Diferencia entre revisiones de «Arquitectura futurista»

sin resumen de edición
Sin resumen de edición
Sin resumen de edición
Línea 21: Línea 21:
La serie de pabellones de exposiciones realizados entre 1927 y 1928, que con planteamientos similares continúa hasta 1935 y que tiene como mayor referente el pabellón del libro proyectado por Depero para la editorial "Bestetti, Tuminelli e Treves", en la Bienal de Artes Decorativas de Monza de 1927, establece una "arquitectura tipográfica" que tendrá grandes influencias internacionales.
La serie de pabellones de exposiciones realizados entre 1927 y 1928, que con planteamientos similares continúa hasta 1935 y que tiene como mayor referente el pabellón del libro proyectado por Depero para la editorial "Bestetti, Tuminelli e Treves", en la Bienal de Artes Decorativas de Monza de 1927, establece una "arquitectura tipográfica" que tendrá grandes influencias internacionales.


En la primera mitad de los años treinta, se encuentran las formulaciones arquitectónicas de [[César Augusto Poggi]] y [[Guido Fiorini]]. El primero, expone sus teorías en un manifiesto titulado "[[Arquitectura futurista Poggi]]", un guión que se aleja de la línea de Boccioni, Sant'Elia y Prampolini porque conduce a la superación de algunos elementos de entrada considerados fundamentales. Se muestra contrario a los rascacielos y al uso "abusivo" del cristal proponiendo la vuelta a los desarrollos en horizontal, donde los medios de transporte del futuro solucionarán todos los problemas de comunicación; así mismo plantea construcciones antibélicas y acorazadas ante cualquier situación de peligro externo: calor, gas, terremotos...todo en base a nuevas propuestas de ciudad, considerando que las "viejas ciudades" no deben valer más que para museos. Por otro lado Fiorini se refiere a las cualidades del acero a tracción en su artículo "''La Tensistruttura grande invenzione futuristal''" (1933) que permite que las plantas de los nuevos edificios en altura se compongan de losas en voladizo soportadas por tirantes que descargan el peso en un estructura de soporte central, liberando el espacio de la base para asignarlo al tráfico vehicular y peatonal.  
En la primera mitad de los años treinta aparecen una serie de manifiestos, proclamas y posiciones que muestran la falta de homoigeneidad futurista, como las formulaciones arquitectónicas de [[César Augusto Poggi]] y [[Guido Fiorini]]. El primero, expone sus teorías en un manifiesto titulado "[[Arquitectura futurista Poggi]]", un guión que se aleja de la línea de Boccioni, Sant'Elia y Prampolini porque conduce a la superación de algunos elementos de entrada considerados fundamentales. Se muestra contrario a los rascacielos y al uso "abusivo" del cristal proponiendo la vuelta a los desarrollos en horizontal, donde los medios de transporte del futuro solucionarán todos los problemas de comunicación; así mismo plantea construcciones antibélicas y acorazadas ante cualquier situación de peligro externo: calor, gas, terremotos...todo en base a nuevas propuestas de ciudad, considerando que las "viejas ciudades" no deben valer más que para museos. Por otro lado Fiorini se refiere a las cualidades del acero a tracción en su artículo "''La Tensistruttura grande invenzione futuristal''" (1933) que permite que las plantas de los nuevos edificios en altura se compongan de losas en voladizo soportadas por tirantes que descargan el peso en un estructura de soporte central, liberando el espacio de la base para asignarlo al tráfico vehicular y peatonal.  
<!--
<!--
    
    
Artículo procedente de Urbipedia.org. Con licencia Creative Commons CC-BY-NC-SA excepto donde se indica otro tipo de licencia.
Origen o autoría y licencia de imágenes accesible desde PDF, pulsando sobre cada imagen.
https://www.urbipedia.org/hoja/Especial:MobileDiff/374607