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Altar de Zeus (Pérgamo)
El altar de Zeus en la ciudad de Pérgamo (Asia Menor) fue un edificio grandioso mandado construir por Eumenes II Sóter en el siglo II a. C. entre los años 164 a. C. y 156 a. C. Fue descubierto por los arqueólogos alemanes entre los años 1878 y 1873.
Los grandes altares[editar]
En la época clásica se levantaban templos dedicados a los grandes dioses o a los dioses locales de cada ciudad y delante de ellos se colocaban los altares para los sacrificios; los altares eran construcciones de poca importancia.
En la época de la cultura helenística (Período helenístico), se pusieron de moda los grandes altares monumentales, dedicados a una gran deidad, por lo común a Zeus. Fue tanto una moda como una necesidad, a raíz de las nuevas tendencias filosóficas que seguían las enseñanzas de los estoicos. Había un gran interés por las ideas de Heráclito, por su idea de que el fuego es el elemento principal que combina y estructura los demás elementos. El Dios supremo se encuentra en todo, pero como fuego etéreo y creador que tiene la facultad de dar vida a todas las cosas. Entre los dioses griegos el que se acercaba casi con exactitud a este dios creador, era el ser supremo Zeus, dios del rayo y del fuego. Por tanto había que erigir a ese dios no ya un templo, sino un gran y colosal altar de sacrificios.
El altar de Pérgamo[editar]
Uno de estos grandes altares construidos en el período helenístico fue el gran altar de Pérgamo, dedicado a Zeus o a Atenea. Sus ruinas han subsistido a través de los siglos y fueron descubiertas por un equipo de arqueólogos alemanes en el siglo XIX. En la actualidad puede contemplarse el gran friso de esculturas en la ciudad alemana de Berlín, en el museo de Pérgamo.
Es una construcción colosal alzada sobre un podio, respetando la visión original; estaba construida en la segunda terraza de la acrópolis de la ciudad. El gran friso de las esculturas no formaba parte del entablamento sino del podio del templo. Arriba se encontraba una columnata de orden jónico dividida en tres cuerpos, uno central al fondo y dos laterales. La columnata central daba su espalda a un patio cuadrangular que era el espacio reservado para los sacrificios en que se quemaba incienso y se hacían libaciones en honor de los dioses. Sobre el entablamento de las columnas se colocaron una serie de acróteras que representaban dioses, centauros, grifos y caballos.
En el podio o basamento se encontraba la decoración escultórica hecha en medios relieves con 2,30 m de altura (aproximadamente) y 120 m de longitud. Estaba rematado por una cornisa muy sobresaliente, con dentículo (adorno de paralelepípedo que se colocaba en la parte superior de un friso. Se trata de una Gigantomaquia, la lucha de los dioses contra los gigantes. Las figuras y las escenas están tratadas con pathos (emoción), las escenas no estan separadas sino que es un friso corrido que describe un momento de la batalla. Los detalles estilísticos de estas esculturas, pliegues de los mantos, los cabellos, los dibujos del calzado, las expresiones de los dioses y los gigantes, manifiestan las características de lo que se ha llamado Estilo Barroco de la Escultura Griega caracterizado por la expresión exagerada, los escorzos y las expresiones patéticas, así como la escultura de las ropas que ya no se ajusta a las formas anatómicas.
En el trabajaron un buen número de artesanos coordinados de forma precisa (dado el breve periodo de tiempo que necesitó la obra (entre 22 y 28 años)), ya que no se distinguen talleres, siendo la calidad y la factura de una calidad excelente.
El altar en el museo[editar]
Es el ingeniero alemán Carl Humann, amante de la arqueología, quien envía a Berlín en 1871 tres fragmentos de lo que definió como una "lucha". Las piezas pasarán desapercibidas durante cinco años en el "Altes Museum" (museo antiguo). No será hasta 1877 que el arqueólogo Alexander Conze centra su interés en los fragmentos y pide a Humann que inicie la excavación. El respaldo político y económico es total. Bismark quiere hacerse con una obra de referencia que legitimice su recién inagurado imperio, las leyes en Grecia son muy estrictas en lo referente a la exportación de antigüedades, siendo más apropiado Turquía para las intenciones de Bismark. Las negociaciones tienen lugar en 1878-1879 quedando estipulando que los hallazgos pertenecientes al altar serán trasladados a Berlín, que compensará con 20.000 marcos al Imperio Otomano (Turquía). La busqueda del altar se centrará en el muro bizantino de la ciudad al sur de la acrópolis. Los elementos del altar habían sido utilizados para la costrucción de la muralla, de tal forma que el relieve quedaba hacia el interior. En 1880 ya se habían desenterrado 97 láminas. Las prospecciones en la acropolis puso al descubierto la base del altar. El traslado a Berlin se inicia ya en 1879. El Museo de Pergamo es inagurado en 1930.
Allí ha permanecido siempre, a excepción del periodo comprendido entre 1945 y 1959, cuando las tropas soviéticas lo desmantelaron y se lo llevaron como botín de guerra al Museo del Hermitage de Leningrado (hoy San Petersburgo).
Referencias
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