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En la invasión francesa de 1808, el recinto pasa a ser propiedad del general francés [[Agustín Belliard]], quien parece ser que utilizó las instalaciones para sus tropas. Posteriormente, tras la retirada del ejército francés, el lugar regresó a manos de la duquesa, quien llevó a cabo una reforma del mismo. Se repoblaron arbustos, y se construyó el casino de baile o palacete mencionado (1815), obra de de [[Martín López Aguado]]. También se levantaron columnas y relieves que se consideran representación de las cuatro estaciones, primavera, verano, otoño e invierno. | En la invasión francesa de 1808, el recinto pasa a ser propiedad del general francés [[Agustín Belliard]], quien parece ser que utilizó las instalaciones para sus tropas. Posteriormente, tras la retirada del ejército francés, el lugar regresó a manos de la duquesa, quien llevó a cabo una reforma del mismo. Se repoblaron arbustos, y se construyó el casino de baile o palacete mencionado (1815), obra de de [[Martín López Aguado]]. También se levantaron columnas y relieves que se consideran representación de las cuatro estaciones, primavera, verano, otoño e invierno. | ||
[[Archivo:MADRID PARQUE DEL CAPRICHO3.jpg|thumb|250px | [[Archivo:MADRID PARQUE DEL CAPRICHO3.jpg|thumb|250px|Otoño en el Parque de El Capricho]] | ||
En 1834, tras la muerte de la Duquesa de Osuna, la propiedad del recinto llegó a su nieto, Pedro Alcántara, quien también le encarga a López Aguado nuevas construcciones, como una zona de exedras en la plaza de los emperadores, dedicadas a su abuela, que como el resto, se encuentran rodeadas de abundante vegetación. Tras la muerte de Pedro Alcántara en 1844, es cedido a su hermano, quien lo descuida enormemente, acabando subastado 38 años después. | En 1834, tras la muerte de la Duquesa de Osuna, la propiedad del recinto llegó a su nieto, Pedro Alcántara, quien también le encarga a López Aguado nuevas construcciones, como una zona de exedras en la plaza de los emperadores, dedicadas a su abuela, que como el resto, se encuentran rodeadas de abundante vegetación. Tras la muerte de Pedro Alcántara en 1844, es cedido a su hermano, quien lo descuida enormemente, acabando subastado 38 años después. | ||