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Arquitectura manuelina
El estilo manuelino, es un estilo arquitectónico portugués que se desarrolló en el reinado de Manuel I y prosiguió después de su muerte, aunque ya existiera desde el reinado de Juan II. Es una variación portuguesa del estilo gótico final, así como del arte luso-morisco o Mudéjar, marcado por una sistematización de motivos iconográficos propios, de gran porte, simbolizando el poder regio. Incorporó, más tarde, ornamentaciones del Renacimiento italiano. El término "Manuelino" fue creado por Francisco Adolfo Varnhagen en su Notícia Histórica e Descriptiva do Mosteiro de Belém de 1842.
El Estilo se desarrolló en una época propicia de la economía portuguesa y dejó marcas en todo el territorio nacional.
El Monasterio de los Jerónimos, en Lisboa, es uno de los legados más exuberantes de este estilo.
Torre de Belém en Lisboa.
Características principales
Esta tendencia artística era conocida, en la época, como la variante portuguesa de la arquitectura ad modum Yspaniae (al modo hispánico) que, por su parte, estaba incluida en la corriente arquitectónica "al moderno" - expresión utilizada para el Gótico tardío donde también había la variante, por ejemplo, del modo tudesco o alemán en la entonces nueva arquitectura nórdica. Esta corriente se oponía a la arquitectura al modo antiguo o al romano.
El estilo manuelino alcanza su fase de mayor madurez a partir de la segunda década de reinado de D. Manuel. Los escultores y arquitectos de Portugal definieron, en este contexto, un estilo de una originalidad vigorosa que aún hoy destaca de entre todo el patrimonio artístico portugués. Los motivos ornamentales que caracterizan este estilo son de una riqueza impresionante y, al contrario de lo que se suele decir, no es caracterizada sólo por los motivos Marítimos, inspirados en la Era de los Descubrimientos, sino también por un conjunto de símbolos de orden diversa donde, eventualmente, se encuentran elementos de tipo marinero. La idea de que los motivos ornamentales se conectaban al mar se debe a Edgar Quinet, en 1857, y se hizo un lugar común.
En lo que concierne a la arquitectura propiamente dicha, el estilo Manuelino no enmascara la estructura de los edificios al mantenerlos libres de ornamentación innecesaria: las paredes exteriores e interiores son generalmente desnudas, concentrándose la decoración en determinados elementos estructurales, como ventanas, portadas, arcos de triunfo, techos, bóvedas, pilares y columnas, arcos, Nervaduras, Rizos, cornisas, óculos y contrafuertes, además de túmulos, fuentes, crucero, etc. A pesar de ser esencialmente ornamental, el Manuelino se caracteriza también por la aplicación de determinadas fórmulas técnicas en alturas, como las bóvedas polinervadas a partir de ménsulas.
El Rey
El "discurso" artístico presente en el estilo manuelino, aunque su origen sea anterior al reinado de D. Manuel, tuvo una influencia considerable de la propia personalidad del monarca, de sus aspiraciones en el contexto mundial y en especial el proyecto de una cruzada que unificaría el mundo cristiano de Occidente con el mítico reino Cristiano oriental del Preste Juan, haciéndolo el "Rey de los Mares" (y fue, de hecho, así designado por diversos autores extranjeros).
El estilo manuelino transmite en gran medida estas aspiraciones mesiánicas de un rey cuyo ascenso al poder fue, como mínimo, insólita, tras la muerte de varios otros herederos directos al trono (como el príncipe D. Afonso y su hermano, D. Diego, asesinado). Varias fueron las "señales" que indicaban que este rey fuera el "Escogido" por Dios para grandes hechos: desde la interpretación dada a la expresión "Spera Mundi", en la esfera armilar, hasta la interpretación de su propio nombre, Emanuel ("Dios con nosotros", en hebreo), nombre que le puso su madre al nacer, después de un parto díficil, largo y doloroso que sólo terminó cuando la procesión del Corpus Cristi pasaba por la calle.
La propia concepción política de este rey, influenciada por su perceptor Diogo Rebelo y por el Joaquinismo lo haría creer que estaba destinado a fundar el Quinto Imperio de la Profecía de Daniel. Estas referencias mesiánicas y apocalípticas están también presentes en la pintura (como en los frescos de las "Casas Pintadas", en Évora y en la "Aparición de Cristo a la Virgen" de Jorge Afonso). Un ejemplo claro aparece también en la representación del rey y de la reina D. Maria, en primer plano, en el cuadro "Fons Vitae", perteneciente a la Misericórdia del Puerto, de Colijn de Coter, en una escena de la crucifixión donde la sangre de Cristo fluye dentro de un gigantesco Grial.
Principales autores
En el norte de Portugal, los principales autores de este estilo, provenientes de Galicia o de Vizcaya, fueron Tomé de Tolosa, Francisco Fial y Pero Gallego, que participaron en la creación de la Iglesia Matriz de Camina, así como João de Vargas y João de Parmenes, que trabajaron conjuntamente con el portugués João Lopes en la Catedral de Lamego. El cántabro João de Castilho, responsable del nártex y del ábside la Catedral de Braga, también dejó su marca en el Monasterio de los Jerónimos. En los Jerónimos destaca la figura de Diogo Boitaca, creador del monasterio de Jesús de Setúbal. Además de Boitaca, el centro de Portugal cuenta también con la obra notable de Mateus Fernandes, bien representada en el portal de las Capelas Imperfeitas, en el Monasterio de la Batalla.
Se habla aún de un "Manuelino de segunda generación", después del empeoramiento económico en Portugal, a consecuencia de los Descubrimientos. Castilho, Boitaca y los hermanos Francisco y Diogo de Arruda, que diseñaron la Torre de Belém, son sus principales representantes. También hay que nombrar a Manuel Pires, João Favacho, Pêro y Filipe Rodrigues, Álvaro Rodrigues, André Pires, João Días, Diogo Pires, el Moço, entre otros.
Obras principales
Entre las obras más notabais del manuelino, hay que señalar:
- En el norte de Portugal, donde está presente desde el inicio del siglo XVI y donde son características dominantes la decoración al estilo del gótico flamígero y las iglesias divididas en tres naves. Los autores eran, generalmente, de origen español (gallegos, cántabros y vizcaínos):
- La iglesia matriz de Vila do Conde;
- Crucero de Cartaxo;
- La iglesia matriz de Caminha;
- La iglesia matriz de Freixo de Espada en Cinta;
- El Monasterio de Leça do Balio (pila bautismal);
- Pelourinho (picota) de Arcos de Valdevez;
- En el centro de Portugal:
- El Convento de Cristo, donde sobresale la magnífica ventana del Capítulo;
- El Monasterio de los Jerónimos de Belém;
- Determinadas partes del Monasterio de Santa Maria de la Victória (o Monasterio de Batalha);
- La iglesia matriz de Golegã;
- La iglesia del Monasterio de la Santa Cruz de Coimbra; (túmulos, iglesia, claustro);
- El Convento de Jesús en Setúbal;
- La Sala de los Escudos en el Palacio Real de Sintra;
- La Torre de Belém;
- El arco triunfal de la Iglesia de Nuestra Señora del Pueblo en Caldas da Rainha;
- La Catedral Nueva de Coimbra, (pila bautismal);
- En el sur:
- La iglesia matriz de Monchique, una de las más características de la variante local del estilo
- La iglesia matriz de Odiáxere, característica del llamado Manuelino de Lagos.
- La Igreja de la Misericórdia de Loulé;
- El estilo también está presente fuera de Portugal continental:
- En las regiones autónomas:
- Catedral de Funchal
- La iglesia matriz de Ponta Delgada
- En Marruecos:
- Safim
- Mazagán (El Jadida)
- India:
- Iglesia del Priorato de Rosário
- Iglesia de San Francisco
- En México:
- Iglesia de la Concepción de Texcoco.
- En Rusia
- Palacio de Morozov.
- En España el arte manuelino influenció sobre todo a las poblaciones fronterizas como Almonaster la Real y naturalmente las iglesias de Olivenza, que en esa época estaba en manos de Portugal.
- En las regiones autónomas:
Referencias
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