. Sin embargo, los textos escritos por el maestro italiano supusieron el mecanismo más rápido para la difusión de sus teorías por el resto de Europa y Norteamérica. Los arquitectos palladianos que no viajaron a Italia dispusieron —con la traducción de estos tratados— de la mejor reinterpretación de los originales.
Las dos obras fundamentales de Andrea Palladio son:
- Le Antichità di Roma, Venecia (1554): obra que recoge la imagen urbana de la Roma antigua.
- I Quattro Libri dell' Architettura (1570): tuvo gran éxito y fue difundido a través de numerosas reimpresiones y traducciones en los siglos XVII y XVIII. La obra está estructurada de la siguiente manera:
- Libro I: teoría de los materiales; construcción de una casa desde los cimientos hasta el techo; instrucciones generales para la construcción pública y privada; teoría de los cinco órdenes arquitectónicos.
- Libro II: la casa privada en la ciudad y en el campo (villa).
- Libro III: calles, puentes, plazas, basílicas.
- Libro IV: los templos de la Antigüedad en Roma, en Italia y en el resto de Europa.
Las ventanas palladianas
Ventanas serlianas: Arquerías del Palazzo della Ragione (Vicenza). Ilustración de I Quattri Libri dell'Architettura.
Las ventanas palladianas, serlianas o venecianas destacaron expresivamente en la primera época de la obra de Palladio. Sin embargo, denominar así a este tipo de ventanales es incorrecto. Su primera referencia proviene de Sebastiano Serlio (1475–1554) en su tratado de Arquitectura en siete tomos Tutte l'opere d'architettura et prospetiva, en el cuales expone los ideales de Vitruvio y de la Arquitectura Romana, aplicables al Renacimiento. El uso que aconseja Serlio es de galería de grandes arcadas flanqueadas por vanos rectangulares menores, estructura que aparece por primera vez en los arcos del triunfo romanos. La ventana serliana es tripartita en sentido vertical. La parte central está rematada mediante un Arco de Medio Punto que se apoya en arquitrabes y éstos a su vez en columnas. Palladio usó esta idea en numerosas ocasiones, entre las que destaca notablemente el conjunto de arquerías de la Basílica o Palazzo della Ragione (en la ilustración de la derecha) en Vicenza. También concibió fachadas con tribunas arcadas en la Villa Godi y Villa Forni-Cerato. La popularidad en el Véneto del uso de este tipo de ventanales es lo que le concedió el nombre alternativo de ventanas venecianas, aunque en justicia, deberían llamarse ventanas serlianas. Sin embargo, esta forma de ventanales es probablemente una de los más característicos puntos de referencia de la obra de Andrea Palladio y uno de los motivos más recreados con la evolución del Palladianismo en siglos posteriores.
Difusión del Palladianismo
La influencia de Palladio ha sido enorme en la arquitectura occidental; de modo particular en la tradición Anglosajona, que ha tenido como consecuencia que tanto la arquitectura colonial norteamericana, como la arquitectura colonial inglesa, en territorios tan extensos, como la India, China o Australia, puedan verse diseños derivados de Palladio.
En 1570, Palladio publicó su tratado I Quattro Libri dell'Architettura, compendio de sus ideales arquitectónicos y que inspiraron a arquitectos por toda Europa. Durante el siglo XVI, muchos de ellos estudiaron en Italia, analizando in situ la obra de Palladio. Esta influencia se percibió en el regreso a sus países de origen cuando adaptaron el estilo a las diferentes circunstancias climatológicas, topográficas y gusto de sus clientes. Así fue extendiéndose el ideal palladiano a través de toda la geografía europea, alcanzando el cenit de su popularidad en el siglo XVIII, primero en Inglaterra e Irlanda y posteriormente en Estados Unidos. También sirvió de precedente al Neoclasicismo de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX.
Palladianismo inglés
Uno de esos estudiantes era el arquitecto inglés Íñigo Jones, el cual fue directamente responsable de la importación de la influencia palladiana a Inglaterra. El "Palladianismo" de Jones y sus contemporáneos, así como el de sus seguidores es un estilo que buscaba fundamentalmente la estética de la fachada, por lo que las fórmulas matemáticas de distribución de habitaciones no fueron nunca estrictamente aplicadas. Numerosas casas de campo en Inglaterra se construyeron entre los años 1640 y 1680, como Wilton House, entre otras. Las primeras obras de Íñigo Jones, que tuvieron mucho éxito, marcaron el estilo de todas esas construcciones posteriores. Fueron el palacio llamado Queen's House de Greenwich y la Casa del Banquete del Palacio de Whitehall, palacio real sin finalizar en Londres, encargado por el rey Carlos I de Inglaterra. Los diseños palladianos realizados por Jones, que llegó a ser Aparejador Real, fueron tan estrechamente asociados a la corte de Carlos I, que su influencia no sobrevivió a la confusión producida por la Guerra Civil Inglesa. La consiguiente restauración de los Estuardo, en un intento de desvincularse de la monarquía anterior, eclipsó el Palladianismo de Jones con la Arquitectura barroca de arquitectos como William Talman y Sir John Vanbrugh, Nicholas Hawksmoor, e incluso el discípulo de Jones, John Webb.
Neopalladianismo inglés
El estilo barroco, tan popular en el continente europeo, nunca tuvo verdadera implantación en las islas británicas. Fue rápidamente suplantado, cuando en el primer cuarto del siglo XVIII se publicaron en Gran Bretaña cuatro libros que destacaban la simplicidad y pureza de la Arquitectura clásica. Nos referimos a los siguientes:
- Vitruvius Britannicus publicado por Colen Campbell, en 1715 (del cual volúmenes suplementarios fueron apareciendo a lo largo del siglo.)
- La traducción inglesa de I Quattro Libri dell'Architettura de Andrea Palladio (Palladio's Four Books of Architecture) publicado por Giacomo Leoni, en 1715.
- La traducción inglesa de De re aedificatoria, de Leon Battista Alberti, publicado por Giacomo Leoni, en 1726.
- The Designs of Inigo Jones... with Some Additional Designs, publicado por William Kent, en 2 vols., en 1727 (un volumen más, Some Designs of Mr. Inigo Jones and Mr. William Kent se publicó en 1744 por el arquitecto John Vardy, compañero de Kent.)
El más famoso de éstos fue el Vitruvius Britannicus, cuatro volúmenes publicados por Colen Campbell. Campbell era arquitecto y editor. El tratado básicamente es un libro de proyectos, que contenía grabados de los edificios británicos más importantes inspirados por los grandes arquitectos, desde Vitruvio a Palladio.
Los primeros son principalmente de Iñigo Jones, pero luego recoge creaciones originales de dibujos y proyectos del propio Campbell y otros arquitectos del siglo XVIII.
Estos cuatro tratados contribuyeron enormemente al renacer de la Arquitectura palladiana inglesa, llegando a ser el estilo predominante del país durante el siglo. Sus tres autores consiguieron por ello ser muy conocidos y de lo más solicitados para trabajar. Colen Campbell, por ejemplo, debido al Vitruvius Britannicus fue elegido como arquitecto del banquero Henry Hoare I para el que construyó Stourhead House, una obra maestra inspirada directamente en Villa Emo de Palladio, y que a su vez, inspiró a docenas de casas similares a lo largo de toda Inglaterra.
En la vanguardia de esta nueva escuela de diseño tenemos al arquitecto-aristócrata Richard Boyle, III Earl de Burlington, en cual concebía el barroco como símbolo del absolutismo extranjero. En 1729, Burlington, junto a William Kent, diseñaron Chiswick House. Esta casa es una reinterpretación de la Villa Capra, purificando los elementos y ornamentos del siglo XVI. La severidad en la ornamentación fue el elemento más destacado del Neopalladianimo inglés.
En 1734, William Kent y Lord Burlington crearon uno de los mejores ejemplos de las casas neopalladianas, Holkham Hall en Norfolk. El bloque principal sigue escrupulosamente los dictados de Palladio, pero las alas exteriores agrícolas, normalmente desaparecidas en el Palladianismo, fueron destacadas significativamente en este caso. Kent las adjuntó al proyecto, desterrando su uso agropecuario, y dotó a dichas alas de igual importancia al de la vivienda principal. El uso fue extendiéndose en otras construcciones y usualmente estas alas fueron adornadas con pórticos, frontones y entablamentos, como en la muy posterior Kedleston Hall, que convierte las alas en pequeñas casas adosadas. Esta evolución de las alas auxiliares, de ser edificaciones complementarias a meramente superpuestas, fue la causa de que el Palladianismo inglés llegara a ser un pastiche de la obra original de Palladio.
Neopalladianismo: Woburn Abbey, diseñada por un discípulo de Burlington, Henry Flitcroft en 1746. El edificio central palladiano ya no se encuentra exento, las alas son elevadas a la misma altura que el central, no distinguiéndose entre edificio principal y secundarios. El uso de establos que daba Palladio está totalmente perdido.
El estilo evoluciona y cambia para adaptarse a las exigencias de cada cliente. Cuando en 1746, John Russell, IV duque de Bedford, decidió remodelar su casa de Woburn Abbey, prefirió el Palladianismo para la reconstrucción, al ser el estilo más de moda en la época. Eligió para ello al arquitecto Henry Flitcroft, discípulo de Burlington. El proyecto de Flitcroft en Woburn no podría ser reconocido por el mismo Palladio, debido a las modificaciones sustanciales de la filosofía constructiva del maestro italiano. El núcleo central es pequeño, el pórtico con tres vanos, está meramente esbozado, y a diferencia de las loggias palladianas, éste está completamente cerrado. Las alas laterales contiene el grueso de las habitaciones, replazando el original muro que conducía a las colonias de trabajadores e instalaciones agropecuarias. Los extremos (donde estarían los almacenes y establos) fueron elevados a una altura superior al edificio central y como decoración contiene ventanas palladianas, que evocan su influencia originaria. Esta evolución del estilo será repetida en la tipología de casas de campo inglesas durante cien años. Incluso en la decadencia del Neopalladianismo, ya en la época victoriana, el arquitecto Edward Blore lo usó para la remodelación de la fachada del Palacio de Buckingham en 1913. Allí se sustituye el pórtico greco-romano por un pórtico ciego con pilastras, que decoran el núcleo central de la fachada. Esta última vuelta de tuerca del estilo palladiano, dos siglos después, está vagamente inspirada ya en la Arquitectura de Palladio.
Las casas neopalladianas no eran los pequeños y exquisitos refugios de descanso que los arquitectos italianos concibieron. No son villas, sino grandes mansiones, simbólicos centros de poder de los Lores que gobernaban Gran Bretaña. A medida que el estilo británico evolucionaba, todas las concepciones matemáticas de proporción y distribución fueron desechadas. Estos edificios tienen fachadas de grandes proporciones y estancias pensadas para dar una mayor impresión de tamaño.
Palladianismo irlandés
Durante el periodo neopalladiano, en Irlanda, incluso las mansiones más modestas se hicieron en este estilo. La arquitectura palladiana en Irlanda difería sutilmente de la realizada en Inglaterra. A medida que los diferentes países iban adheriéndose a los ideales constructivos dados por Palladio, fueron dotándose de su propia personalidad. En Irlanda, paradójicamente, construyeron más ajustados al original italiano, debido a que los arquitectos tomaban sus referencias directamente de Italia, en vez del estilo que seguía su propia evolución en Inglaterra. Irlanda, por su condición más lejana y provinciana, hizo que la moda palladiana cambiara más lentamente que en ningún otro sitio. Sin embargo, cualquiera que sea la razón, el Palladianismo debió adaptarse al clima más húmedo y frío de Irlanda.
Uno de los arquitectos irlandeses pioneros fue Sir Edward Lovett Pearce (1699–1733), el que se considera como el máximo exponente del Palladianismo irlandés. Pearce, primo de Sir John Vanbrugh, y discípulo de él, rechazó el Barroco y pasó tres años estudiando Arquitectura en Francia e Italia, antes de regresar a Irlanda. Su obra cumbre palladiana fue el primer Parlamento en Dublín. Pierce era un prolífico arquitecto y también diseñó la fachada sur de Drumcondra House en 1727 y el Palacio de Cashel en 1728.
Otro de los ejemplos más notables de Palladianismo en Irlanda es el que encontramos en Castletown, cerca de Dublín. Diseñado por el arquitecto italiano Alessandro Galilei (1691–1737), es quizá la única casa en Irlanda construida siguiendo los ratios matemáticos palladianos y una de las dos mansiones irlandesas claramente inspiradoras en el diseño de la Casa Blanca de Washington.
También podemos destacar al arquitecto Richard Cassels, de origen alemán, que diseñó siguiendo la arquitectura palladiana la Casa Russborough, el Hospital Rotunda en Dublín y Florence Court, en el Condado de Fermanagh. Las casas de campo palladianas en Irlanda solían tener una especialidad, la decoración rococó en escayola, casi siempre obra de los Hermanos Lafranchini, que hacía a sus interiores más extravagantes que sus contemporáneas inglesas. Gran parte de Dublín fue construido en el siglo XVIII en estilo georgiano. Muchas de esas edificaciones se mantienen en pie en la actualidad aunque en condiciones ruinosas. Tras las crisis de 1922 en Irlanda, el plomo de los tejados de estas vacías casas palladianas fue expoliado por su valor como chatarra. Aún muchas casas palladianas sin tejado puede admirarse en las zonas rurales despobladas del país.
Palladianismo en los Estados Unidos
El presidente de Estados Unidos y arquitecto Amateur Thomas Jefferson (1743–1826) una vez se refirió a I Quattro Libri dell'Architettura de Palladio como su Biblia. Jefferson tenía un intenso aprecio a los conceptos arquitectónicos palladianos y los diseños de su casa de Monticello en Charlottesville, (Virginia), así como los de la Universidad de Virginia estaban basados directamente en los dibujos del tratado de Palladio. La filosofía de Jefferson relacionaba la significación política de sus edificios con la Arquitectura de la Antigua Roma y así diseñó numerosos edificios cívicos en estilo palladiano. Monticello (remodelada entre 1796 y 1808) está claramente basada en la Villa Capra de Palladio, que con sus modificaciones, se califica en Estados Unidos como estilo colonial georgiano. El Panteón o la Rotonda diseñado por Jefferson en la Universidad de Virginia es indudablemente palladiano en concepto y estilo y cuya cúpula está basada en la del Panteón de Agripa en Roma.
En Virginia y Carolina, las formas palladianas se convierte en típicas de las casas de las plantaciones de Tidewater, tales como Stratford Hall, Westover Plantation o Drayton Hall cerca de Charleston. Éstos son ejemplos de la denominada arquitectura colonial estadounidense que adoptaron la forma palladiana según lo que nos muestran los grabados de la época. El uso del Palladianismo en Estados Unidos fue debido a que los constructores y albañiles, incluso los propietarios, no tenían la experiencia personal en construcción de edificios, ni el conocimiento de sus colegas europeos.
Un rasgo característico del Palladianismo estadounidense es la reaparición del gran pórtico de entrada, que es de nuevo destinado a proteger la vivienda del sol. El pórtico (con o sin frontón) en diferentes formas y tamaños llegó a ser crucial en la arquitectura colonial norteamericana. En los países del Norte de Europa, debido al clima, el pórtico con esta finalidad llegó a ser meramente simbólico, normalmente cerrado o simplemente esbozado por un diseño de pilastras, e incluso en los últimos ejemplos del Palladianismo inglés adaptado como puerta de carruajes. En América, sin embargo, recobró su antigua gloria.
La Casa Blanca, diseñada por James Hoban, que estudió el Palladianismo en Irlanda.
Thomas Jefferson debió sentir un particular placer al ser el segundo ocupante de la Casa Blanca en Washington, la cual fue concebida, doblemente inspirada, por el Palladianismo irlandés. Tanto Castletown como Leinster House, obra de Richard Cassel en Dublín inspiraron al arquitecto James Hoban para construir esta residencia oficial, erigida entre 1792 y 1800. Hoban, que había nacido en Callan, Condado de Kilkenny, en 1762, estudió Arquitectura en Dublín, donde Leinster House (construida c. 1747) era una de las más bellas edificaciones de esa época. El Palladianismo de la Casa Blanca es interesante porque es casi un temprano ejemplo de Neoclasicismo, especialmente en su fachada sur, que imita el diseño de James Wyatt para el Castillo Coole de 1790, también en Irlanda. Irónicamente, la fachada norte tiene un piso menos que Leinster House, mientras la fachada sur se eleva un piso más que el Castillo Coole y tiene una escalinata más, de estilo palladiano. El Castillo Coole es, en palabras del historiador Gervase Jackson-Stops, "una culminación de las tradiciones palladianas, casi estrictamente neoclásico en su ornamentación casta y su noble austeridad". Lo mismo puede decirse de muchas de las casas del Palladianismo estadounidense.
Las dos únicas estructuras en los Estados Unidos del periodo colonial que pueden ser definitivamente atribuidas a la filosofía del tratado de Palladio son la Casa Hammond-Harwood en Annapolis, (Maryland) y el primer Monticello. La fuente de inspiración de la Casa Hammond-Harwood es Villa Pisani en Montagnana y del primer Monticello es Villa Cornaro en Piombino Dese. Drayton Hall y la Casa Miles Brewton en Carolina del Sur siguieron esta influencia tomada por las dos construcciones anteriores.
Una de las adaptaciones realizadas por el Palladianismo norteamericano es que el piano nobile o planta noble tiende a ser reemplazada por la planta baja o rústica, trasladándose la planta de servicio al piso superior, a diferencia de en la tradición europea. Esto negaba la necesidad de escalinata ornamentadas exteriores que llegaran a la planta principal, como en los diseños originales de Palladio. Esta tendencia perduró en el estilo neoclásico que sucedió al Palladianismo.
Ocaso del Palladianismo
Alrededor de 1770, en Inglaterra, arquitectos como Robert Adam y Sir William Chambers tuvieron gran demanda popular, y a esas alturas contaron con gran variedad de fuentes clásicas en las que inspirarse, incluidas las originales griegas. Así que comenzaron a construir lo que eventualmente se definiría como Neoclasicismo, más que Palladianismo. En Europa, la influencia palladiana decae a finales del siglo XVIII, siendo sustituida por el Neoclasicismo, que no rompe bruscamente con el Palladianismo, ya que ambas beben de las mismas fuentes clásicas. En Estados Unidos, la arquitectura palladiana persiste un poco más, debido al concepto de Thomas Jefferson para encontrar un estilo propio del incipiente país.
El término "palladiano" aún es usado en la actualidad, aunque incorrectamente, para referirse a un edificio con alguna pretensión clásica.
Bibliografía
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- DAL LAGO, Adalbert; Ville Antiche; Milán: Fratelli Fabbri, 1966
- HALLIDAY, E. E.; Cultural History of England: Londres: Thames and Hudson, 1967
- JASKSON-STOPS, Gervase; The Country House in Perspective; Pavilion Books Ltd., 1990
- KOSTOF, Spiro; A History of Architecture; Nueva York: Oxford University Press
- MARTEN, Paolo; Palladio; Colonia: Benedikt Taschen Verlag GmbH, 1993
- RAMÍREZ, Juan Antonio; Historia del Arte: La Edad Moderna; Madrid: Alianza, 1997
- WATKIN, David; English Architecture; Londres: Thames and Hudson, 1979
Referencias
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