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84 viviendas en la Mina del Morro

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84 viviendas en la Mina del Morro

El grupo de 84 viviendas de protección pública en la Mina del Morro situadas en la calle Ortutxueta 2 a 14 de Bilbao (Vizcaya, España) es una obra de Eduardo Belzunce, Luís Díaz-Mauriño y Juan García Millán construida entre 2006 y 2007.

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Ficha técnica

  • arquitectos: Eduardo Belzunce, Diaz-Mauriño, García Millán.
  • Colaboradores: Daniel Vaquero, Carlos Revuelta, César Patín (arquitectos)
Juan Antonio Ramiro Garfella (arquitecto técnico)
Fernando Rodríguez-Ferroestudio (estructuras)
Alfredo Domarco y Pedro Soriano-HTEAN tecnología y edificación (instalaciones)
  • aparejador: Eduardo Aguillo (arquitecto técnico dirección de obra)
  • promotor: Gobierno Vasco
  • empresa constructora: Ferrovial
  • superficie construida: 8.545m²

Descripción

El programa de necesidades inicial, propuesto para el concurso Europan 4, preveía la construcción de 356 viviendas en una superficie de 29.500 m2, que era la necesidad primordial. Esta dotación residencial se complementaba con 8.700 m2 de superficie comercial y 16.100 m2 de superficie de uso terciario, más 4.400 m2 de equipamiento social. Naturalmente, había que solucionar el viario, el aparcamiento y proveer en el solar de zonas verdes y espacios públicos exteriores.

El solar está situado en el borde del barrio de Sagarminaga —un conjunto heterogéneo de edificios de viviendas para las clases más populares—, levantado en los años 50 y 60 con gran densidad edificatoria y escasa calidad urbana. El terreno tenía una fuerte pendiente y antes había estado ocupado por una explotación minera, ya en desuso, que habían horadado el subsuelo con numerosas galerías. Desde el primer momento nos interesó el carácter fronterizo del lugar, una tierra de nadie entre el casco viejo y las afueras, entre el río Nervión y el monte, entre la naturaleza y la ciudad… El proyecto exploraba esa condición ambigua. Por tanto, una de las operaciones que se investigaron en el proyecto fue la manipulación de la densidad para atender a las diferentes condiciones que se iban haciendo presentes tras la indeterminación inicial del lugar, cuya naturaleza mestiza siempre se ha intentado conservar.

Para resolver las necesidades de lo próximo propusimos un cluster vecinal bastante introvertido, de baja altura, rodeado por un perímetro más alto que concentraba las superficies comerciales terciarias y de equipamiento, bien relacionadas con el barrio. El barrio existente, muy denso, se esponjaba mediante la preservación para uso público de dos grandes espacios abiertos, soleados y con vistas lejanas, y las superficies libres entre las torres se concibieron como miradores urbanos. En el corazón del cluster las edificaciones se levantan sobre un tapiz de espacios verdes, el viario se resuelve mediante un anillo interior mientras que los aparcamientos se concentran en los edificios perimetrales.

Además de atesorar esa indeterminación llena de potencialidad, el lugar podía convertirse en una fachada urbana hacia la entrada por autovía a Bilbao. Para enfrentar los requerimientos de lo lejano planteamos una nueva imagen para la zona mediante un peine de varias torres que ejercerían de filtro visual del entorno urbano que queda a sus espaldas, introduciendo las cualidades del orden y la repetición.

Tras modificar el planeamiento como resultado de ganar el concurso, se nos encargó la construcción de una de las parcelas resultantes, la parcela 4. El resto fueron encargadas a otros arquitectos y el resultado ha sido, obviamente, desigual.

Esta parcela es una de las dos que conforman el área central del conjunto. Se compone de seis piezas residenciales que se desparraman por la pendiente con aleatoriedad fluvial, sin subordinarse a alineaciones paralelas pero controladas por una geometría racional. Desarrollando la idea de largo-escalonado-quebrado, el trazado de los sólidos va dejando unos vacíos exteriores pulsantes, que se estrechan o ensanchan, de manera que aparece una escala intermedia de espacios comunes.

Los bloques tienen una tipología mixta entre la volumetría de las viviendas unifamiliares en hilera y el funcionamiento de un edificio de vivienda social con accesos por corredor. A cada vivienda se entra desde el exterior, con la independencia de lo individual, pero se apilan unas sobre otras, con la lógica de lo colectivo. La orientación de los edificios implicaba necesariamente que las galerías de acceso, a las que vierten vestíbulos, cocinas, tendederos y baños, se colocaran en la cara norte de los edificios mientras que en el lado sur, abierto al sol y las vistas, quedaran dormitorios y zonas de estar.

Las plantas se organizan mediante una sucesión de bandas de diferentes usos y características: galería exterior de acceso, cámara técnica, crujía de piezas de servicio y crujía de estancias. Las secciones se establecen como un apilamiento de estratos habitables separados por forjados continuos. La geometría quebrada y escalonada de los edificios origina un desplazamiento de las viviendas dentro de los estratos horizontales, de modo que existe continuidad vertical de las distintas bandas funcionales pero no de las viviendas, que deslizan horizontalmente unas sobre otras.

La construcción es bastante elemental. La condición deslizante en horizontal de las viviendas determinó que la estructura debía funcionar como un sistema de planos paralelos, único elemento geométrico que garantizaba la continuidad. De ahí que se utilizasen muros de carga de ladrillo, que soportan forjados unidireccionales de viguetas de hormigón. La baja altura de los bloques centrales suponía una pequeña transmisión de cargas al suelo, cuya entrega se solucionaría con cimentación superficial continua. Sin embargo, un estudio geotécnico muy conservador exigió la utilización de pilotaje de profundidad calculado exclusivamente en punta para evitar el estrato horadado por las galerías mineras. De ahí que los bloques, como si fueran”orugas”, hayan acabado desarrollando unas abundantes y larguísimas patas hasta posarse sobre la matriz de roca profunda, que son unos micropilotes de hasta de 30 m de profundidad y sólo 16 cm de diámetro. A veces nos gustaría que la tierra fuera transparente…

Planos

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Otras imágenes

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Situación


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(Círculos de radio 200 m, 1 y 2 km) Ver coordenadas y enlace con otros sistemas:43°15′01″N 2°55′10″O / 43.250415, -2.919456 - Marcadores de obras: Obras destacadas desde principios S XX  Obras destacadas anteriores al S XX  Otras obras  Sitios arqueológicos
calle Ortutxueta 2 a 14, Bilbao - Coordenadas: 43°15′01″N 2°55′10″O / 43.250415, -2.919456
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Referencias

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Alberto Mengual, ,

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