Diferencia entre revisiones de «El jardín y el Movimiento Moderno (José Miguel Morales Folguera)»

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La casa con patio, de tradición mediterránea, interesó a Mies en los años treinta para hacer viviendas poco compactas, abiertas a espacios libres reservados por la cerca, diseñando agrupaciones urbanas de casas con patio.
La casa con patio, de tradición mediterránea, interesó a Mies en los años treinta para hacer viviendas poco compactas, abiertas a espacios libres reservados por la cerca, diseñando agrupaciones urbanas de casas con patio.


La “Casa Modelo” para la Exposición de la Edificación de Berlín (1931) está concebida para un matrimonio sin hijos. Los muros atrapan un fragmento del paisaje. En la zona de los dormitorios los muros delimitan un pequeño jardín al que se abren las estancias interiores mediante grandes paños de vidrio. El jardín esta articulado mediante los muros de la casa y muros aislados, que permiten vistas limitadas y la salida al exterior. Junto al estanque hay una escultura en el momento de andar, que se refleja en el agua.
La “[[Casa para una pareja sin hijos|Casa Modelo]]” para la Exposición de la Edificación de Berlín (1931) está concebida para un matrimonio sin hijos. Los muros atrapan un fragmento del paisaje. En la zona de los dormitorios los muros delimitan un pequeño jardín al que se abren las estancias interiores mediante grandes paños de vidrio. El jardín esta articulado mediante los muros de la casa y muros aislados, que permiten vistas limitadas y la salida al exterior. Junto al estanque hay una escultura en el momento de andar, que se refleja en el agua.


En la casa Hubbe (1935), el edificio se abre al mismo tiempo al paisaje y a un patio jardín. Margaret Hubbe le encarga construir una casa en una isla del río Elba, en Magdeburgo. Por un lado la casa se abre a un jardín cerrado y por otro lado a través de una gran cristalera se abre al paisaje natural del río.
En la [[casa Hubbe]] (1935), el edificio se abre al mismo tiempo al paisaje y a un patio jardín. Margaret Hubbe le encarga construir una casa en una isla del río Elba, en Magdeburgo. Por un lado la casa se abre a un jardín cerrado y por otro lado a través de una gran cristalera se abre al paisaje natural del río.


La llegada de los arquitectos alemanes exiliados señaló la tardía y dubitativa introducción del Movimiento Moderno en Gran Bretaña, con la aparición de los primeros jardines modernos en los años treinta.
La llegada de los arquitectos alemanes exiliados señaló la tardía y dubitativa introducción del Movimiento Moderno en Gran Bretaña, con la aparición de los primeros jardines modernos en los años treinta.


La contribución decisiva la hizo el paisajista Christopher Tunnard con un texto clave del jardín contemporáneo Gardens in the Modern Landscape, publicado en 1938 que se centraba en la identificación de las posibles tendencias de un jardín moderno inevitablemente diferente, debido a los avances científico-técnicos y a las necesidades económicas. Tunnard distingue tres orientaciones: la concepción social, la organización asimétrica y la reconsideración del ornamento, a las que corresponden los enfoques “funcional”, “empático” y “artístico”.
La contribución decisiva la hizo el paisajista [[Christopher Tunnard]] con un texto clave del jardín contemporáneo ''Gardens in the Modern Landscape'', publicado en 1938 que se centraba en la identificación de las posibles tendencias de un jardín moderno inevitablemente diferente, debido a los avances científico-técnicos y a las necesidades económicas. Tunnard distingue tres orientaciones: la concepción social, la organización asimétrica y la reconsideración del ornamento, a las que corresponden los enfoques “funcional”, “empático” y “artístico”.


El funcional se hace eco del rechazo en el campo arquitectónico del concepto de “estilo” a favor de una concepción formal ligada al principio de economía y a las necesidades sociales, capaz de lograr la continuidad entre la casa moderna y el jardín: “El jardín funcional…evita los extremos del expresionismo sentimental del jardín selvático y del clasicismo intelectual del jardín formal; antes bien incorpora el espíritu del racionalismo…y proporciona un ambiente amigable y acogedor para el descanso y el recreo”. Pero esta orientación arquitectónica no evita el desacuerdo con la arcádica ilusión corbuseriana de un paisaje intacto para contemplar desde la vivienda: “Pocas personas querrían ser condenadas a languidecer tras una ventana y a hacer ejercicio exclusivamente en una cubierta jardín…, pero muchos encontramos que la naturaleza desornamentada (incluso con la alternativa de una cubierta-jardín de Le Corbusier) no es suficiente; que el paisaje, o en todo caso los alrededores de la casa, deber ser proyectados de acuerdo con las necesidades humanas”.
El funcional se hace eco del rechazo en el campo arquitectónico del concepto de “estilo” a favor de una concepción formal ligada al principio de economía y a las necesidades sociales, capaz de lograr la continuidad entre la casa moderna y el jardín: “El jardín funcional…evita los extremos del expresionismo sentimental del jardín selvático y del clasicismo intelectual del jardín formal; antes bien incorpora el espíritu del racionalismo…y proporciona un ambiente amigable y acogedor para el descanso y el recreo”. Pero esta orientación arquitectónica no evita el desacuerdo con la arcádica ilusión corbuseriana de un paisaje intacto para contemplar desde la vivienda: “Pocas personas querrían ser condenadas a languidecer tras una ventana y a hacer ejercicio exclusivamente en una cubierta jardín…, pero muchos encontramos que la naturaleza desornamentada (incluso con la alternativa de una cubierta-jardín de Le Corbusier) no es suficiente; que el paisaje, o en todo caso los alrededores de la casa, deber ser proyectados de acuerdo con las necesidades humanas”.
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Respecto al ornamento, Tunnard apunta las lecciones que pueden aprenderse de las artes plásticas más allá del traspaso de los lenguajes de vanguardia (la relación entre forma y color, el sentido de las texturas y de las masas, o el aprovechamiento de las posibilidades de los materiales) y demanda la colaboración del escultor para lograr un ornamento de valor estructural. Éste sólo está legitimado en situaciones que lo requieran y cuando añada sentido a la experiencia del jardín. El emplazamiento de las piezas debe ser asimétrico, pero si han de usarse en puntos focales, es mejor hacerlo con formas simples y abstractas. De todos modos, otros materiales podrían sustituir los efectos del ornamento volumétrico y del superficial: piedras y plantas de aspecto singular, despieces de suelos o muros, espejos y elementos metálicos.
Respecto al ornamento, Tunnard apunta las lecciones que pueden aprenderse de las artes plásticas más allá del traspaso de los lenguajes de vanguardia (la relación entre forma y color, el sentido de las texturas y de las masas, o el aprovechamiento de las posibilidades de los materiales) y demanda la colaboración del escultor para lograr un ornamento de valor estructural. Éste sólo está legitimado en situaciones que lo requieran y cuando añada sentido a la experiencia del jardín. El emplazamiento de las piezas debe ser asimétrico, pero si han de usarse en puntos focales, es mejor hacerlo con formas simples y abstractas. De todos modos, otros materiales podrían sustituir los efectos del ornamento volumétrico y del superficial: piedras y plantas de aspecto singular, despieces de suelos o muros, espejos y elementos metálicos.


Estas aproximaciones teóricas fueron ensayadas en unas cuantas obras presentadas en el libro. Bentley Wood, la mejor de ellas, era la vivienda del arquitecto Serge Chermayeff (1935). En ella Tunnard mostró su dominio de la escala mayor y de las vistas –siguiendo lecciones del paisajismo del siglo XVIII- y al mismo tiempo el tratamiento arquitectónico de la proximidad. Para situar el edificio en el corazón del recinto, junto al camino diagonal, se aclaró el bosque existente, las espesuras se retrasaron hacia el borde y se dejaron delante grupos sueltos de abedules y robles solitarios que dirigiesen la vista hacia el sur pero que permitiesen abrir la pradera; unos pocos árboles de nueva plantación ayudaban a configurar el espacio en las cercanías de la casa. A esto se añadieron la apertura al paisaje exterior, la plantación entre la hierba de narcisos que viraban desde el amarillo al blanco para reforzar con la textura el efecto de profundidad, y algunos retoques de la topografía con losas sueltas que insinuaban senderos o curvas de nivel. La casa es un bloque prismático sobre una plataforma adelantada ante la fachada meridional, y perpendicular a un largo muro en la dirección de la vista. Bloque y muro están articulados por un cuerpo bajo retranqueado; al pie hay un estanque y la plataforma se prolonga en ángulo recto, con césped, arbustos y un árbol. El cierre es una pantalla reticular que repite la proporción y la modulación de la fachada enmarca el panorama hacia el sur. El delicado balance asimétrico se completa con una figura recortada de Henry Moore que parece contemplar la escena e indica el giro de la escalera para bajar al prado.
Estas aproximaciones teóricas fueron ensayadas en unas cuantas obras presentadas en el libro. [[Bentley Wood]], la mejor de ellas, era la vivienda del arquitecto [[Serge Chermayeff]] (1935). En ella Tunnard mostró su dominio de la escala mayor y de las vistas –siguiendo lecciones del paisajismo del siglo XVIII- y al mismo tiempo el tratamiento arquitectónico de la proximidad. Para situar el edificio en el corazón del recinto, junto al camino diagonal, se aclaró el bosque existente, las espesuras se retrasaron hacia el borde y se dejaron delante grupos sueltos de abedules y robles solitarios que dirigiesen la vista hacia el sur pero que permitiesen abrir la pradera; unos pocos árboles de nueva plantación ayudaban a configurar el espacio en las cercanías de la casa. A esto se añadieron la apertura al paisaje exterior, la plantación entre la hierba de narcisos que viraban desde el amarillo al blanco para reforzar con la textura el efecto de profundidad, y algunos retoques de la topografía con losas sueltas que insinuaban senderos o curvas de nivel. La casa es un bloque prismático sobre una plataforma adelantada ante la fachada meridional, y perpendicular a un largo muro en la dirección de la vista. Bloque y muro están articulados por un cuerpo bajo retranqueado; al pie hay un estanque y la plataforma se prolonga en ángulo recto, con césped, arbustos y un árbol. El cierre es una pantalla reticular que repite la proporción y la modulación de la fachada enmarca el panorama hacia el sur. El delicado balance asimétrico se completa con una figura recortada de [[Henry Moore]] que parece contemplar la escena e indica el giro de la escalera para bajar al prado.


==Roberto Burle Marx==
==Roberto Burle Marx==
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